Contexto Histórico del Marxismo

Contexto: El pensamiento marxista se sitúa en el siglo XIX, entre la Revolución Francesa e Industrial, y el surgimiento de la sociedad de clases. La burguesía busca el poder político e impulsa la revolución industrial. Los campesinos se convierten en trabajadores de las fábricas, dando origen a la clase proletaria. A pesar del aumento de la riqueza, su distribución es injusta: los grandes capitalistas acumulan fortunas, mientras la mayoría de los trabajadores viven en condiciones precarias. El pensamiento marxista es deudor de la filosofía alemana, especialmente de Hegel, y está influenciado por:

  • El desarrollo de las ciencias experimentales y el espíritu positivista.
  • El liberalismo (búsqueda del beneficio propio y el desarrollo de la competencia).
  • El socialismo utópico (defensa de los intereses de las clases pobres).
  • El anarquismo.

La Alienación en Marx

La Alienación: Marx retoma las ideas de Feuerbach y comparte sus críticas a Hegel:

  • El proceso dialéctico es solo una teoría.
  • Para Hegel, la realidad consiste en la idea, mientras que para Feuerbach es materia.
  • Las ideas sobre la religión y la filosofía son abstractas. Feuerbach considera que la religión es una ficción: el ser humano proyecta su propia esencia genérica como divinidad, enajenando su propio ser. El hombre se aliena en la idea de Dios porque no es plenamente consciente de su propia divinidad. Esta imperfección en la conciencia de uno mismo es la raíz de la miseria humana.

Para Feuerbach y Marx, la filosofía es la alienación del hombre en el plano ideal. Marx critica a Feuerbach por no reconocer las raíces económicas de la miseria. Para Marx, el remedio a la alienación humana es práctico, no teórico, y su materialismo estático es insuficiente. Marx reprocha a Feuerbach haber perdido la dialéctica.

Inicialmente, Marx recibe la influencia de Hegel, pero pronto se distancia de su filosofía al negar la primacía de la razón como modo de explicar la realidad. Según Marx, es necesario superar la filosofía y transformarla en acción, centrándose en el estudio del mundo real, la realidad empírica y la materia, para sentar las bases de un cambio. La tarea de la filosofía es criticar la organización social, construir una teoría que supere las carencias de la filosofía especulativa y ayude a construir un orden social más justo. El problema central para Marx es la defensa y liberación del hombre concreto, sometido a humillaciones, esclavitudes y desprecios.

Teoría de la Realidad: Materialismo Dialéctico

Teoría de la Realidad, Materialismo Dialéctico: El materialismo dialéctico, defendido por Engels y aceptado por Marx, afirma que la materia es lo único existente por sí mismo. La conciencia y el pensamiento son consecuencias de la materia. Esta tesis materialista se opone al idealismo, que postula que la realidad no existe independientemente del sujeto que la conoce. La existencia de la conciencia es indudable, aunque se pueda dudar de la existencia de objetos más allá de ella.

El idealismo absoluto, defendido por Hegel, considera la realidad como un despliegue de la idea a través de la tesis, antítesis y síntesis. Para Marx, la realidad es materia, y la naturaleza es materia dinámica en constante cambio. Marx coincide con Hegel en la explicación dialéctica de la realidad y en su carácter histórico. Marx busca la razón de la historia, que se descompone en una Tesis (burguesía), Antítesis (proletariado) y Síntesis.

Comparación Política: Platón vs. Marx

Comparación Política: En Platón, la idea de justicia ocupa un lugar central en la jerarquía de las ideas. En política, la justicia implica un ideal a seguir, donde todos colaboran en armonía con el Estado, beneficiándose mutuamente. En el Estado ideal de Platón, se impide a los gobernantes tener posesiones. A diferencia de Marx, Platón contempla distintas clases sociales en función de las cualidades de cada uno y realiza una división del trabajo muy determinante.

Para Marx, la producción marca el paso de la estratificación social, de modo que la infraestructura condiciona la idea de justicia y la ideología del pueblo. Por eso, según Marx, es necesario un cambio en la economía, en el sistema productivo, para poder efectuar una transformación en la sociedad y en su ideología.

Si bien es cierto que ambos autores divergen mucho en torno a la organización de la sociedad y a la estructuración de la misma, tenemos que decir, por el contario, que la sociedad que perfilan ambos autores como ideal no deja de tener intenciones muy parecidas: son sociedades justas donde todos pueden sentirse beneficiados de todos y donde se cubren las necesidades vitales del ser humano, que no padece ni sufre para poder desarrollarse como tal. Tanto en Platón como en Marx, la actividad era un elemento definitorio del hombre; de ahí que ambos concedan mucha importancia al trabajo o actividad que el sujeto desarrolla en la sociedad.