Explorando el Conocimiento: Sensible, Verdad y Percepción
Conocimiento Sensible
El conocimiento sensible es el nivel más básico del conocimiento y se basa en la experiencia sensorial, analizada por la psicología y la neurología. Se obtiene a través de los sentidos, permitiéndonos captar estímulos del entorno y procesarlos para adaptarnos y sobrevivir.
Se compone de dos elementos:
- Sensación: Capacidad de los sentidos para detectar estímulos sin interpretarlos.
- Percepción: Proceso mediante el cual organizamos las sensaciones y les damos significado, influenciado por nuestra experiencia y contexto sociocultural.
Sin embargo, nuestra capacidad de percibir estímulos es limitada, ya que no podemos captar ciertos elementos como la luz infrarroja o los ultrasonidos. Además, la percepción es selectiva: solo notamos lo relevante, gracias a la atención, que filtra la información para evitar la sobrecarga sensorial.
En la vida cotidiana, seleccionamos pocos estímulos y les prestamos atención, mientras que el resto solo forman un “ruido de fondo” poco consciente. Este principio se aplica en la publicidad subliminal, que busca influir en nuestros hábitos de consumo mediante estímulos no percibidos conscientemente, como eslóganes, colores y sonidos impactantes.
Diferentes Teorías Acerca de la Verdad
1. Verdad como correspondencia o adecuación a la realidad
La verdad consiste en la correspondencia entre lo expresado en un enunciado y la realidad. Un enunciado es verdadero si es comprobado con hechos. Esta postura, defendida por Aristóteles (realismo), sostiene que el conocimiento inicia con la experiencia sensorial. Aristóteles apoya la teoría de la tabula rasa, según la cual la mente es como un papel en blanco donde la experiencia graba conocimientos.
2. Verdad como coherencia
Según esta teoría, una proposición es verdadera si es coherente con otras proposiciones aceptadas. No depende de la realidad externa sino de la consistencia lógica. Asociada al idealismo, considera que el conocimiento humano es solo una representación mental de la realidad. Platón la retoma basándose en la percepción de Protágoras, quien argumenta que la verdad depende de cómo se perciben las cosas. Sin embargo, Platón distingue entre la opinión y el conocimiento verdadero, sosteniendo que solo las matemáticas y las Ideas permiten alcanzar la verdad auténtica.
3. Verdad como éxito
Según el pragmatismo, la verdad se determina por su utilidad: un conocimiento es verdadero si permite actuar con éxito y falso si lleva al fracaso. Se valida mediante buenos resultados. Fue defendida por pragmáticos como William James y John Dewey, quien aplicó este enfoque a la educación, la ética, la política y la lógica.
El Problema de la Verdad en el Conocimiento
La epistemología estudia cómo adquirimos conocimiento y qué criterios permiten distinguir lo verdadero de lo falso. Existen dos posturas principales sobre la existencia de la verdad:
1. La verdad no existe
En la Grecia clásica, los sofistas defendieron posturas escépticas y relativistas, negando la posibilidad de conocer la verdad y sosteniendo que solo existen opiniones.
Escepticismo
Duda de todo conocimiento, afirmando que es imposible conocer o expresar la verdad. Su mayor exponente, Gorgias, argumentó que nada existe y que, si existiera, no podría conocerse ni explicarse.
Relativismo
Afirma que la verdad es subjetiva y depende de la percepción individual. Protágoras, su principal defensor, afirmó que “el hombre es la medida de todas las cosas”. Los sofistas negaron la existencia de verdades universales, sosteniendo que el conocimiento depende de los sentidos.
2. La verdad existe y podemos conocerla
Durante los siglos XVII y XVIII, filósofos europeos abordaron el problema del conocimiento:
Racionalismo
Defiende que el único conocimiento válido proviene exclusivamente de la razón y las matemáticas. Filósofos como Descartes y Leibniz rechazaban la tradición y la experiencia, ya que los sentidos pueden engañarnos. Según Descartes, no conocemos las cosas directamente, sino solo cómo funciona nuestro pensamiento.
Empirismo
Sostiene que todo conocimiento sobre la realidad comienza con la experiencia y los sentidos. Filósofos como Hume y Locke afirmaban que la mente humana nace como una tábula rasa (una hoja en blanco), y que solo conocemos las representaciones de las cosas en nuestra mente, no las cosas en sí mismas.
Idealismo alemán
Representado por Kant, combina la experiencia con el papel activo de la mente en la construcción del conocimiento. No conocemos la realidad tal como es, sino que nuestra mente organiza la información del mundo exterior de manera estructurada, creando así nuestra percepción de la “realidad”.
¿La Realidad es la Misma para Todas las Especies?
Los sentidos de los animales transforman los estímulos externos en impulsos nerviosos que su cerebro interpreta. Cada especie percibe el mundo según las características de su sistema sensorial, desarrollando los sentidos necesarios para su adaptación y supervivencia.
Por ejemplo, los gatos tienen agudeza visual para ver en la oscuridad, mientras que muchos insectos captan la luz ultravioleta. Así, mientras los humanos ven las amapolas rojas, las abejas las perciben como ultravioletas.
Algunos animales utilizan sonidos de alta frecuencia para orientarse. Los murciélagos y delfines emplean ultrasonidos, ondas acústicas superiores al límite del oído humano, para localizar objetos. De manera similar, los silbatos para perros emiten sonidos agudos que los canes pueden escuchar, pero las personas apenas perciben.
Percepción Visual Humana
El ojo es el órgano encargado de traducir las vibraciones electromagnéticas de la luz en impulsos nerviosos, los cuales son enviados al cerebro a través del nervio óptico para ser interpretados. Funciona de manera similar a una cámara fotográfica, donde el cristalino actúa como la lente y la retina como la película sensible a la luz.
El cristalino proyecta en la retina una imagen invertida, desenfocada e incompleta, que el cerebro corrige y complementa. Los ojos no captan el movimiento de forma continua, sino como imágenes secuenciales. Además, percibimos solo dos dimensiones (alto y ancho), pero el cerebro genera la percepción de profundidad y tridimensionalidad al procesar las diferencias entre las imágenes captadas por ambos ojos.
Nuestros ojos detectan ondas luminosas con frecuencias entre 390 y 750 nanómetros, lo que se conoce como el espectro visible. La retina contiene células sensoriales llamadas conos y bastones, que convierten la luz en señales nerviosas enviadas al lóbulo occipital mediante el nervio óptico.
El enfoque del ojo se ajusta mediante un proceso llamado acomodación, en el cual el cristalino cambia de forma. Para ver objetos lejanos, el cristalino se aplana; para objetos cercanos, se redondea gracias a la contracción del músculo ciliar.
Conocimiento Abstracto
Es la capacidad del cerebro para usar símbolos y lenguaje para manejar conceptos no concretos, como en matemáticas y música. Actividades como resolver ecuaciones, componer melodías, traducir simultáneamente o jugar ajedrez son ejemplos de esta habilidad.
Pensamiento Abstracto
Es la capacidad de resolver problemas lógicos deduciendo consecuencias a partir de una situación. Implica detectar patrones o secuencias ocultas en pruebas como figuras, naipes o números, analizando y relacionando elementos para llegar a una conclusión lógica.
Falacia
Es un razonamiento que, aunque parece válido, en realidad no lo es. Se basa en una línea de razonamiento errónea y contiene inferencias incorrectas que no deben ser aceptadas. Aunque la conclusión pueda ser verdadera por casualidad, el proceso lógico es defectuoso porque viola al menos una regla lógica.
Paradoja
Es un tipo de argumentación que parece verdadera, pero en realidad encierra una contradicción lógica o una situación que va en contra del sentido común. Son frecuentes en el lenguaje natural.