Estado Liberal en España: Constitución de 1845, Partidos Políticos e Isabel II
El Estado Liberal y la Constitución de 1845
La Constitución de 1845 es una constitución de tipo moderada en la que la soberanía es compartida entre el rey y las cortes. El rey tiene amplias intervenciones políticas y administrativas. Se mantienen las dos cámaras, pero el senado es de nombramiento real. El sufragio es censatario, pero más restringido al elevarse el tope económico a pagar. No se reconoce la división de poderes, el rey controla el poder legislativo y judicial; tampoco se reconocen derechos ni libertades. Esta constitución se mantiene hasta 1868.
Partidos Políticos durante el Reinado de Isabel II
Los partidos políticos son los medios de encuadramiento y participación política, así como defensa de intereses y agrupación de personas con parecidas ideas, se concretan en esta etapa.
Partido Liberal Moderado
El Partido Liberal Moderado va a acaparar las tareas de gobierno durante el reinado de Isabel II. Representa los intereses de la oligarquía. Son una minoría pero muy poderosa por la riqueza que acaparan. Su modelo de estado viene definido en la constitución de 1845.
Partido Liberal Progresista
El Partido Liberal Progresista representa los intereses de las clases medias urbanas, aquí se encuadran abogados, médicos, profesores de universidades, comerciantes, medianos agricultores, etc. El número de simpatizantes es ampliamente superior a los moderados, aunque estarán poco en el poder, al cual llegarán a través de pronunciamientos militares. Partidarios de la milicia nacional como fuerza, optan por ampliar la participación política rebajando el dinero necesario o el tope económico, no son partidarios del sufragio universal, aunque el sufragio es restringido es más amplio. En su modelo constitucional queda clara la soberanía nacional, los derechos y libertades del ciudadano y el control del rey en el ejercicio del poder.
Partido Carlista
El Partido Carlista termina de perfilarse durante el reinado de Isabel II. Este partido se sitúa a la derecha de los partidos liberales e inicialmente defiende una concepción del país similar a la del absolutismo (Dios, patria, fueros, leyes viejas). Aquí se ve representado el campesinado del Norte de España.
Demócratas y Republicanos
A la izquierda del liberalismo van a surgir a partir de 1848 formaciones políticas que se agrupan bajo los epígrafes de democráticas y republicanas. Son minoritarias y defienden el sufragio universal, una España federal y republicana y apoyan cambios no solo políticos sino sobre todo sociales. Dentro del partido demócrata y republicano se incluyen algunos intelectuales, algunos sectores liberales radicales y poco a poco sectores obreros.
La realidad política es la del apoliticismo de la mayor parte de la población, que no entiende y considera la política algo inútil.
La Construcción del Estado Liberal
En el reinado de Isabel II se produce el triunfo del liberalismo político frente al absolutismo. Es preciso, por lo tanto, organizar el país de acuerdo a las nuevas ideas. La organización anterior del país no es válida, los liberales en el poder van a tratar de crear o diseñar un estado centralizado y uniforme, siguiendo el modelo que Napoleón impuso a Francia. Van a chocar con las regiones forales del país (País Vasco, Navarra) o con los territorios de la Corona de Aragón (Cataluña) que históricamente tuvieron leyes propias y se rigieron de manera autónoma.
En las guerras carlistas esta cuestión interviene como detonante, la foralidad frente al liberalismo. El liberalismo vota por un Estado más centralizado porque el capitalismo necesita la supresión de fronteras, de aquí, que durante este primer reinado se supriman las aduanas interiores. También la supresión de fueros significa para el liberalismo igualdad de oportunidades. Dentro del proceso de centralización se intentó suprimir la situación foral, aunque se mantuvieron con algunos recortes.
Organización Administrativa del Estado Liberal
La organización administrativa del estado liberal, de tipo centralista, se articula en torno a la provincia (la disposición actual de las provincias fue obra de Javier de Burgos en 1833). Como máxima autoridad provincial se crea la figura del gobernador civil, que es nombrado por el ministro del interior y su misión es hacer cumplir las leyes u órdenes de Madrid en el territorio provincial. Por cada provincia se designa una capital, esto supone la aparición de provincias. Además de las provincias se crean las diputaciones como órganos provinciales que tienen competencias asistenciales y los ayuntamientos.
Los ayuntamientos para los moderados son nombrados por el gobierno para municipios superiores a 2500 habitantes; para los progresistas se les elige por votación. Además de esta organización se crean las leyes en dos códigos, el código civil (inspirado en Napoleón) y el código penal (tardará en aprobarse).
Se termina suprimiendo la milicia nacional y se crea un cuerpo de policía rural de carácter civil, pero de estructura y organización militar, conocido como Guardia Civil que por encima de todo va a ser fiel a su gobierno en el poder. A través de esta el gobierno está presente en todo el territorio, es un proceso de poder y centralización.
Cuando la red telegráfica permita conectar el país con Madrid, favorecerá el proceso de centralización.
Reformas Económicas y Educativas
Se llevan a cabo una serie de reformas, se desarrollan nuevos impuestos comunes a todos los españoles y que básicamente son: la contribución territorial y el impuesto de consumos. Se adoptan el sistema métrico decimal y el banco de España y la moneda única (peseta).
Claudio Moyano desarrolla la enseñanza primaria, que es obligatoria y gratuita, y en castellano. Los ayuntamientos corrían con los gastos escolares, pero la falta de medios limitó la enseñanza. La enseñanza secundaria no es obligatoria, se cursa en los institutos. La enseñanza superior había parte (escuelas superiores) que se formaban como maestros y educadores, a cargo de las diputaciones y la otra parte, en la universidad a cargo del estado.
Se compagina la enseñanza estatal con los centros religiosos.
Este modelo de estado se ha mantenido hasta la desaparición del régimen franquista (1978), entonces con la democracia se crea otro modelo.