Islam en España: Un Legado Histórico

Desde el año 711, gran parte del territorio peninsular quedó sometido a la comunidad islámica, formada por diversos grupos sociales, o tribus árabes y bereberes, que la ocuparon militarmente. Al primer contingente musulmán siguieron inmigraciones de Marruecos y Siria, todos sometidos al Califato de Damasco. A la conquista de España habían pasado siete décadas desde la muerte de Mahoma y de su sustitución en la cabecera religiosa del Islam por un Califa que estableció su sede en la ciudad de Damasco, Siria y vinculado a la familia de los Omeyas. En la organización política del Califato, España quedó sometida a un Emir con sede de gobierno en Córdoba, hasta el año 756, en que dejó de depender políticamente del Califato, constituyéndose en un Estado o Emirato independiente, bajo la titularidad de la dinastía Omeya por su último descendiente, el príncipe Adb-Al-Rahmán I. En el año 929, el Omeya Abd-Al-Rahmán III rompió los vínculos con el Oriente islámico, fundando en Córdoba el Califato Omeya Independiente.

Poco después fue desmembrado, formándose en 1031 los Reinos de Taifas, cuyos caudillos tomaron el nombre de Hachid. Los Almorávides en el 1086 fundaron un nuevo estado islámico unido, medio siglo después se produjo las segundas taifas, a la que continuó el desembarco de los Almohades en la Península, ocurrido en 1147, quienes dominaron políticamente la España musulmana hasta el año 1204, cuando determinados Walíes o Gobernadores se proclamaron independientes de la autoridad del Califa de Marruecos. Así proseguirá fraccionadamente, para reducirse finalmente al Reino Nazarí de Granada, que permanecerá independiente hasta su capitulación en 1492 en beneficio de los Reyes Católicos.

Tras la conquista del Reino de Granada, la Capitulación otorgada por los Reyes Católicos garantizó a los musulmanes la libertad de religión y el uso de sus derechos y costumbres. Pero después de las sublevaciones de los moriscos del Albaicín y de la Alpujarra, en 1502, se promulgó una Pragmática Real que obligaba a los musulmanes a salir de España o a renegar del Islam. En 1566 se prohibió el uso de la lengua árabe, trajes y ceremonias, lo que sirvió de motivo para la sublevación de las Alpujarras. La expulsión definitiva se produjo en 1609 por acuerdo del Consejo de Estado.

Grupos Sociales en la España Musulmana

  • Mozárabes: denominación dada a los hispano godos, que vivían sometidos al Islam, así como sus descendientes, manteniéndose fieles a su fe y diseminándose en todas las ciudades de la España musulmana, viviendo con arreglo a su propia estructura administrativa y su propio Derecho Visigodo, eligiendo a sus autoridades.
  • Musalima: (nuevos musulmanes) son los hispanos visigodos que se convirtieron al Islam para salvar sus propiedades e intereses, y para gozar del mismo estatuto que los islamitas, sus descendientes muladíes.
  • Mudéjares: muchos musulmanes quedaron viviendo en territorio cristiano, recibiendo a veces Fueros de Moros, del s. XIV para uso de los jueces musulmanes.

El Islam: Religión y Expansión

El Islam es la religión profesada por el pueblo musulmán (muslim), que a su vez significa ‘el que se entrega a Dios’. Esta fe establece que el hombre debe confiarse por entero. Esta resignación confiada a la voluntad de Dios se denomina Islam.

Esta religión reconoce algunas creencias cristianas y judías, así como antiguas supersticiones árabes. Mahoma vivió entre los años 570 y 632, siendo un comerciante de la ciudad árabe de La Meca. En el año 610 recibió una revelación de Alá, estableciendo los principios del Islam y la necesidad de predicarlo. El islam cree en un solo dios, Alá, que es creador y juez del mundo. Señala que Noé, Abraham, Moisés y Jesús han sido profetas, pero que Mahoma ha sido el revelador de la única religión verdadera, cuyos principios básicos son:

  • La profesión pública de la fe (reconocerse musulmán).
  • La oración cinco veces al día.
  • La limosna.
  • El ayuno en el mes del Ramadán.
  • El peregrinaje a La Meca al menos una vez en la vida.

Desde la muerte de Mahoma se produce la expansión del Islam en Asia Menor y Norte de África. Crea una entidad política nueva, el Califato, que unió firmemente a las diferentes tribus árabes. Los conflictos internos y la debilidad política de los estados vecinos facilitaron la rápida expansión musulmana. Así el pueblo árabe adquiere conciencia de historia unitaria y logra la unificación a través de la religión, para luego emprender la guerra santa para dominar a los infieles.

El califa era el jefe político y religioso, juez supremo y jefe del ejército. En la tarea de gobierno el Visir ayudaba al califa, actuando como primer ministro y enviado personal del califa.