Evolución Republicana

Martínez Barrio trató de negociar con Mola para detener la guerra, pero la negativa del general provoca que Azaña designe como jefe del gobierno a Giral, y este reparte armas a los militares de las organizaciones obreras. El poder en la zona republicana se fragmentó y comenzó una revolución social. En las zonas de hegemonía anarquista tuvo lugar una colectivización total de la propiedad. Paralelamente, empezó la eliminación de quienes habían participado en la sublevación y de personas de ideología derechista a manos de comités, las milicias y los tribunales populares. En septiembre de 1936, se formó un gobierno de unidad presidido por el socialista Largo Caballero, cuyo objetivo era recuperar el control de la situación y transmitir una imagen aceptable para las democracias europeas. Pero se enfrentaron dos modelos: comunista y mayoría socialista contra anarcosindicalistas. Las tensiones aumentaron y Largo Caballero dimitió, por lo que se forma un nuevo gobierno presidido por Juan Negrín, en el cual se impuso una mayor centralización en la dirección de la economía, se terminó de construir el ejército popular, se intentó organizar una industria de guerra y se desmantelaron las colectivizaciones. Finalmente, el coronel Casado dirige un golpe contra la república el 5 de marzo de 1939 y Franco exige la rendición incondicional. El 1 de abril de 1939 terminaba la guerra y comenzaba una larga dictadura.

Evolución Nacional

Tras la muerte del general Sanjurjo, se acordó crear la Junta de Defensa Nacional, la cual estableció el estado de guerra en todo el territorio, suprimió todas las libertades y disolvió todos los partidos políticos, excepto la Falange y los requetés carlistas, además de prohibir toda la actividad sindical. Los sublevados participaron en una brutal, sistemática y selectiva represión para sembrar el terror y eliminar todo tipo de resistencia. Dicha represión fue llevada a cabo por las autoridades militares, por las milicias de requetés y por jóvenes falangistas. En cuanto a las medidas económicas, se cancelaron todas las reformas republicanas y comenzó la intervención del estado en la economía. También, las medidas centralizadas mostraron la necesidad de contar con una dirección única para mantener la disciplina y la jerarquía, por lo que el 1 de octubre del 36 se publicó un decreto que nombraba a Franco generalísimo de los ejércitos y jefe de gobierno del estado español, concretando en sus manos el mando militar y todos los poderes políticos del nuevo estado.

Por otro lado, se estableció la censura de prensa, se estableció el control del estado sobre las organizaciones patronales y obreras, y se creó una legislación que institucionalizó la represión contra los vencidos.

Evolución de la Guerra

En noviembre de 1936, las tropas franquistas asaltaron Madrid y tanto Azaña como Largo Caballero no se encontraban en la ciudad, por lo que la defensa de la capital quedó en manos de una junta de defensa. Ante la superioridad militar de las fuerzas nacionales, partidos y sindicatos obreros alentaron la movilización del pueblo madrileño, que aumentó con la llegada de las Brigadas Internacionales, de la ayuda soviética y de una columna anarcosindicalista procedente de Barcelona. Y aunque la ciudad fuera sometida a bombardeos aéreos y se produjeron duros combates, las tropas republicanas consiguieron resistir, por lo que Franco ordena el fin del asalto frontal a la ciudad. Tras fracasar, Franco intentó cercar a la capital, lo que dio lugar a la batalla del Jarama y la batalla de Guadalajara, donde las tropas italianas enviadas por Mussolini fueron derrotadas. El fracaso ante Madrid hizo que Franco optara por ir atacando las zonas más débiles de los republicanos. De la primavera al otoño de 1937, las tropas nacionales conquistaron la zona norte republicana, por lo que los franquistas pudieron concentrar todas sus tropas en la zona sur. En diciembre de 1937, tuvo lugar una ofensiva republicana en Teruel que fracasó. Seguidamente, Franco lanzó con éxito un ataque general en Aragón y el 15 de abril de 1938 las tropas nacionales llegaron a Vinaroz. La zona republicana dio lugar a la batalla del Ebro en julio de 1938, la cual debilitó definitivamente la moral y las reservas republicanas. Cabe señalar que la rápida intervención de la Alemania nazi y la Italia fascista en favor de los sublevados y la abstención de las democracias occidentales, condicionaron de forma decisiva el resultado de la guerra.

Internacionalización

La guerra fue una lucha civil entre españoles que pronto se internacionalizó como resultado de los intereses geopolíticos de los países que intervinieron en la guerra, de las contradicciones entre un importante sector de la opinión pública internacional y los grandes estados democráticos que subordinaron la defensa de la legalidad republicana, y también de la solicitud de los bandos de ayuda militar.