Análisis de ‘La vida es sueño’ y Reflexiones Filosóficas sobre la Naturaleza Humana
La vida es sueño: Resumen por jornadas
Jornada Primera
Rosaura y Clarín, dos trabajadores del rey Basilio, se dirigen hacia Polonia. En lo alto de un monte, divisan un palacio y se encaminan hacia él.
Al poco tiempo de llegar al palacio, se encuentran con Segismundo, quien está encerrado en una torre porque, según el rey Basilio, la muerte de su madre durante el parto fue una mala señal. Rosaura intenta consolarlo, explicándole que siempre habrá gente en peor situación que él.
Segismundo no podía hablar con nadie, excepto con Clotaldo, quien se enfada con los guardias por haber permitido la entrada de Rosaura y Clarín.
Más tarde, Clotaldo se da cuenta de que Rosaura es su hija perdida.
Luego, Astolfo tiene una conversación con el rey, quien le dice que perdonará a Rosaura y Clarín todos sus castigos.
Jornada Segunda
El rey Basilio se da cuenta de que su hijo Segismundo lleva bastante tiempo encerrado y decide liberarlo para ver si la muerte de su mujer en el parto realmente había sido una mala señal. Sin embargo, antes le pide a Clotaldo que le dé una pócima para que, si hubiera que volver a encerrarlo, Segismundo pensara que simplemente había sido un sueño.
Cuando Segismundo se despierta, ya está en el palacio y comienza a hablar con Clotaldo y Clarín.
Clotaldo le cuenta por qué ha estado encerrado tanto tiempo y por qué lo han sacado. Le revela que es el príncipe de Polonia, que el trono debía ser suyo y que lo habían encerrado en contra de su voluntad.
El rey y su hijo se encuentran y hablan del porqué de su encierro. Después de hablar, el rey, Clotaldo y Astolfo deciden volver a encerrarlo.
Estrella y Astolfo son prometidos, por lo tanto, Estrella quiere saber si su matrimonio es porque ambos quieren o porque le interesa a Astolfo. Se entera de que realmente es porque le interesa a él.
Después de encerrar a Segismundo, cuando este despierta, piensa que todo ha sido un sueño. Empieza a reflexionar acerca de la vida y de los sueños. Mientras estaba reflexionando, se queda dormido, y en sus sueños habla en voz alta, por lo que el rey Basilio y Clotaldo escuchan todo.
Jornada Tercera
Los soldados se enteran de que Segismundo es el primogénito del rey y quieren que ocupe su lugar correspondiente, por lo que deciden ir a la torre para liberarlo.
Los soldados le dicen a Segismundo que Astolfo va a ser rey de Polonia y que puede ser un desastre, pero Segismundo cree que todavía está soñando.
Segismundo le pide ayuda a Clotaldo para derrotar a su padre, pero este se niega.
Basilio y Astolfo se dan cuenta de que los soldados están en contra de lo que ocurre y buscan soluciones.
Clotaldo habla con Rosaura y ella le pide que no participe en la guerra, pero él siente que debe hacerlo y, antes de irse, le cuenta que él es su verdadero padre.
Cuando la guerra estaba a punto de comenzar, Segismundo y el rey Basilio se encuentran. Entonces, Segismundo se arrodilla a los pies de Basilio, dándole las gracias por haberle dado la vida. Gracias a este encuentro, la guerra no se lleva a cabo y ambas partes terminan bien.
Finalmente, Rosaura se casa con Astolfo y Segismundo con Estrella.
Reflexiones Filosóficas sobre la Naturaleza Humana
Ortega y Gasset dicen que los seres humanos tenemos historia y no naturaleza, no dudan del factor genético que produce el autismo, la homosexualidad, el buen oído, la celeridad en el cálculo y muchas otras características y habilidades que nos diferencian.
No dudan de que en los tiempos en que la evolución iba dando existencia a nuestra especie, ciertos genes fueron desechados y otros conservados.
Respecto a la teoría de la naturaleza humana, dudan de que puedan proporcionar “una teoría de la naturaleza humana” porque se supone que dicha teoría debe ser normativa, que debe proporcionar guía u orientación.
Una teoría de la naturaleza humana debe decirnos qué clase de persona debemos llegar a ser. Las teorías florecieron porque no encontraron cuestiones de pormenor empírico ni se agregaron a ser rebatidas por los hechos. Ejemplos son la teoría de Platón y Aristóteles sobre las partes del alma (racional, irascible y deseos), o la distinción de Kant entre fenómeno y noumenal. Kant: *sapere aude* = atrévete a saber. Hobbes: origen de la sociabilidad. Freud: origen de la moral.
La pretensión de que lo que los filósofos hicieron *a priori* y mal, puedo hacerlo ahora quienes cultivan las ciencias cognitivas *a posteriori* y bien, no será más que retórica hasta que sus propulsores estén dispuestos a arriesgarse.
La eugenesia se usa a menudo para referirse a movimientos y políticas sociales a principios del siglo XX en un sentido amplio a la mejora de la cualidad genética humana.
El movimiento eugenésico defendía tesis según las cuales estaba científicamente probado que los matrimonios interraciales, o el aumento de la inmigración, produciría degeneración cultural.
Pero para los filósofos historicistas como Ortega, no hay nada que seamos esencialmente. La historia puede enseñarnos muchas lecciones, pero no hay supralecciones.
La idea de la diferencia entre naturaleza y convención legada por la filosofía griega reapareció en Rousseau.
La idea de algo llamado naturaleza humana ha caído en un merecido desprestigio.
Esta clase de afirmaciones, decía Dewey, eran simplemente formas de autocongratulación de estos filósofos.
La idea roussoniana de que la finalidad del cambio socio-político tendría que ser devolvernos a la naturaleza antes de que sea corrompida por la sociedad ha sido rechazada por el valor de la variación cultural. La idea de que existe algo que puede llamarse la vida buena para el hombre ha sido gradualmente sustituida por la convicción de que hay muchas vidas humanas igualmente valiosas.
Los biólogos, al introducirse, van retirando a los filósofos. Darwin tuvo una influencia decisiva en el modo en que pensamos sobre nosotros mismos, porque desacreditó las explicaciones religiosa y filosófica sobre la distancia que separa la parte humana de la animal.
En niveles más abstractos, esta clase de debates son fútiles. La pregunta “¿es nuestra humanidad una cuestión biológica o cultural?” o “¿están nuestros actos determinados o tenemos libre albedrío?” no pueden ser respondidas por ningún resultado concreto en genética o en ninguna otra disciplina empírica.
Foucault y Ortega dudan de que esta visión suministrada por la biología pueda alguna vez ayudarnos a decidir en pos de qué ideales individuales o sociales debemos esforzarnos.