Buero Vallejo y el Teatro Humanista

Antonio Buero Vallejo es el mejor representante en España de un teatro humanista en el que los problemas del hombre se plantean con grandeza y esperanza, y donde se defiende la dignidad humana.

Temas y Subtemas en la Obra de Buero Vallejo

No se alude a un tema histórico ni político de forma explícita, va de lo particular a lo universal. Se observa en la obra el deseo de superación, el ideal de libertad y el poder de la opresión. La obra lleva a cabo con perfección el recurso escénico del efecto de inmersión.

El tema de la locura en la dramaturgia de Buero sugiere importantes posibilidades interpretativas; los locos son numerosos entre los personajes y, con frecuencia, el temor o una emoción violenta llevan a los personajes a interrogarse acerca de su propia cordura o la de los demás. Tomás corrobora dicha afirmación, ya que su mundo irreal no excluye ciertas apreciaciones muy certeras acerca de sus compañeros de celda, así como un entendimiento inconsciente de su situación y las imaginarias escenas con Berta. Las otras dos dicotomías que vertebran la obra desde la perspectiva existencial son: ficción/realidad y mentira/verdad.

En conclusión, la primera parte de la obra se opone drásticamente a la segunda parte.

La violencia es criticada en todos sus aspectos: la falta de libertad, las torturas, la pena de muerte… solo dejan pesimismo y fracaso a su paso; el ser humano es la víctima de sus propias tropelías.

También se trata el tema de la culpa, aunque de modo muy distinto. Los culpables se dividen en dos categorías diferentes según su culpa sea justificable o no. La de Max no lo es, ya que traiciona a los suyos. No se trata de la responsabilidad individual que pesa sobre personajes como Tomás, sino de la responsabilidad colectiva que afecta a la sociedad como cómplice activo o pasivo de la represión institucionalizada.

Pío Baroja y la Novela del 98

Pío Baroja es el novelista noventayochista por excelencia. Sus obras se centran en la acción, la aventura y el argumento, en oposición al resto de autores de la generación. Predomina también el tema de la voluntad frente a la abulia y la supervivencia del individuo en un medio hostil.

Los personajes son aventureros y se refleja un ser que vagabundea por el mundo, por lo que entra en contacto con diversos ambientes e individuos. El protagonista es un alter ego del autor que expresa sus ideas. Suele buscar la concisión, por lo que busca la frase exacta y un léxico basado en la precisión. Su prosa se divide en tres etapas:

  • Primera etapa: de literatura optimista, a la que corresponden la trilogía de La lucha por la vida, Zalacaín el aventurero y El árbol de la ciencia, en las que los personajes buscan el sentido de la vida, de la existencia humana y entran en conflicto por la angustia vital.
  • Segunda etapa: repite los moldes narrativos y añade divagaciones ideológicas, como en Memorias de un hombre de acción.
  • Tercera etapa: ya no crea nada nuevo y desaparece la crítica.

Miguel de Unamuno: Guía de la Generación del 98

Miguel de Unamuno es la guía de la Generación del 98. Su ideología es contradictoria; al no alcanzar sus objetivos, su vehemencia le lleva a sentirse fracasado, y refleja en su literatura la frustración y la depresión. El tema de España es fundamental, así como los conflictos existenciales y religiosos. Le da gran importancia a la intrahistoria del país: son los pequeños hechos los que constituyen a los españoles y a la vida real, y no las grandes hazañas. Todo esto lo recoge en su obra En torno al casticismo, que es un ensayo de su planteamiento vital.

Su estilo es sobrio y sencillo, y todas sus obras están impregnadas de lirismo. Su léxico está repleto de palabras castizas y dialectalismos que se están perdiendo. Sus novelas tienen las características del 98: la reflexión del individuo a través del narrador y la ausencia de argumento o trama. Los personajes representan distintas personalidades.

Amor y pedagogía (1902) es una burla de todo lo que es la novela realista. Su gran aportación es Niebla, donde aparece perfectamente definido el nuevo género de la nivola, que supone la convergencia de la novela y la filosofía. Su estructura, a base de la interiorización, presenta una visión intimista del mundo.

Niebla es una obra que contiene el juego vida-literatura según el cual el protagonista se enfrenta a su creador en un ambiente de confusión entre verdad y ficción.

La Generación del 98: Contexto y Características

Los intelectuales consideran imprescindible fomentar la educación, dejan a un lado sus gustos y ponen sus capacidades al servicio del país. En un manifiesto de intenciones, Azorín usa el término “Generación del 98” por primera vez.

Los integrantes de la Generación del 98 nacieron en la misma época, tienen una formación educativa similar y son autodidactas. Se reúnen en tertulias y en el “Grupo de los Tres”, escriben en revistas, realizan actos publicitando sus intereses, etc. Tienen un cicerone común y rompen con el movimiento anterior, tanto argumental como formalmente.

Su objetivo es idealista: regenerar el país evitando quedar encasillados como atrasados. Sin embargo, no llegan a la población ni al Gobierno. Entonces, evolucionarán al escepticismo o a la vuelta al conservadurismo.

El gran tema noventayochista es España. De forma subjetiva, muestran los anhelos de una España que no existe y la tristeza por la situación del país. Esto está vinculado al idealismo y a las preocupaciones existenciales y religiosas, y se preguntan sobre el sentido de la vida, con influencias de corrientes irracionalistas.

Significación Literaria de la Generación del 98

Los autores son autodidactas y repudian la retórica de la generación anterior, pero admiran la literatura anterior, sobre todo la medieval. En cuanto a la estética, trabajan con didactismo y buscan ser concisos, pero sin perder la belleza literaria. Consideran necesaria la elegancia de la sobriedad, que debe ser cuidada. Alcanzan una gran riqueza léxica e incorporan palabras tradicionales, ya que consideran que en el ámbito rural es donde está el verdadero castellano.

Junto al objetivismo y la sobriedad, sus obras están llenas de subjetividad y emoción en su visión de España. La novela moderna se caracterizará por la ausencia de trama, con acciones mínimas y desarrolladas en un espacio y tiempo indefinidos, y por la priorización del mundo interior del protagonista, un personaje inadaptado, antiburgués y rebelde que llega a la destrucción total.

Reaparece la importancia del diálogo. Finalmente, la novela será sustituida por la novela ensayística.

Espacio, Tiempo y Recursos en la Obra de Buero Vallejo

El lugar es indeterminado y representa un país donde se sufre persecución política y represión. La acción se desarrolla en un único espacio que cambia de una habitación cómoda a una celda, reflejando la transformación mental de Tomás.

El tiempo interno es circular, comienza y termina en la fundación, con una atmósfera de irrealidad creada por la música y la luz. El tiempo de la acción dramática abarca solo unos pocos días y muestra el proceso psicológico de Tomás. El tiempo de la historia es más amplio, ya que se revelan detalles del pasado del protagonista (como su delación y condena a muerte), lo que explica la situación presente.

El diálogo sirve para indagar y conocer las personalidades, y las acotaciones para la información escenográfica. Recursos como la música, la luz y la pintura contribuyen al efecto de inmersión. La crítica es una necesidad constante del individuo para no caer en el engaño.