Opresión y Libertad en ‘La Casa de Bernarda Alba’: Un Drama Rural de Lorca
Contexto Histórico y Literario de ‘La Casa de Bernarda Alba’
El teatro español del primer tercio del siglo XX se divide en dos tendencias principales: el teatro comercial, que triunfaba entre la burguesía y seguía los gustos de la época, con Jacinto Benavente como máximo exponente; y el teatro innovador y experimental, que exploraba nuevas formas dramáticas y planteaba problemas existenciales, sociales y políticos. Dentro de esta segunda corriente, destacan dos dramaturgos fundamentales: Valle-Inclán, con su obra Luces de Bohemia y su técnica del esperpento, y Federico García Lorca.
Federico García Lorca, poeta y dramaturgo de la Generación del 27, es una figura clave del teatro español. Su evolución teatral se puede dividir en tres etapas:
- Primera etapa: Teatro simbolista-modernista en verso (El maleficio de la mariposa) y dramas como Mariana Pineda, con influencia del modernismo.
- Segunda etapa: Teatro de guiñol (Retablillo de don Cristóbal), farsas (La zapatera prodigiosa) y obras vanguardistas con influencias surrealistas (El público y Así que pasen cinco años). Estas últimas fueron muy atrevidas para su tiempo y tardaron en representarse.
- Tercera etapa: Iniciada a raíz de su experiencia con la compañía de teatro clásico “La Barraca”, busca conectar con el público. En esta etapa, Lorca alcanza la plenitud de su arte dramático con obras como Doña Rosita la soltera, culminando con la trilogía clásica: Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba.
La casa de Bernarda Alba, escrita en 1936, es quizás la obra más importante de Lorca, aunque no pudo verla representada debido a su prematura muerte. En ella, se fusionan tradición y vanguardia. La tradición se manifiesta en la representación de la opresión femenina en la Andalucía rural de los años treinta, la influencia de la tragedia griega (personajes dominados por un destino trágico) y el teatro del Siglo de Oro español (el tema de la honra). La vanguardia y la estética de la Generación del 27 se reflejan en la abundancia de símbolos.
Argumento de ‘La Casa de Bernarda Alba’
La casa de Bernarda Alba es una tragedia rural escrita en prosa, con un lenguaje sobrio pero de gran fuerza expresiva y eficacia dramática. Lorca presenta el drama de las mujeres en los pueblos de España, sometidas a convencionalismos sociales, al autoritarismo paterno (en este caso, materno) y a una moral rígida que ahoga la libertad y el vitalismo de las jóvenes.
Tras la muerte de su segundo marido, Bernarda impone un luto riguroso de ocho años a sus cinco hijas, encerrándolas en casa y sometiéndolas a su autoridad. Las ansias de libertad, la rebeldía y las pasiones de las hijas se canalizan hacia Pepe el Romano. Este hombre, que representa el peligro y el deseo, provoca celos y rencillas entre las hermanas. Está prometido con Angustias, la mayor, pero se siente atraído por Adela, la menor, y es amado, a su vez, por Martirio. El clímax se produce cuando Bernarda, descubriendo a Adela con Pepe, le dispara. Pepe huye y Adela, incapaz de soportar la represión y sin futuro, se suicida.
Análisis Temático: Conflicto Central y Subtemas
El Conflicto Central
El tema central de La casa de Bernarda Alba es el enfrentamiento entre una moral autoritaria, rígida y convencional (representada por Bernarda) y el deseo de libertad (encarnado por María Josefa, la madre de Bernarda, y Adela). Bernarda impone sus normas opresivas basándose en su autoridad como cabeza de familia. Adela y María Josefa representan la libertad individual para pensar, opinar y actuar.
Ante la actitud de Bernarda, los personajes adoptan diferentes posturas:
- Las hijas (Magdalena, Amelia y Martirio): Aceptan con resignación su destino, aunque Martirio se enfrenta ocasionalmente a su madre.
- Adela y María Josefa: Se rebelan contra el dominio de Bernarda. Adela, desde el principio, muestra su deseo de libertad (con un abanico de flores rojas, probándose un vestido verde, etc.). El enfrentamiento final con su madre es directo: le arrebata el bastón, lo rompe y defiende su libertad (“¡Aquí se acabaron las voces de presidio! ¡Esto hago yo con la vara de la dominadora! ¡En mí no manda más que Pepe!”). Sin embargo, la libertad es solo una ilusión. El suicidio de Adela cierra el camino a la libertad para sus hermanas.
- María Josefa: Su liberación se manifiesta a través de la locura. Su encierro es aún más severo que el de sus nietas, por lo que la locura es su única vía de escape. En su locura, grita sus anhelos de libertad, se enfrenta a Bernarda y denuncia su tiranía.
- Las criadas (Poncia y otras): Viven bajo el dominio absoluto de Bernarda, temiéndola y murmurando a sus espaldas.
El autoritarismo de Bernarda está presente desde el principio hasta el final de la obra: impone el luto, controla el comportamiento de sus hijas y restablece el orden cuando discuten.
Subtemas Principales
a) El Amor Sensual y la Pasión
El drama de estas mujeres se concreta en la ausencia de amor y el miedo a la soltería. Para las mujeres de Lorca, la soltería y la esterilidad son problemas fundamentales. Bernarda, mediante engaños, alejó a Enrique Humanes, pretendiente de Martirio, y prohíbe la entrada de hombres durante el luto. Sus hijas pierden la esperanza de encontrar marido. María Josefa, en su locura, denuncia el sufrimiento de las jóvenes.
La represión sexual y la ausencia de amor verdadero impulsan el drama. La llegada de Pepe el Romano desencadena las pasiones y el conflicto entre las hermanas:
- Angustias: Sueña con su boda.
- Martirio: Se enamora de Pepe y sufre por no poder atraerlo.
- Adela: Su pasión se manifiesta desde el primer acto, pasando de los deseos a los hechos en el segundo y manteniendo relaciones con Pepe en el tercero, lo que conduce a la tragedia.
- Amelia y Magdalena: También sienten deseo y necesidad de un hombre, pero apenas tienen oportunidad de expresarlo.
b) La Hipocresía y las Apariencias
La preocupación por la opinión ajena, el miedo a la murmuración y el deseo de aparentar son constantes en La casa de Bernarda Alba. La hipocresía que oculta la realidad es un motivo recurrente:
- La obsesión de Bernarda por la limpieza.
- El miedo al escándalo y la preocupación por las apariencias.
- El temor al “qué dirán” que condiciona la conducta de Bernarda y de sus hijas.
Este tema se hace patente al final de la obra, tras la muerte de Adela.
c) Relaciones Humanas: Odio y Envidia
La convivencia en la casa está llena de tensiones, rencores y rivalidades:
- El desprecio de Bernarda hacia las criadas y las clases inferiores. A su vez, Bernarda es objeto de odio.
- Los celos entre las hermanas, especialmente el odio de Martirio hacia Adela.
- La manipulación y crueldad de Bernarda como respuesta a la represión.
d) La Crítica Social
Lorca denuncia la rígida jerarquía social de su época, marcada por la desigualdad económica y de género. Los personajes representan diferentes estratos sociales:
- Bernarda y su familia: Burguesía opresiva.
- La Criada: Posición inferior.
- La Mendiga: Miseria absoluta.
El contraste entre pobreza y riqueza se plantea desde la primera escena. La desigualdad social afecta incluso a las hijas, ya que Pepe elige a Angustias por su fortuna. La obra también critica la marginación de la mujer, sometida a roles pasivos y subordinados. Cada personaje humilla al inferior y odia al superior.
e) La Marginación de la Mujer
Lorca presenta dos modelos de comportamiento femenino:
- Moral relajada: Paca la Roseta, la prostituta y la hija de la Librada. Mujeres que viven al margen de la sociedad y son condenadas moral o físicamente.
- Moral de la decencia: La que Bernarda impone a sus hijas. Implica sumisión a normas sociales que discriminan a las mujeres.
El comportamiento impuesto por Bernarda se basa en la condición de mujer y en su nivel económico. Se distingue el trabajo de hombres y mujeres, y se alude a la desigualdad ante la ley. A las mujeres se les prohíbe el impulso amoroso, mientras que a los hombres se les permiten relaciones extramatrimoniales. Se manifiesta la sumisión de la mujer al hombre en las relaciones familiares.
f) La Honra y la Tradición
Ligado a las apariencias y al amor, se desarrolla el tema de la honra. Bernarda se rige por principios tradicionales y rígidos que exigen un comportamiento público intachable. Recrimina a Angustias por mirar a los hombres durante el funeral. La preocupación por la honra lleva a Poncia a aconsejar a Adela que deje a Pepe.
Personajes Principales y sus Relaciones
Personajes Principales
- Bernarda Alba: Figura central y autoritaria. Encarna el orgullo y la represión. Su bastón simboliza el poder y la rigidez. Es autoritaria, dominante, orgullosa, clasista, violenta, intransigente, mezquina e hipócrita. Pertenece a la burguesía campesina acomodada. Es temida por su carácter y porque conoce los secretos de las familias del pueblo. Sus movimientos son violentos.
- Poncia: Criada fiel y ejemplar. Domina a las hijas, aconsejándolas y advirtiéndolas, hasta que Adela le pierde el respeto. Su lenguaje es insultante y vulgar.
- Las hijas: Cada una presenta conflictos que reflejan los temas de la obra:
- Angustias: La mayor y heredera. Vive ilusionada por un matrimonio interesado. Su símbolo es el retrato de Pepe, que representa deseo y frustración.
- Martirio: Envidia a Adela y sufre por su amor no correspondido hacia Pepe.
- Adela: La más joven y rebelde. Lucha por su libertad y su amor por Pepe.
- Magdalena y Amelia: Aunque con menos protagonismo, también sufren la represión y anhelan el amor.
Relaciones Principales
- Madre e hijas: Regidas por la severidad de Bernarda, con miedo y falta de libertad.
- Entre hermanas: Mezcla de afecto, rivalidad y envidia.
- Bernarda y el pueblo: Orgullo y desprecio mutuo.
- Bernarda y las criadas: Odio y resentimiento.
La casa de Bernarda Alba presenta un microcosmos de la sociedad patriarcal y opresiva de la época. Es una obra de personajes femeninos, de distinta clase social, edad y sensibilidad. El personaje femenino se presenta desde la soledad y la ausencia: la mujer sin hombre. El hombre es necesario para la felicidad y la alegría.
Características Formales y Estilo
Lenguaje Dramático y Valor Poético
La casa de Bernarda Alba es una tragedia, aunque Lorca la califica de drama. Como texto teatral, presenta diálogo y acotaciones. Destaca la maestría del diálogo: fluidez, intensidad, réplicas cortas y rápidas, y a veces, tono sentencioso. Se fusionan realidad y teatro.
El lenguaje caracteriza a los personajes. Los diálogos entre Bernarda y las criadas, o entre Bernarda y sus hijas, son expresivos y transmiten la realidad de la lengua andaluza. Lorca logra un sabor popular sin vulgarismos fáciles. El lenguaje está enraizado en el habla popular andaluza, con giros y palabras características, gusto por la hipérbole y creatividad.
La creatividad del habla andaluza, potenciada por la de Lorca, conduce a la dimensión poética del diálogo. Se basa en imágenes y comparaciones que no contradicen el sabor popular, aunque sean expresiones lorquianas.
El lenguaje crea la atmósfera dramática e individualiza a los personajes. Presenta rasgos coloquiales, como insultos, maldiciones y amenazas. Bernarda lanza expresiones de ira contra sus hijas, al igual que las hermanas entre sí. Se observan vulgarismos (en boca de Poncia y la Criada), como la anteposición del artículo al nombre propio.
El lenguaje espontáneo se manifiesta con:
- Brevedad.
- Elipsis (supresión de elementos redundantes).
- Sintaxis poco compleja, frases cortas: predominio de oraciones simples y compuestas poco complejas.
- Giros y clichés del habla popular: muletillas, locuciones, frases hechas, refranes, metáforas populares, vulgarismos y expresiones del habla rural andaluza.
En el habla de los personajes se mezclan rasgos coloquiales con figuras literarias:
- Comparaciones: Poncia dice de María Josefa que tiene “unos dedos como cinco ganzúas”.
- Imágenes y metáforas: La casa como convento, presidio, infierno y guerra.
- Hipérboles: “No quiero ver a estas mujeres solteras, rabiando por la boda, haciéndose polvo el corazón”.
- Paralelismos semánticos: Se repite la misma idea en varios lugares, por ejemplo, referidos a la pasión de Adela o a Martirio (“un pozo de veneno”).
Como texto dramático, La casa de Bernarda Alba presenta acotaciones (decorado, vestuario, acciones e intenciones de los personajes). Hay dos apartes y dos monólogos, pero predominan los diálogos con parlamentos breves y tonos desgarrados, que reflejan la tensión. Se alternan historias o exposiciones detalladas con réplicas breves.