Explorando la Narrativa Hispanoamericana del Siglo XX: Autores, Tendencias y el Boom Literario
La Narrativa Hispanoamericana de la Segunda Mitad del Siglo XX
Los países hispanoamericanos alcanzaron la independencia de España en la primera mitad del siglo XIX, salvo Cuba y Puerto Rico que se independizaron en 1898. Sin embargo, esta independencia no logró que los países hispanoamericanos prosperaran económicamente, pues pasaron de una dependencia europea a otra, la de Estados Unidos, que en cierto modo explotó a estos países y los controló políticamente. Hispanoamérica se ha debatido a lo largo del siglo XX entre la explotación ajena de sus riquezas y la pobreza de sus habitantes, y estas circunstancias se vieron reflejadas a través de su literatura.
La Novela Regionalista o Indigenista
Hasta los años 40, se dio en toda América Latina una novela que reflejaba la realidad social y la vida de las comunidades indígenas que allí habitaban. Se conoce bajo el nombre de novela regionalista o indigenista. Las obras planteaban la lucha del hombre contra una naturaleza salvaje y contra una sociedad de rancias costumbres. Esta novela denunció la realidad social de las distintas regiones de América. Las obras más importantes son: La Vorágine de José Eustasio Rivera, Don Segundo Sombra de Ricardo Güiraldes y Doña Bárbara de Rómulo Gallegos.
La Nueva Narrativa y el Realismo Mágico
Surge luego una nueva narrativa (años 40, pero no se consolida hasta los 60) que rompió con el realismo anterior y estuvo fuertemente influenciada por la corriente surrealista. Se trata del realismo mágico. El realismo mágico es una de las formas narrativas que más importancia y proyección tuvo mundialmente. Es una manera de entender la narrativa que integra lo maravilloso en la propia realidad sin que produzca extrañeza o se perciba como opuesto a lo real. Sus principales rasgos temáticos son básicamente: la importancia de la fantasía (la razón no basta para explicar la realidad, por ello las historias incorporan elementos maravillosos y mágicos. Lo extraordinario no sólo es admisible, sino normal), continúan planteando los grandes problemas del hombre hispanoamericano, el humor, el erotismo, y una preocupación literaria que plasman en sus obras (metaliteratura).
Por lo que respecta a la elaboración del discurso, abunda un narrador protagonista o testigo, la multiplicidad de perspectivas, la ruptura de la linealidad temporal (historias paralelas o intercaladas, saltos temporales), gran preocupación por el lenguaje y el ritmo de la prosa.
Los autores que lo iniciaron fueron Miguel Ángel Asturias con El señor Presidente y Mulata de tal y Alejo Carpentier, que explica en su prólogo de El reino de este mundo su concepción de lo “real maravilloso”: no hace falta inventar nuevos mundos, porque la realidad hispanoamericana es mágica y maravillosa. Sus grandes temas son las Américas primitivas, el mestizaje y los conflictos entre las culturas indígena y europea.
Más tarde apareció su cultivador más internacional: Jorge Luis Borges. Su obra narrativa comenzó con varios cuentos: El jardín de los senderos que se bifurcan, La casa de Asterión, La muerte y la brújula, El Aleph… que luego reunirá en el volumen Ficciones. La concepción idealista de Jorge Luis Borges lo llevó a construir mundos de ficción que cuestionan la lógica de la realidad y los protagonistas de sus cuentos siempre intentan encontrar el sentido u orden del universo o descifrar imposibles misterios.
Surgen a partir de aquí obras en las que se puede notar la búsqueda de nuevas formas de expresión entre las que podemos destacar autores como Juan Rulfo que supuso la confirmación de esta nueva narrativa con su El llano en llamas o Pedro Páramo, su novela más importante.
El Boom Hispanoamericano (1960-1980)
Entre 1960 y 1980 puede hablarse de un florecimiento de la narrativa hispanoamericana sin precedentes, es el conocido Boom hispanoamericano. Su influencia y su éxito se extendió ávidamente, fue traducida y muy valorada en todos los países del mundo. Además de la calidad de las obras y del ingenio de los escritores, este éxito narrativo vino acompañado de un buen soporte de las mejores editoriales españolas e hispanoamericanas. Por tanto, se unieron calidad artística y buena distribución.
Podemos destacar a multitud de autores:
- Juan Carlos Onetti: Sus novelas ofrecen una indagación psicológica del ser humano y vierten una mirada crítica sobre él. En ellas se presenta una visión pesimista y desesperanzada de la vida en el ámbito urbano. Obras: El astillero y Juntacadáveres.
- Ernesto Sábato: Se decanta por el drama psicológico donde el hombre está en conflicto constante con la sociedad carente de valores. Obras: El túnel y Sobre héroes y tumbas.
- Augusto Roa Bastos: Su narrativa gira alrededor de la realidad de su país, Paraguay, y de las injusticias continuas que sufre su gente. Obras: El hijo del hombre y Yo el Supremo.
- Guillermo Cabrera Infante: Su primera obra Tres tristes tigres ofrece una visión de la realidad cubana antes de que Fidel Castro llegara al poder.
- Carlos Fuentes: En La muerte de Artemio Cruz se narra la historia de la vida de Artemio, en la que el poder es el valor que domina la sociedad.
- Augusto Monterroso: Está considerado como uno de los principales cuentistas hispanoamericanos y un maestro del relato breve. Sus temas más importantes son: el humor, la sátira, la parodia, la literatura, las preocupaciones sociales,… Ha escrito el relato más corto de la literatura universal: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí“. Destacan Obras completas y otros cuentos, La oveja negra y demás fábulas y Movimiento perpetuo.
Pero los que merecen una especial mención son: Vargas Llosa, Julio Cortázar y Gabriel García Márquez, tres grandes figuras de la narrativa hispanoamericana.
- Mario Vargas Llosa: Destaca sobre todo su novela La ciudad y los perros, que se desarrolla en un colegio militar con todo lo que eso conlleva. En este colegio se rigen por la violencia, la ley del más fuerte y el machismo. Este mundo cerrado y opresivo contrasta con la ciudad, el mundo abierto. Son habituales en la obra los monólogos interiores y la corriente de conciencia.
- Julio Cortázar: Se inició como cuentista con Bestiario, Final del juego, Las Armas secretas, Historias de cronopios y famas, Todos los fuegos el fuego, Octaedro y Alguien que anda por ahí en los que se muestra una especial concepción de lo fantástico aceptando lo inesperado, lo excepcional, lo irracional. Su gran obra es Rayuela, novela que causó más impacto y la que consiguió que Cortázar fuese conocido mundialmente. Se desarrolla en París y Buenos Aires en los que el protagonista vive y recuerda el pasado, respectivamente. La novela está dividida en tres partes, pero la organización puede ser elegida por el lector: puede leerse por orden o siguiendo una tabla de capítulos que se expone al inicio, el lector tiene el papel protagonista. El lenguaje también es especial en esta novela, ya que se llega a inventar un nuevo lenguaje, el “gíglico”.
- Gabriel García Márquez: Sus primeros libros La hojarasca, El coronel no tiene quien le escriba, Los funerales de Mama Grande y La mala hora son ensayos de su gran obra Cien años de soledad, la obra más célebre del realismo mágico. Esta novela narra la historia de una familia durante siete generaciones ligada a la de su pueblo, Macondo, que representa tanto las diferentes etapas históricas de Hispanoamérica, como el mítico lugar en el que confluyen lo mágico y lo misterioso. Los temas de la novela son: la soledad de los individuos, la búsqueda del sentido de la vida y el amor. También escribe Crónica de una muerte anunciada (novela policíaca en la que destaca su disposición temporal) o El amor en los tiempos del cólera, ambas llevadas a la gran pantalla.
Tendencias Actuales (Años 70 en Adelante)
Actualmente (años 70 en adelante) podemos destacar tres líneas: la literatura testimonial de protesta y denuncia (Si me permiten hablar de Domitila Barrios de Chungara), la posmodernista (que continua con la experimentación anterior y el antirrealismo. Ej.: Respiración artificial de Ricardo Piglia) y la vuelta al realismo (que fue la mayoritaria) donde destacan temas como el humor, amor y feminismo. Ej.: De amor y de sombra de Isabel Allende o Como agua para chocolate de Laura Esquivel.