Funciones Esenciales de la Familia

La familia debe satisfacer las necesidades de todos sus miembros, tanto individuales como colectivas. Las funciones básicas asignadas a la familia con carácter universal son las siguientes:

Función de Crianza

Implica el cuidado físico básico y la supervivencia de los hijos.

Función de Descanso y Recuperación

El ser humano descansa de sus quehaceres vitales y profesionales en el seno familiar. Un ambiente afectivo y relajado, característico de una familia funcional, crea un contexto apropiado de calidad de vida y salud mental. Proporciona seguridad y apoyo a sus miembros. El ocio en la familia cumple un relevante papel regenerador.

Función de Socialización

La familia es la primera célula y guía para el aprendizaje de la socialización del ser humano. Cada uno de los miembros aprende a interactuar con los otros componentes de la misma. La socialización implica la transmisión de valores, hábitos, creencias, actitudes y pautas de conducta. Se configura en tres grandes procesos: cognitivos, conductuales y afectivos, que se manifiestan de forma distinta en todas las etapas del desarrollo. En los tres primeros años de vida, la familia tiene mucha importancia; después, influirá la escuela y la sociedad.

Función de Autodefinición

La familia asume el rol de enseñar a cada uno de sus miembros a establecer su identidad y a saber qué se espera de él. Esta identidad personal se construye a lo largo de las etapas del desarrollo hasta alcanzar la madurez. La familia actúa como grupo de control de conducta, ya que enseña y obliga a sus miembros a comportarse de forma deseable. El ser humano aprende en la familia quién es y qué se espera de él. Estos aprendizajes se complementan con la interacción en el medio escolar y comunitario.

Función de Afectividad

El núcleo familiar proporciona a sus miembros el sentido de pertenencia afectiva y ayuda a conquistar la madurez emocional a través de vivencias de ternura, alegría, dolor, comprensión, tolerancia, frustración, etc. Ayuda a mantener un cierto equilibrio y madurez emocional. La familia proporciona, a lo largo de la vida, tanto en su etapa de expansión como de contracción, diferentes tipos de “urdimbres” de apego en el inicio de la socialización, de la personalidad, de la identidad y de la pertenencia.

Función Educativa

Es una de las tareas asignadas a la familia de carácter universal. Proporciona a cada uno de los hijos las condiciones necesarias para llegar a ser persona, mediante un grado de autonomía óptima para insertarse en el mundo adulto.

Función Vocacional-Profesional

En la familia, cada ser humano ha de aprender a desarrollar una ética para el trabajo, así como a proporcionar una serie de medidas para que cada hijo desarrolle una elección para sí mismo.

Modelos de Relación Familia-Escuela en las Tutorías

Cuando hablamos de modelo de relación, nos referimos al modo en que cada uno de nosotros se relaciona con las familias y, a su vez, las familias con nosotros.

Modelo de Experto

La relación que establece el profesor con la familia es muy similar a la relación médico-paciente. El profesional está investido de un saber absoluto. El profesor sabe lo que es mejor para el alumno y sus padres. La familia solo es necesaria en la medida que ejecuta las instrucciones y orientaciones señaladas por el profesor. La familia se convierte en un usuario pasivo y dependiente de lo que diga el profesor. No refuerza los sentimientos de competencia y solo espera que el “experto” dé la solución a los problemas.

Modelo Centrado en el Usuario (Padres e Hijos) o Cooperativo

El profesor reconoce la experiencia y competencia de los padres como educadores. Ofrece las opciones y la información necesaria para que los padres seleccionen lo mejor. Su intervención se fundamenta en la negociación de acuerdos mutuamente aceptables. La relación es más sincera. La información circula en ambos sentidos. El problema que plantea este modelo se da cuando los padres esperan que el profesional actúe como experto y este no lo haga.

Modelo Intermedio (Transmitir Habilidades y Conocimientos)

Es un modelo intermedio, quizá más cerca del experto que del usuario o cooperativo. Al igual que en el modelo experto, el profesor sabe lo que es mejor para el alumno. Posee una serie de experiencias y conocimientos respecto a él que ofrece a los padres para que estos los apliquen. El profesor, de alguna manera, instruye a los padres sobre ciertas técnicas o procedimientos que a él le dan resultado con el alumno.

El modelo recomendado es el cooperativo, ya que promueve relaciones constructivas, solidarias y de mutua responsabilidad. También es el modelo más complicado de practicar por las exigencias que plantea tanto a los profesores como a los padres. Los tres modelos tienen aspectos positivos siempre y cuando sean útiles al alumno, permitan establecer una relación operativa y complementaria, y se adapten a las características y recursos propios de la familia.

La Importancia de las AMYPA en la Educación

Si se analiza la implicación de las familias en los centros durante las dos últimas décadas, podemos observar que la participación realmente efectiva se ha continuado vehiculando a través de estas.

La historia del movimiento asociativo de madres y padres de alumnos en nuestro país nos permite constatar que las familias se implican en las escuelas cuando tienen cosas que hacer y las pueden llevar a cabo.

Durante sus más de 30 años de historia, las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (AMYPA) de los centros públicos han desempeñado un papel de suplencia de las administraciones educativas cuando estas no eran capaces de dar respuesta a las necesidades de las familias. Son a menudo el órgano que vertebra la participación del colectivo de padres y madres en la escuela, ya sea mediante su presencia en los consejos escolares o con su intervención en las diferentes comisiones que existen en los centros. Han desempeñado una función reivindicativa al lado de los docentes para conseguir nuevos centros, mejores equipamientos, profesorado especialista, más recursos, etc.

Las AMYPA han hecho posible:

  • La existencia de muchos de los servicios y actividades extraescolares que actualmente ofertan las escuelas y que estas tuvieran unos costes más asequibles para las familias.
  • Reinvierten los superávit en beneficio del propio centro.
  • Colaboran con el claustro en la organización de muchas actividades.
  • Sus actividades fuera del horario lectivo contribuyen a la conciliación de los horarios laborales con los escolares.
  • Son una escuela de participación ciudadana, ya que contribuyen a la formación de ciudadanas y ciudadanos comprometidos con los intereses colectivos.
  • Han creado nuevos filones de ocupación, ya que las actividades que organizan dan trabajo a un número importante de personas (monitores, etc.).

Todos los aspectos mencionados confluyen en un punto: la existencia de una AMYPA en un centro educativo contribuye a la calidad de la educación.