Resumen y claves de *El Señor de las Moscas* de William Golding

El Señor de las Moscas narra la historia de un grupo de niños británicos cuyo avión se estrella en una isla desierta del Océano Pacífico durante una guerra. Sin la supervisión de adultos, los niños, de entre seis y doce años, deben organizarse y sobrevivir. Ralph, uno de los mayores, es elegido “jefe” gracias a una caracola que simboliza el orden y el derecho a hablar en las asambleas.

El miedo a la “bestia” y la importancia del fuego

El primer desafío surge cuando los niños comienzan a temer a una “bestia” que supuestamente habita en la isla. Deciden encender una hoguera para ser rescatados, utilizando las gafas de Piggy, un chico con sobrepeso y el amigo más leal de Ralph, para encender el fuego.

La división del grupo: Caza vs. Rescate

La tensión aumenta cuando Jack, otro chico mayor, celoso del liderazgo de Ralph, prioriza la caza de cerdos salvajes sobre el mantenimiento de la hoguera. Jack y varios otros niños se vuelven cada vez más salvajes a medida que pasa el tiempo. Mientras tanto, Simon, un chico sabio y reflexivo, colabora con Piggy en la construcción de refugios.

El punto de inflexión: La caza y la pérdida de la civilización

Los conflictos latentes se manifiestan abiertamente cuando los niños encargados de vigilar la hoguera la abandonan para cazar un cerdo. La escena muestra a los niños como salvajes primitivos, alejados de la imagen de caballeros británicos educados. La euforia de la caza se desvanece al descubrir que la hoguera se ha apagado y un barco ha pasado sin verlos. Además, Jack golpea a Piggy, rompiendo una de las lentes de sus gafas.

La llegada del paracaidista y la verdadera “bestia”

Un hombre muerto en paracaídas cae en la isla, proveniente de la guerra. Los niños lo confunden con la “bestia” y organizan una cacería. Solo Simon sospecha que la bestia no es una criatura externa, sino una parte de ellos mismos. Se retira al bosque para meditar, mientras Jack y Ralph encuentran al paracaidista, pero huyen sin percatarse de que es un cadáver.

La rebelión de Jack y la separación definitiva

Jack desafía el liderazgo de Ralph y se separa del grupo, invitando a otros a unirse a él para cazar. Ralph y Piggy intentan mantener la hoguera, pero la mayoría de los chicos mayores se han ido con Jack. Simon, en su lugar de meditación, observa a Jack y sus seguidores cazar una cerda. La escena se describe con tintes de violación. Luego, colocan la cabeza de la cerda en una estaca como ofrenda.

La alucinación de Simon y el “Señor de las Moscas”

Simon contempla la cabeza de la cerda, a la que llama “El Señor de las Moscas”, y alucina que esta le revela que es la bestia y que forma parte de él. Simon se desmaya y, tras despertar, decide subir a la montaña para enfrentarse a la “bestia”. Descubre que solo es un hombre muerto, vomita y baja tambaleándose.

La muerte de Simon: El clímax de la barbarie

Ralph y Piggy, hambrientos, se unen a una fiesta organizada por Jack, quien se ha adornado como un ídolo. La fiesta recrea la caza de la cerda de forma frenética. Simon, ensangrentado y cubierto de vómito, llega e intenta advertir a los demás sobre la verdadera naturaleza de la bestia. Sin embargo, los niños, enloquecidos, lo atacan con lanzas hasta matarlo, mostrando su completa transformación en salvajes.

El mar se lleva los cuerpos y la negación de la culpa

Esa noche, el mar se lleva el cuerpo de Simon y el del paracaidista. Ralph y Piggy niegan su participación en la muerte de Simon.

El ataque final y el rescate: Un final ambiguo

La situación empeora. La tribu de Jack ataca a Ralph y Piggy, robando las gafas de Piggy para encender su propia hoguera. Cuando Ralph y Piggy intentan razonar con los “salvajes”, Roger arroja una roca que mata a Piggy. Ralph huye para salvar su vida y llega a la playa, donde se encuentra con un oficial de la marina británica. Los niños son rescatados de su guerra interna, pero la imagen final del crucero de la marina, inmerso en la guerra real de los adultos, deja un final ambiguo y una reflexión sobre la naturaleza humana.