Gestión y Tratamiento de Residuos: Sanitarios, Industriales y Radiactivos
Tipos de Residuos y su Tratamiento: Sanitarios, Industriales y Radiactivos
Residuos Sanitarios
Son los residuos generados en hospitales, clínicas y laboratorios farmacéuticos. Además de los residuos asimilables a los domésticos, distinguimos:
- Residuos biosanitarios peligrosos: poseen agentes infecciosos y, por tanto, capacidad de contagio y toxicidad. Es obligatorio someterlos a tratamientos de desinfección.
- Residuos químico-sanitarios: son residuos peligrosos que contienen sustancias químicas con capacidad de contaminación ambiental y humana; como medicamentos caducados, reactivos de laboratorio, etc. Son residuos tóxicos y peligrosos, por lo que es necesario aplicar tratamientos para disminuir su peligrosidad.
- Residuos radiactivos de baja y media actividad: proceden de los departamentos de medicina nuclear y radioterapia (rayos X). Su gestión se realiza como el resto de residuos radiactivos a través de ENRESA (Empresa Nacional de Residuos Radiactivos).
Residuos Industriales
Los residuos industriales corresponden a una variada gama de sustancias que dependen de la industria. Algunos de estos residuos son asimilables a los R.S.U. y presentan un tratamiento similar a los domésticos. Otros residuos son tóxicos, peligrosos y radiactivos, y necesitan un tratamiento especial en instalaciones de tratamiento de residuos.
Los residuos tóxicos y peligrosos se definen como aquellos que contienen determinadas sustancias o materias en cantidades que suponen un riesgo tanto para la salud humana como para los recursos naturales y el medio ambiente. Entre los productos que contienen sustancias tóxicas destacan: aerosoles, limpiadores con amoniaco, lejías, pinturas, disolventes, insecticidas, fertilizantes, productos de fotografía, etc. Además, provocan, como otros residuos, contaminación del suelo, de las aguas superficiales y de las aguas subterráneas. Sus efectos dependen de la cantidad, del ritmo de producción y de su duración o permanencia en los lugares en que se depositan.
El tratamiento de estos residuos se realiza mediante varios métodos:
- Tratamientos químicos: transforman las sustancias nocivas o tóxicas en otras menos peligrosas mediante procesos de detoxificación, como la neutralización o mecanismos de precipitación.
- Tratamientos fisicoquímicos: como ósmosis inversa, destilación, extracción con disolventes, electrólisis, etc., separan los productos peligrosos del resto.
- Tratamientos térmicos: utilizan elevadas temperaturas para la combustión, gasificación y cristalización de los residuos peligrosos.
Después de estos tratamientos, queda una fracción sólida tóxica o peligrosa que es necesario aislar en vertederos especiales, donde se controlan y se aíslan los residuos para evitar que puedan contaminar el medio.
Residuos Radiactivos
Son todos aquellos materiales que contienen isótopos radiactivos en unas proporciones tales que se considera que pueden ser perjudiciales. Las fuentes de residuos radiactivos son las centrales nucleares, la industria, los hospitales (equipos de medicina nuclear) y la investigación.
El periodo de semidesintegración es el tiempo que tarda una masa de un isótopo radiactivo en quedar reducida a la mitad. Se consideran residuos de vida corta los que duran periodos menores de 30 años y residuos de vida larga los que duran periodos superiores a 30 años.
En vista a su gestión, se tiende a clasificar los residuos radiactivos en:
- Residuos de baja y media actividad (RBMA): corresponden a materiales con periodos de vida corta para los tipos de radiación más peligrosa. Por ejemplo, residuos de aplicaciones médicas (guantes, jeringuillas…), herramientas, material de mantenimiento de las centrales nucleares, residuos derivados del desmantelamiento de instalaciones nucleares…
- Residuos de alta actividad (RAA): son los de elevada actividad específica y que emiten radiaciones peligrosas. Este es el caso del combustible gastado en las centrales nucleares y en el armamento nuclear.
La gestión de los residuos radiactivos se basa en su aislamiento e inmovilización mediante la interposición de una serie de sucesivas barreras, artificiales o naturales, entre el residuo y la biosfera. Las distintas barreras que se superponen son:
- a) Barreras físico-químicas: formadas por los bidones que albergan los residuos, así como contenedores donde se introducen los bidones (pueden ser de cemento, vidrio…).
- b) Barrera de ingeniería: instalaciones donde se ubican los contenedores.
- c) Barrera geológica: terreno que rodea la instalación, de poca actividad geológica y formado por rocas impermeables.
Toda la instalación está sometida a un programa de vigilancia y control, con análisis de muestras de agua y aire, que establecen el grado de eficacia de las barreras.
Estas medidas de inmovilización se aplican para los residuos de baja y media actividad. Los residuos de alta actividad precisan un tratamiento especial. Se les somete a un enfriamiento en balsas de agua, a continuación, se almacenan durante miles o incluso millones de años.