Manifiesto de la Agrupación de Intelectuales al Servicio de la República

El manifiesto publicado en el periódico “El Sol” el 10 de febrero de 1931, del cual uno de los principales colaboradores fue José Ortega y Gasset, junto a destacados intelectuales españoles como Pérez de Ayala y Gregorio Marañón, representa un momento crucial en la historia política de España. Este documento político surge en un contexto de agitación y cambio, tras la caída de la dictadura de Primo de Rivera y durante el gobierno del general Berenguer.

Crítica a la Monarquía y Llamado a la República

La principal idea que se plasma en el manifiesto es la crítica a la monarquía de Alfonso XIII y la promoción de un cambio hacia la República. Se hace referencia a la “Monarquía de Sagunto” como un símbolo de la crisis y el agotamiento del régimen monárquico. Se propone la creación de una Agrupación de Intelectuales al Servicio de la República, que busca difundir y obtener apoyos para este cambio, sin constituir un partido político formal.

Se critica el creciente intervencionismo político de Alfonso XIII, quien se involucró continuamente en las crisis gubernamentales y en los asuntos militares, incluso apoyando la dictadura de Primo de Rivera como una solución autoritaria a los problemas del país. Esta actitud contrasta con la visión más limitada del papel del monarca que se había propuesto con la Restauración Borbónica, donde se esperaba que el rey actuara como un árbitro político para evitar la inestabilidad.

Contexto Político: La “Dictablanda” y el Pacto de San Sebastián

El contexto político, conocido como “dictablanda”, está marcado por gobiernos militares encabezados por Berenguer y Aznar, que intentan restaurar la normalidad constitucional sin abordar las profundas tensiones y demandas de cambio en la sociedad española. La oposición a estos gobiernos incluye al nacionalismo catalán, al movimiento obrero, a los republicanos de izquierda y derecha, así como a intelectuales como Unamuno y Blasco Ibáñez, quienes critican la censura en la universidad.

El Pacto de San Sebastián en agosto de 1930, que reúne a socialistas, republicanos, nacionalistas catalanes y otros sectores, marca un hito en la reorganización de la oposición al régimen de la Restauración, abogando abiertamente por una nueva república. Se suceden huelgas, protestas y un intento fallido de pronunciamiento, reflejando el descontento generalizado con el statu quo.

Elecciones de 1931 y Proclamación de la Segunda República

Tras las elecciones municipales de abril de 1931, que se convirtieron en un plebiscito sobre la monarquía, la proclamación de la Segunda República el 14 de abril de ese año marca el fin del reinado de Alfonso XIII, quien abandona España camino al exilio. Este cambio representa el colapso del régimen de la Restauración, incapaz de abordar las crisis socioeconómicas y políticas que afectaban al país, así como el resultado del apoyo del rey a la dictadura de Primo de Rivera. La Segunda República surge con la esperanza de resolver los problemas del país y avanzar hacia una sociedad más justa y democrática.

Proclama del Comité Provincial Revolucionario de Asturias (18 de Octubre de 1934)

El texto es una proclama emitida por el Comité de Huelga durante un levantamiento obrero en Asturias en octubre de 1934. Esta revuelta, conocida como la Revolución de Asturias, fue un episodio crucial en la historia política de España durante la Segunda República. El Comité de Huelga, como autor colectivo, dirige su mensaje principalmente a los huelguistas, reconociendo la derrota frente a las fuerzas militares del Estado y recomendando cesar en las actividades huelguísticas.

Razones para el Fin de la Huelga

El texto explica detalladamente las razones por las cuales se aconseja poner fin a la huelga, destacando la abrumadora superioridad de las fuerzas militares del gobierno. Aunque se reconoce la derrota táctica, se enfatiza que no se trata de una rendición ni de un abandono de la lucha, sino más bien de una tregua temporal para permitir el descanso y la recuperación de las fuerzas obreras. Se menciona que, a pesar de la situación adversa, las razones de los obreros son justas y que, tarde o temprano, se lograrán los objetivos buscados.

Contexto Político y Social de la Revolución de Asturias

El texto también ofrece un análisis del contexto político y social que condujo a la huelga. Se destaca que la misma fue convocada en todo el territorio español y tenía un carácter revolucionario, siendo más que una simple protesta por mejoras laborales. Se buscaba la toma del poder y la creación de una república obrera, con el objetivo de derrocar al gobierno de derechas que entonces dirigía la República.

Se menciona la situación política derivada de las elecciones generales de 1933, donde el ascenso al poder del Partido Radical, apoyado por la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), generó un clima de confrontación política y social.

Desarrollo y Represión de la Revuelta

La revuelta en Asturias se describe como el epicentro de la revolución, con una duración de 13 días desde el 5 de octubre. Se destaca la participación activa de la clase obrera, organizada principalmente por la UGT (Unión General de Trabajadores) y con el apoyo de algunos líderes del PSOE (Partido Socialista Obrero Español), así como de fuerzas anarquistas como la CNT (Confederación Nacional del Trabajo) y comunistas como el PCE (Partido Comunista de España). La represión por parte del ejército, dirigido por el general López Ochoa, fue brutal y resultó en un saldo de muertes significativo, así como en la destrucción de la ciudad de Oviedo.

Consecuencias Políticas y Sociales

El texto también aborda las consecuencias políticas y sociales de la revuelta. Se menciona la suspensión de la autonomía catalana y la condena a prisión del presidente Companys y su gobierno. Se destaca el impacto en la configuración del panorama político español, incluida la formación de un frente popular de izquierda que ganaría las elecciones de 1936, aunque su gobierno sería impedido por el posterior golpe de Estado de Franco y el estallido de la Guerra Civil.

En resumen, el texto ofrece una visión detallada de la Revolución de Asturias y sus implicaciones históricas, políticas y sociales en el contexto de la Segunda República española.

Discurso de Manuel Azaña en la Universidad de Valencia (18 de Julio de 1937)

El discurso de Manuel Azaña, uno de los principales líderes de la Segunda República española, proporciona una visión profunda y detallada sobre la Guerra Civil española, situándola en un contexto político, social e internacional amplio y complejo. Azaña, cuya trayectoria política incluye la presidencia del Gobierno durante el bienio reformista y la presidencia de la República después del triunfo del Frente Popular, ofrece una evaluación crítica del golpe de estado de 1936, que derrocó al gobierno democráticamente elegido y marcó el inicio de un conflicto civil devastador.

Causas Internas y Contexto Europeo

El discurso de Azaña no solo analiza las causas internas de la guerra civil, como la crisis del sistema liberal y el surgimiento de movimientos totalitarios, sino que también la sitúa en el contexto más amplio de la Europa de la época, marcada por la ascensión del fascismo y el nazismo, así como por la creciente polarización política. Destaca cómo la Guerra Civil española se convirtió en un campo de batalla ideológico entre el fascismo, el comunismo y la democracia, atrayendo la atención de toda Europa.

Intervención Extranjera: Apoyo al Bando Sublevado

Azaña hace hincapié en el papel crucial de las potencias extranjeras en el conflicto, especialmente Alemania e Italia, que brindaron un apoyo decisivo al bando sublevado liderado por Franco. Describe en detalle cómo estos países proporcionaron recursos económicos, armamento moderno y asistencia militar directa, como la participación de la Legión Cóndor alemana y las tropas italianas, que jugaron un papel fundamental en importantes batallas y operaciones militares durante la guerra.

Apoyo al Bando Republicano y las Brigadas Internacionales

Por otro lado, Azaña también aborda la intervención del bando republicano, que recibió apoyo principalmente de la Unión Soviética. Destaca el envío de armas, equipos militares y asesores soviéticos, así como la formación de las Brigadas Internacionales, compuestas por voluntarios internacionales que se unieron a la lucha en defensa de la República. Sin embargo, señala que este apoyo fue insuficiente para contrarrestar la ayuda masiva proporcionada por las potencias fascistas al bando franquista.

Política de No Intervención y sus Consecuencias

El discurso de Azaña también examina la política de no intervención adoptada por algunas potencias europeas, especialmente Francia e Inglaterra, que, si bien buscaron evitar la escalada del conflicto, permitieron que Alemania e Italia continuaran proporcionando ayuda al bando franquista. Azaña critica esta política de apaciguamiento, argumentando que favoreció injustamente al bando sublevado y contribuyó a su victoria final.

En conclusión, el discurso de Manuel Azaña ofrece una evaluación integral y crítica de la Guerra Civil española y su contexto internacional, destacando el papel determinante de las potencias extranjeras en el conflicto y su impacto en el resultado final de la contienda.