Evolución de la Administración Pública en España: Siglos XIX y XX
Siglo XIX: Clientelismo y Primeras Reformas
En el siglo XIX, el Estado administrativo se caracterizaba por el clientelismo, la presencia de funcionarios cesantes y una gran inseguridad laboral a nivel local y estatal, lo que provocaba enormes revoluciones en la plantilla del funcionariado.
El Sexenio Democrático, iniciado en 1868, supuso un cambio significativo. La Primera República transformó el reparto de poder e instauró la excepcionalidad jurídica, estableciendo una República Federal en la que el poder local adquirió mayor importancia. Se produjeron grandes cambios en la cuestión social, laboral y vital. Se promulgó legislación en torno al proletariado, como la Ley Benot, que regulaba el ámbito laboral y general de los ciudadanos, incluyendo la reducción del trabajo infantil y la escolarización obligatoria.
Durante la Restauración Borbónica, destacó el turnismo político, que dio lugar al caciquismo. En 1876, desapareció el Ministerio de Fomento, repartiendo sus competencias entre el Ministerio de Instrucción Pública y el de Obras Públicas. A partir de 1900, el Estado se organizó en los Ministerios de Estado, Gracia y Justicia, Hacienda, Guerra y Marina, Gobernación, Obras Públicas e Instrucción Pública. Posteriormente, se crearon los Ministerios de Educación y de Trabajo.
Siglo XX: Modernización y Cambios Políticos
El siglo XX se caracterizó por la ampliación de competencias del Estado y el desarrollo de una administración más profesionalizada, estrechando su relación con los ciudadanos.
La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
El golpe de Estado que dio paso a la dictadura de Primo de Rivera introdujo un estilo militar en el gobierno, junto con la necesidad de modernización. Esto dio paso al regeneracionismo, que buscaba modificar la estructura del Estado. Los regeneracionistas pretendían liberalizar las energías nacionales evitando el clientelismo, combinando ideas liberales y proteccionistas.
La dictadura se dividió en dos etapas:
- Directorio Militar (1923-1925): Desaparecieron los cargos de Presidente del Consejo de Ministros, Subsecretarios de Presidencia y todos los ministerios, excepto los de Estado y Guerra.
- Directorio Civil (1925-1930): Se restablecieron los cargos de Presidente del Consejo de Ministros, que nombraba a los ministros, directores generales y jefes superiores. Apareció la figura del Vicepresidente. Se suprimió el Ministerio de Estado, que pasó a ser la Presidencia del Consejo.
En 1930, Primo de Rivera dimitió, restableciéndose el Ministerio de Estado y las secretarías. Los republicanos se unieron y se convocaron elecciones que tuvieron el valor de un plebiscito sobre la forma de gobierno.
La Segunda República (1931-1939)
El fin de la dictadura condujo a la llegada de la Segunda República. Este cambio no fue traumático, ya que los funcionarios mantuvieron sus puestos, a excepción de los militares de la dictadura. La estructura administrativa heredada sufrió grandes cambios. Inicialmente, se configuraron 11 ministerios: Presidencia, Estado, Gracia y Justicia, Hacienda, Gobernación, Fomento, Marina, Guerra, Trabajo y Previsión Social, Instrucción Pública y Bellas Artes, y Economía Nacional. Posteriormente, se creó el Ministerio de Comunicaciones, y se transformaron los de Economía en Agricultura, Industria, Comercio, Minas, Montes y Ganadería, y el de Fomento en Obras Públicas.
Durante el Bienio Progresista (1931-1933), se desarrollaron legislaciones en materia económica y social, y se suprimió la Dirección General de Carabineros. La Dirección General de la Guardia Civil pasó a depender del Ministerio de la Gobernación, ya que durante la dictadura había estado bajo control del ejército. Uno de los objetivos principales de la República era la reforma del régimen de propiedad agraria. La Ley de Reforma Agraria fue una de las legislaciones más importantes, buscando eliminar el paro campesino mediante el asentamiento de jornaleros en tierras expropiadas y la redistribución de la tierra. Esta reforma se implementó en varias fases:
- Decretos del gobierno provisional: Decreto de Términos Municipales, prórroga de los arrendamientos rústicos, implantación del Seguro de Accidentes de Trabajo y jornada de 8 horas.
- Jurados mixtos del trabajo rural, propiedad rústica e industrias agrícolas.
- Ley de Bases de Reforma Agraria, que supuso el inicio de la Comisión Técnica.
El Bienio Cedista (1933-1936) se caracterizó por la austeridad presupuestaria, con la Ley de Restricciones, pero sin grandes reformas.
La Dictadura Franquista (1939-1975)
Durante la dictadura franquista, la administración quedó bajo su control, declarando un estado unitario y convirtiendo al ejército en la burocracia.
En la primera etapa de la dictadura, la Ley de Reorganización de la Administración Central del Estado estableció que la Presidencia del Gobierno se vinculara al Jefe del Estado, quien se convirtió en el centro de la dirección política, pudiendo dictar órdenes sin necesidad de consulta.
La Transición a la Democracia
La Transición, tras la dictadura de Franco, se caracterizó por los Pactos de la Moncloa, que sentaron las bases del estado democrático y condujeron a la aprobación de la Constitución. También se implementó el sistema fiscal con el IVA y el IRPF. La organización territorial se estructuró de forma jerárquica, a través de los Estatutos de Autonomía, que permitieron a las 17 Comunidades Autónomas (CCAA) asumir competencias y establecer sus propios gobiernos autonómicos.