España ante el Imperialismo: Relaciones Internacionales y la Independencia de Cuba (1870-1923)
El Contexto Internacional: El Auge del Imperialismo (1870-1914)
A partir de 1870, se produce un cambio significativo en el desarrollo de la Historia Contemporánea Occidental. El nacionalismo transforma el statu quo europeo establecido en el Congreso de Viena de 1815, donde cinco grandes potencias (Austria, Rusia, Prusia, Gran Bretaña y Francia) dominaban el panorama. La irrupción de Alemania tras 1870 altera este equilibrio, convirtiéndose rápidamente en una potencia europea y mundial. Este ascenso se debe a:
- Su notable desarrollo industrial.
- Su prestigio militar, demostrado en la guerra contra Francia.
- El eficaz gobierno de Bismarck, que teje alianzas con las principales potencias europeas (Austria-Hungría, Rusia e Italia).
Se inicia así una compleja red de alianzas entre las grandes potencias que desemboca en el Imperialismo (1870-1914), impulsado por una nueva mentalidad nacionalista de “orgullo nacional” que conduce a la expansión y a la guerra. Además, los países imperialistas buscan asegurar con las colonias:
- El aprovisionamiento de materias primas a bajo coste.
- Mercados para sus productos industriales.
Esta expansión imperialista y colonialista está liderada por Inglaterra (Era Victoriana), pero también participan otras potencias:
- Inglaterra: Índico (orilla africana y asiática) y África oriental.
- Francia: África occidental.
- Estados Unidos: Caribe (Cuba y Puerto Rico) y Pacífico (Filipinas).
- Rusia: Asia Central y los Balcanes.
La Situación de España en la Era del Imperialismo
A pesar de su recuperación económica y política durante la Restauración, España afronta esta época con escasez de recursos económicos y militares para conservar sus posesiones ultramarinas, codiciadas por otras potencias, especialmente por Estados Unidos. Además, al no estar integrada en ninguna alianza internacional (no logra entrar en los sistemas bismarckianos y solo tiene firmado un tratado con Italia), carece de garantías para defenderlas.
La Posición de España en América
Para comprender las relaciones de España con sus colonias americanas, es necesario remontarse al reinado de Isabel II, analizando tres aspectos clave:
Relaciones con las Nuevas Repúblicas Independientes de Hispanoamérica
En 1836, España renuncia a su derecho de soberanía y reivindicación territorial sobre sus antiguos virreinatos. A partir de entonces, se conciertan Tratados de Paz y Amistad entre España y cada una de las repúblicas independientes. Estos tratados restablecen las relaciones diplomáticas y comerciales durante el reinado de Isabel II.
Mantenimiento de la Soberanía Española sobre Cuba y Puerto Rico
- En Cuba existía una gran heterogeneidad racial y persistía la esclavitud.
- La Constitución de 1812 consideraba a los habitantes de las colonias “españoles de ambos hemisferios”. Sin embargo, la Constitución de 1837 excluye a Cuba de las Cortes. Hasta 1859, el gobierno español mantiene una actitud de “metrópoli” frente a la “colonia”, sin considerar a los cubanos como españoles. Esta situación genera problemas político-administrativos.
Presión Norteamericana sobre Cuba
- Esta presión se manifiesta en continuas “conspiraciones” no oficiales en Cuba, alentadas por los estados del sur de Estados Unidos, y en ofertas de compra al gobierno español.
- Al extenderse Estados Unidos por México, se posiciona frente a Cuba, que se convierte en su objetivo. Ante esta situación, España busca el apoyo de Inglaterra, que posee territorios en las Antillas y no le conviene un fortalecimiento de Estados Unidos en la zona (intento de pacto tripartito anglo-francés-español con Martínez de la Rosa).
- Estados Unidos apoya la independencia cubana para acabar con el colonialismo europeo y poder explotar la isla en exclusiva (Doctrina Monroe).
- Su apoyo a la isla es inicialmente diplomático frente al gobierno español. A partir de 1891, con la Ley de Aranceles que prohíbe a los cubanos el comercio libre, se convierte en apoyo material a la independencia.
En la historia de la independencia cubana, se distinguen tres momentos clave:
- Primera Guerra de Cuba (1868-1878): “Guerra de los Diez Años”.
- Segunda Guerra de Cuba (1895-1898).
- Intervención de Estados Unidos: Guerra entre España y Estados Unidos (1898).
La Restauración Borbónica en España (1874-1923)
La Revolución de 1868 y el Sexenio Democrático representan un fracaso político y social. La sociedad española, cansada de la inestabilidad, acoge la idea de la Restauración borbónica en la figura de Alfonso XII, hijo de Isabel II. En este proceso, la labor de Antonio Cánovas del Castillo en las Cortes es fundamental.
La Restauración constituye un largo periodo de la historia contemporánea de España, que se extiende desde el pronunciamiento de Martínez Campos en 1874 hasta el golpe de Estado de Primo de Rivera en 1923. Se caracteriza por la estabilidad constitucional, la modernización económica y el alejamiento del ejército de la vida política. Sin embargo, también está marcada por el predominio de la burguesía oligárquica, el caciquismo y el fraude electoral. La estabilidad se ve favorecida por el fin de las guerras carlistas en 1876 y de Cuba en 1878, así como por el restablecimiento del Concordato de 1851 con la Iglesia.