El Franquismo: Características, Apoyos y Evolución (1939-1975)
Orígenes y Características del Régimen
El Franquismo fue un régimen político de carácter autoritario instaurado por el general Francisco Franco después de su victoria en la Guerra Civil. Se trató de una dictadura en la que Franco concentraba todo el poder. Según Franco, los males de España se debían al liberalismo. Los ingredientes ideológicos que configuraban su idea de “democracia orgánica” eran:
- Falangismo: Utilizó la estructura de partido unificado. Siempre hubo miembros falangistas en los gobiernos de Franco y se crearon dos secciones, el Frente de Juventudes y la Sección Femenina, que sirvieron para la educación política de jóvenes y mujeres.
- Catolicismo: Mantuvo una mentalidad nacional-católica radical. Franco estaba convencido de la ayuda proporcionada por la Providencia, por lo que la Iglesia gozaba de amplios poderes.
- Militarismo: Al ser un régimen impuesto por el bando vencedor de la guerra, el ejército estaba muy vinculado, y muchos militares ocupaban cargos de gobernadores. Los opositores eran condenados bajo la acusación de rebelión militar. También destacaba la presencia de la Policía Armada y la Guardia Civil.
- Nacionalismo centralista: España fue definida como “unidad de destino en lo universal”.
- Nacionalsindicalismo: Se consideraban anticapitalistas y antimarxistas, pero eso suponía crear un estado corporativo, por lo que en la práctica era un régimen capitalista.
Control Social y Apoyos del Régimen
Franco controló férreamente a todos los elementos contrarios al régimen y utilizó la propaganda a través de la prensa, la radio, el NODO y la televisión. Los principales apoyos del régimen fueron:
- La Iglesia Católica, que siempre estuvo a favor del régimen y calificó la lucha contra la República como una “cruzada”. Tuvo control de muchos ámbitos políticos, sociales y culturales.
- El Ejército: A partir de los generales, aceptaron la jefatura de Franco.
- Terratenientes, grandes empresarios, pequeñas burguesías provincianas y el campesinado católico del centro y norte de España.
- A partir de los años sesenta, se amplió el apoyo con los beneficiados del desarrollo económico: clases medias que aceptaron las restricciones políticas a cambio de bienestar económico, obreros “apolíticos”, pequeñas burguesías beneficiadas por el proteccionismo oficial de la industria en Cataluña y el País Vasco, y colectivos de funcionarios.
Leyes Fundamentales del Régimen
- Fuero del Trabajo (1938): Establecía los fundamentos económicos del nuevo estado, instaurando una economía capitalista y un sindicato único y obligatorio.
- Ley Constitutiva de las Cortes (1942): Creaba unas Cortes de más de 500 miembros (“procuradores”), designados de oficio en su mayoría.
- Fuero de los Españoles (1945): Una especie de declaración de derechos, publicada después de terminada la Segunda Guerra Mundial, que podían ser suspendidos por el gobierno.
- Ley de Referéndum Nacional (1945): Establecía la posibilidad de convocar referendos, siempre por decisión de Franco, para dar una apariencia democrática al régimen.
- Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947): Preveía una monarquía como forma de sucesión del franquismo.
- Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958): Consolidaba la posición de la Falange como partido único. Sus principios pasaron a ser oficialmente los del Estado. Los altos cargos públicos, civiles y militares, lo eran también del partido. A esta especie de fusión se le denominó oficialmente “Movimiento Nacional”.
- Ley Orgánica del Estado (1967): Intentaba adaptarse a los nuevos tiempos, limando formalmente algunos de los planteamientos más totalitarios. Por ejemplo, se separaron los cargos de Jefe del Estado y Presidente del Gobierno.
A pesar de estas leyes, no existía una verdadera separación de poderes. Para perseguir la libertad de reunión y asociación se creó el Tribunal de Orden Público (TOP).
Represión y Exilio
Tras la Guerra Civil, España se encontraba en una situación caótica: muertes, exilios, presos, hambre, miedo… El mundo de la cultura, que había apoyado mayoritariamente a la República, sufrió una depuración del sistema educativo para evitar que estuviese “contaminado”. Cerca del 90% de los intelectuales abandonó el país o fue víctima de la represión directa, como ocurrió con muchos miembros de la Generación del 27.
El Franquismo y la Segunda Guerra Mundial
A pesar de su compromiso con Italia y Alemania, España se declaró neutral en la Segunda Guerra Mundial. Hubo conversaciones para que España entrara en la guerra, y Franco fue presionado para ello, pero él quería aprovechar la situación para recuperar Gibraltar y expandirse en Marruecos. Franco exigió unas condiciones que no fueron aceptadas, por lo que solo envió un ejército de voluntarios, la División Azul. Cuando la situación bélica se volvió desfavorable para el Eje, España suavizó su relación con Alemania e Italia y reafirmó su neutralidad.
Aislamiento Internacional y Autarquía (1939-1953)
España no fue admitida en la ONU, y la Conferencia de Potsdam declaró que el régimen franquista debía ser sustituido. Don Juan de Borbón presionó para la restauración monárquica. Entre 1945 y 1946, España quedó aislada internacionalmente, manteniendo relaciones únicamente con Portugal y Argentina. La lucha de guerrillas (maquis) se extendió por el país. La ONU denunció que el gobierno de Franco “no representaba al pueblo español, por lo cual carecía de legitimidad”.
A partir de 1947, con el inicio de la Guerra Fría, España comenzó a ser vista con buenos ojos por Estados Unidos y Gran Bretaña debido a su marcado anticomunismo.
La guerra afectó gravemente a la economía española. Franco apostó por la autarquía, un modelo económico basado en el autoabastecimiento. Se aisló al país del exterior y se intervino fuertemente en la economía:
- Se reglamentaron las exportaciones e importaciones, que necesitaban autorización previa.
- Se fomentó la industria a través del Instituto Nacional de Industria (INI) y se nacionalizó RENFE. Se crearon empresas públicas, aunque muchas de ellas generaban pérdidas.
Como los precios estaban fijados por el Estado, se fomentó la aparición del mercado negro (estraperlo). La población sufría una grave situación de hambre.
Del Aislamiento a la Apertura (1953-1959)
El final de la Segunda Guerra Mundial favoreció la continuidad del franquismo. Francia abrió su frontera con España. Los principales apoyos internacionales del régimen en esta etapa fueron Estados Unidos, que valoraba su anticomunismo, y el Vaticano. Surgieron lemas como “España, reserva espiritual de Occidente”, “Franco, centinela de Occidente” o “España, el primer vencedor del comunismo”.
En 1953 se firmaron los acuerdos con Estados Unidos. Franco aceptó la “amistad” con un país que había sido enemigo y cuya ideología era contraria a la suya a cambio de la supervivencia del régimen. Estados Unidos podía establecer bases militares en territorio español, y España recibía a cambio ayuda económica y alimentos. De esta forma, el régimen franquista salió del aislamiento internacional sin renunciar a su política dictatorial. Franco comentó: “Ahora sí que he ganado la Guerra”.
También en 1953 se firmó un Concordato con el Vaticano para oficializar las buenas relaciones. Se consagraba la confesionalidad del Estado español, se establecía un presupuesto para el culto y el clero, y se reconocían a la Iglesia amplios derechos en la enseñanza.
Desarrollismo y el “Milagro Económico” (1959-1975)
La autarquía se demostró insostenible. Se suprimieron las cartillas de racionamiento y se liberaron los precios, aunque los salarios seguían bloqueados. Esto, junto con las ayudas norteamericanas, permitió un cierto crecimiento económico hasta 1974. Se desarrolló el turismo, que se convirtió en la primera “industria” del país y en un “milagro económico” gracias a la mejora de la situación en Europa y la devaluación de la peseta.
En 1957, España se encontraba al borde de la bancarrota y al margen de la evolución económica occidental. Franco encargó los ministerios económicos a personas con formación específica, en su mayoría miembros del Opus Dei, conocidos como los tecnócratas. Eran modernos en lo económico y conservadores en lo político, y su objetivo era liberalizar la economía española y ofrecer oportunidades de inversión a los capitales extranjeros.
Plan de Estabilización de 1959
Se implementó un Plan de Estabilización en 1959 con las siguientes medidas:
- Recorte del gasto público.
- Restricción del crédito, afectando a las empresas.
- Congelación de salarios.
- Limitación de las horas extra, reduciendo el poder adquisitivo.
- Devaluación de la peseta.
- Menor intervención estatal en la economía.
- Reforma fiscal y medidas contra el fraude.
Los efectos fueron inmediatos, sobre todo para las clases asalariadas. Una de las consecuencias más importantes fue el aumento de la emigración.