Historia de la Imprenta en América Latina: Orígenes y Evolución
UNIDAD VI: La Difusión de la Impresión Móvil – América y Argentina
Orígenes de la Imprenta en América
El desarrollo del arte tipográfico en el nuevo continente se vio impulsado por la llegada de los colonizadores europeos, quienes generaron la necesidad de establecer las primeras imprentas en suelo americano.
- La iglesia tuvo un papel fundamental.
- La Corona española fue la primera en implementar este sistema de producción de textos, mediante la importación de imprentas desde los principales centros de impresión de la península ibérica.
Los Catecismos Pictográficos
La diversidad de lenguas en las comunidades originarias dejó a los primeros evangelizadores en América en la incomunicación total con los indígenas. En la búsqueda de un modo de comunicarse, los misioneros atravesaron tres estadios:
- Predicación muda: por gestos y señas.
- Predicación muda y catequesis pictográfica: por medio de dibujos y pinturas.
- Predicación muda y catequesis en lengua: el evangelio debía predicarse en la lengua original de cada pueblo.
Segundo estadio: los misioneros utilizaban picto-ideogramas, sirviéndose del mismo sistema de escritura que tenían los aztecas, el cual combinaba ideografías, pictografías y fonetismo. Pero los misioneros modificaron la escritura azteca porque consideraban que tenía sentido idolátrico y, por eso, no podían usarlo para enseñar el evangelio.
La mayor parte de estos documentos gráficos son de dimensiones reducidas, están manufacturados en algodón, el número de hojas suele ser variable dependiendo de las oraciones por las que esté constituido. Normalmente, la escritura empieza en el reverso de la primera página extendiéndose hasta el anverso de la segunda; por lo tanto, el sentido de la lectura es de izquierda a derecha y de arriba abajo. Los elementos gráficos están dibujados sobre varios planos en el espacio; no contienen efectos de volumen, luz y sombra o perspectiva.
La mayoría, por lo menos, debe de contar con las cinco oraciones principales para la conversión de un neófito en un buen católico, que son: Padre Nuestro, Ave María, Credo, Salve Regina y Confiteor; aunque muchos no solamente muestran estas oraciones, sino que se extienden y abarcan muchas más como: Mandamientos, sacramentos, etc.
El Desarrollo del Arte Tipográfico en el Nuevo Continente
1. México
Hernán Cortés había arribado a suelo americano, en 1533 el Obispo Juan de Zumárraga escribía al emperador Carlos V diciéndole que sería muy conveniente instalar un taller de imprenta y molino en papel. No se tiene certeza de la fecha en que entró en funcionamiento, pero se estima que es entre los años 1535 y 1537. Se utilizó para imprimir libros de doctrina cristiana y también de ciencia.
2. Perú
En 1572 se expuso la necesidad de una oficina tipográfica para duplicar los catecismos en los idiomas de los aborígenes. De La Plaza indujo a Antonio Ricardo (impresor oriundo de Turín) a trasladarse a la ciudad de Lima. Llegando al Perú en 1581, instaló su taller dentro del Colegio que la Campaña de Jesús tenía en dicha ciudad.
3. Paraguay
Los orígenes precisos del arte tipográfico en el Paraguay son de la época correspondiente al gobierno de Carlos López. Su primer número apareció el 26 de abril de 1845 y estaba destinado principalmente a la defensa de los derechos territoriales y a la independencia del Paraguay.
4. Uruguay
La primera imprenta que funcionó fue la que llevaron los ingleses al tomar militarmente en febrero de 1807 la ciudad de Montevideo. Las autoridades españolas, en su afán de combatir en 1810 a los revolucionarios de Buenos Aires, solicitaron a la Corte y al representante español en Río de Janeiro el envío de una imprenta. La infanta Carlota les envió todo el material de un taller tipográfico. La principal publicación realizada en sus talleres fue la “Gazeta de Montevideo”.
5. Brasil
Max Fleuiss reconoce que la imprenta más antigua de que se tiene noticias es la que importó la academia Dos Selectos de Río de Janeiro, fundada por Gómez Freire de Andrade. Fue él quien autorizó la importación de una imprenta, pero apenas instalada, fue prescripto por la Corte Lusitana el 6 de julio de 1747. Fue recién en 1808 que contó esa ciudad con un taller de primera categoría, la llamada Imprenta Real, que más adelante se llamó la Imprenta Imperial e Imprenta Nacional.
La Imprenta en la Argentina
Juan Bautista Neumann y José Serrano, ambos misioneros, fueron los fundadores del arte tipográfico en la República Argentina, pues fueron ellos los primeros en armar una prensa. Neumann armó en 1700 la primera imprenta argentina. El primer libro publicado en las regiones del Río de la Plata fue un Martirologio Romano. No hay pruebas para determinar que esto fue así, pero el Padre Sepp afirma que: el Padre Serrano quiso establecer una imprenta y con feliz éxito lo llevó a cabo.
Los Impresos Salidos de los Talleres Misioneros
Uno de esos manuscritos fue “Historia del Paraguay” – Padre Nicolás; sus ilustraciones eran consideradas las primeras realizadas en estas tierras, notándose los trazos de diferentes manos, como también las letras capitulares y dibujos muy expresivos tipo grabados.
El contacto entre las misiones del Paraguay y Córdoba hizo pensar que las ilustraciones realizadas estaban destinadas a los estudiantes jesuíticos de Córdoba. Otros libros dejaron testimonio de la flora, fauna, aspectos geográficos, astronómicos y también de la vida cotidiana.
El Empleo de Color, las Técnicas del Grabado y los Impresores
Las técnicas de grabado pueden agruparse en cuatro categorías: de relieve, de inserción, de recorte y de superficie.
La Imprenta en la Región Guaranítica, Córdoba y Buenos Aires
La Imprenta en Córdoba
Tras arduas gestiones, a mediados del año 1764 llegó la imprenta con todos sus accesorios a Córdoba, pero el entonces rector de la Universidad y Colegio Máximo, el jesuita griego Manuel Querini, no simpatizó con la misma. El primer impresor que tuvo fue Pablo Karen y obtuvo ese cargo en 1767. La adquisición de una imprenta italiana para Córdoba, luego de innumerables reclamos de los jesuitas, produjo cambios importantes en los resultados de los impresos. Mejoró la calidad compositiva, combinaciones de signos diversos que favorecieron la presentación y calidad de las obras impresas. Funcionó por muy poco tiempo, precisamente hasta el decreto de Carlos III que establecía la expulsión de los jesuitas de todos sus dominios. Este sería el antecedente directo de la tipografía en Buenos Aires, pues sería la que inauguraría este arte en la capital del nuevo Virreinato.
La Imprenta en Buenos Aires
No hubo oficina alguna tipográfica en Buenos Aires hasta 1780. Hay algunas razones para sospechar y para creer que ya a mediados del siglo XVII, sino antes, hubo algún taller tipográfico en Buenos Aires. La sospecha surgió a raíz de hallar en el Archivo de la Curia Eclesiástica de Buenos Aires y en su índice general, índice que consigna la noticia de documentos comprendidos entre 1610 y 1859.
En los primeros días de febrero de 1780 llegaban a Buenos Aires, traída desde Córdoba, los materiales necesarios para establecer el primer taller tipográfico. Se ha atribuido al Virrey Vértiz la creación de la primera imprenta en Buenos Aires, sin embargo, Manuel Ignacio Fernández, intendente general del Ejército y real hacienda, se había interesado, con anterioridad a la venida de Vértiz, en implementar un taller tipográfico en Buenos Aires. Agustín Garrigós fue el primer impresor con el que contó la ciudad de Buenos Aires, fue el cerebro y brazo de la imprenta desde mediados de julio de 1780 hasta octubre de 1791.
La vieja prensa que había inaugurado el arte tipográfico en Córdoba y Buenos Aires, fue vendida el 31 de agosto de 1824 y enviada a Salta.