Violencia de Género en España: Definiciones, Datos y Casos Reales
La violencia de género
Algunas definiciones:
- La violencia de género nace de la desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, y se ejerce por quienes sean o hayan sido sus cónyuges o estén o hayan estado vinculados a ellas por relaciones afectivas, aún sin convivencia. (Ministerio de Igualdad del Gobierno de España).
- El término «violencia de género» también es frecuentemente utilizado como sinónimo de violencia contra la mujer, pero en realidad se refiere a un tipo de violencia caracterizada por ser una acción u omisión llevada a cabo por una persona hacia otra de diferente sexo, produciéndole algún daño no accidental, y cuyo motivo está representado por esa misma diferencia de sexos. Dado que la violencia contra la mujer es mayoritariamente ejercida por los hombres respondiendo a condicionamientos sexistas, se usa el término «violencia machista» para referirse al tipo de violencia de género dirigida específicamente hacia la mujer. Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública o privada (“Artículo 1 de la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Naciones Unidas, 1994).
- La violencia de género abarca todos los actos mediante los cuales se discrimina, ignora, somete y subordina a las mujeres en los diferentes aspectos de su existencia. Es todo ataque material y simbólico que afecta su libertad, dignidad, seguridad, intimidad e integridad moral y/o física.
Un total de 89.000 mujeres han sido víctimas de la violencia de género en España desde el mes de junio de 2007
Un hombre estrangula a su pareja en el piso de Fuenlabrada en el que vivían
La policía detuvo al asesino, que confesó el crimen, en una plaza cercana
El País – Madrid – 19/01/2011
La vecina se quedó sorprendida al ver a Francisco tambaleándose mientras caminaba por la calle. “¿Está usted bien?”, le preguntó. “Sí, sí, no crea usted que estoy borracho. Solo un poco mareado”, dice ella que contestó. “¿No debería ir al médico”, le insistió?”. “No, gracias, ahora me encuentro mejor”. El hombre, de 47 años, se apoyó a continuación en un coche aparcado frente al portal de su vivienda, en Fuenlabrada. Pasados unos minutos accedió al interior. Unas horas antes o después de esta escena, eso está aún por determinar, Francisco estranguló a su mujer, Carmen, con la que compartía una habitación de alquiler en Fuenlabrada. Tras perpetrar el crimen se echó a la calle y no le contó a nadie lo que había hecho.
Carmen es la primera víctima en Madrid en 2011 por violencia de género
La inquilina de la vivienda, una mujer ecuatoriana, se encontró ayer a las 16:00 el cadáver de Carmen tendido en la cama. Alertada por un extraño olor, abrió la puerta de su habitación. Luego llamó al número de emergencias. La mujer contó a los agentes que la pareja española llevaba un mes viviendo ahí. Carmen llevaba muerta más de 12 horas. Los policías se pusieron a buscar a Francisco, pero no tuvieron que ir muy lejos. Se había sentando a esperar en una plaza a unos 100 metros del lugar del crimen, en la plaza de los Cuatro Caños.
En comisaría, el hombre reconoció haber asesinado a Carmen, de 54 años. Dijo que lo hizo de madrugada después de una acalorada discusión, informó la Jefatura Superior de Policía. Y que utilizó para ello un cordón que sostuvo entre sus manos alrededor del cuello de su pareja. Hasta que dejó de respirar. Después abandonó el cuerpo de Carmen tumbado en la cama. La Policía Nacional no tiene constancia de que Carmen presentase denuncias por malos tratos en los últimos años.
Condenado a 20 años por matar de 71 puñaladas a su esposa
El jurado aplica los agravantes de alevosía y ensañamiento
El País– Madrid – 25/01/2011
La sección 27ª de la Audiencia Provincial condenó el pasado 30 de diciembre a Juan Manuel C. R. a 20 años de cárcel al considerar probado el jurado popular que asesinó a su mujer, Natividad, de 71 puñaladas en su domicilio en el distrito de Chamberí. El jurado condena a este hombre de 55 años, a quien aplica los agravantes de parentesco, alevosía y ensañamiento, a que indemnice a sus dos hijas gemelas, que vivían con el matrimonio, con la cantidad de 60.000 euros a cada una y con 40.000 euros al hijo, que residía fuera del domicilio familiar.
La mujer, que no opuso resistencia, falleció por una hemorragia masiva
La vista oral logró probar que el 31 de agosto de 2008, Juan Manuel se dirigió tras una discusión con su mujer a la cocina de la vivienda para coger tres cuchillos, uno de ellos jamonero con una hoja de 22,5 centímetros y los otros dos con hojas de 11,5 centímetros en sierra. Con estas armas le asestó al menos 71 cuchilladas, según el médico forense, que aseguró que cualquiera de las ocho puñaladas del corazón (alguna de ellas lo atraviesa totalmente), las dos del cuello o las 20 de los pulmones le pudieron haber causado la muerte a Natividad. La mujer apenas opuso resistencia, tras lo que falleció por una hemorragia masiva a causa de una rotura cardiaca múltiple. El informe de la autopsia refleja, según el jurado, “la brutalidad” y el carácter sorpresivo de la agresión, que produjo “una impresionante imagen en panal o colador” del cuerpo de la víctima.
El condenado, según la sentencia, llamó a la policía para confesar el crimen, pero antes lavó con alcohol y agua oxigenada el cadáver de su esposa. El jurado, al contrario que la defensa, considera que Juan Manuel no padecía enajenación mental por sufrir un trastorno adaptativo con estado depresivo prolongado, ya que podía distinguir “entre el bien y el mal”. No obstante, este estado mental le provocó ideas sobrevaloradas respecto a su esposa, con la que tenía un sentimiento de infravaloración y baja autoestima. “Fue como una explosión en la cabeza. Estaba desorbitado. No recuerdo nada”, declaró entonces.
La violencia de la agresión evidencia, según el jurado, “el ánimo de matar” del acusado. Uno de los agentes que encontró el cadáver de la víctima aseguró que el agresor le dijo que lo tenía pensado desde la tarde: “Se sentó en el salón para ver la película, se levantó a por los cuchillos y dijo que era una idea que le rondaba la cabeza….”. Una de las hijas aseguró que la noche antes de la muerte de su madre, su padre le preguntó si iba a estar en casa por la noche.
Juan Manuel relató que una fractura de peroné que sufrió cambió su relación con su esposa. “Estaba deprimido”, indicó, para luego añadir que empezó a ser “un poco rebelde” a causa de los medicamentos que tomaba
2008 cierra con 72 mujeres asesinadas
El peor año para la violencia de género
- El 44,3% de las mujeres asesinadas este año era inmigrante
- Aído: ‘Estos datos ponen de manifiesto que el camino es largo, duro y difícil’
- En el 60,9% de los casos, seguían manteniendo una relación con su asesino
El Mundo. 1/1/09
ESTHER MUCIENTES
MADRID.- Lisa llamó a su novio porque “se encontraba mal”. Fue su última llamada. Tras una fuerte pelea, un bate de béisbol ensangrentado y el cadáver de esta joven británica de 28 años fueron las únicas pruebas de un terrible asesinato. Lisa pasó a formar parte de una triste y dolorosa lista que pese a los intentos del Gobierno, instituciones y de la sociedad no logra frenarse: la de las mujeres asesinadas a manos de sus parejas o su ex parejas.
El 28 de diciembre de 2004 entraba en vigor la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Cuatro años después una de las peores lacras de nuestra sociedad no sólo no mejora, si no que va a peor. 2008 cierra con un total de 72 mujeres asesinadas a manos de su pareja, una menos que en 2007 e igual que en2004.
La lacra de la violencia de género no da un respiro. 2008 se ha convertido en el peor año del siglo en lo que se refiere a terrorismo doméstico. 72 mujeres muertas –70, según los datos del Ministerio de Igualdad a falta de confirmar varios casos-, las tres últimas en el mismo día –Cornellá, Las Palmas y Rentería-, y centenares de intentos de asesinatos. El año que termina deja al descubierto que algo no funciona o que no se está haciendo lo suficiente.
Órdenes de alejamiento, dispositivos de vigilancia, denuncias que en muchos casos no sirvieron para nada –16 de las 72 fallecidas había denunciado a su asesino-. Como uno de los múltiples ejemplos, el caso de María del Rosario Peso, de 57 años. Nunca denunció a su asesino, el que era su actual pareja, pese a que éste se encontraba en prisión por otro caso de maltrato a su ex mujer.
El día que Maximino Couto decidió matar a María del Rosario se encontraba de permiso penitenciario. La pulsera de control que llevaba en su muñeca funcionó correctamente cuando Couto se desprendió de ella, pero no fue detectada por los funcionarios de servicio en la Unidad Central de Vigilancia Electrónica. Couto pudo entonces actuar con total libertad y matar a golpes a María del Rosario.
Como éste, conocido ya como el ‘caso de A Lama’, decenas en los que las víctimas se armaron de valor y denunciaron su pesadilla sin que finalmente les sirviera de nada. Sus agresores lograron su objetivo y cometieron 72 horribles crímenes.
72 nombres y 72 asesinos. Una cifra escalofriante que refleja un dato más que preocupante: el aumento de los casos de violencia de género entre los inmigrantes. Según los datos de la cartera de Igualdad, el 44,3% de las mujeres asesinadas este año eran inmigrantes.
Una cifra que si se compara con años anteriores refleja una situación descontrolada.
Datos que, junto al terrible mes de diciembre con 10 asesinadas, han hecho plantearse a la titular de Igualdad, Bibiana Aído, una mejora de la Ley de Violencia de Género. “Estos datos ponen de manifiesto que el camino es largo, duro y difícil y que requiere de una mayor implicación de las instituciones y de la sociedad civil en su conjunto”.
“Hay que mejorar los sistemas de prevención, detección temprana de los casos de violencia, en sensibilización, información e implicación social de toda la ciudadanía para lograr un contexto de seguridad más responsable”, aseguró la ministra.