Fotometría

Para el estudio de la luz es necesario definir magnitudes y unidades de medida, realizar gráficos y diagramas que permitan un uso eficaz de la información obtenida de las fuentes de luz.

La Luz

La luz, que llega a nuestros ojos y nos permite ver, es un pequeño conjunto de radiaciones electromagnéticas de longitudes de onda comprendidas entre los 380 nm y los 770 nm.

El Espectro Electromagnético

La luz forma parte del espectro electromagnético que comprende diversos tipos de ondas. Cada uno de estos tipos de onda está definido por una magnitud que puede ser la longitud de onda (λ) o la frecuencia (f).

Cuando la luz encuentra un obstáculo en su camino, choca contra la superficie de este y una parte es reflejada. Si el cuerpo es opaco, el resto de la luz será absorbida. Si es transparente, una parte será absorbida como en el caso anterior y el resto atravesará el cuerpo transmitiéndose. Tenemos tres posibilidades:

Reflexión: Es un fenómeno que se produce cuando la luz choca contra la superficie de separación de dos medios diferentes (ley de la reflexión).

Refracción: Se produce cuando un rayo de luz es desviado de su trayectoria al atravesar una superficie de separación entre medios diferentes (ley de la refracción) y se debe a que la velocidad en cada uno de ellos es diferente.

Transmisión: Es una doble refracción.

Absorción: Es un proceso muy ligado al color; por lo tanto, el color con que percibimos un objeto depende del tipo de luz que le enviamos y de los colores que este sea capaz de reflejar.

La Sensibilidad y los Tipos de Visión

En condiciones de buena iluminación (más de 3 cd/m²), opera la visión fotópica. Para niveles inferiores a 0.25 cd/m², actúa la visión escotópica. En situaciones intermedias, se da la visión mesópica.

Se definen unas curvas de sensibilidad del ojo a la luz visible, con un máximo en la longitud de onda de 555 nm (amarillo verdoso) para la visión fotópica y otro de 480 nm (azul verdoso) para la visión escotópica. Al desplazamiento del máximo de la curva al disminuir la cantidad de luz recibida se le llama efecto Purkinje.

La Acomodación

Es la capacidad del ojo para enfocar objetos situados a diferentes distancias.

La Adaptación

Es la facultad del ojo para ajustarse automáticamente a cambios en los niveles de iluminación.

El Campo Visual

Cada ojo ve aproximadamente 150º sobre el plano horizontal y con la superposición de ambos se abarcan los 180º. Sobre el plano vertical sólo son unos 130º: 60º por encima de la horizontal y 70º por debajo.

El Contraste

Son las diferencias de color o luminancia entre un elemento del campo visual y el resto.

El Color como Fenómeno Físico

Los colores visibles van del violeta (380 nm) hasta el rojo (770 nm).

El Color como Fenómeno Sensorial

El color, como otras sensaciones que percibimos a través de los sentidos, está sometido a criterios de análisis subjetivos. Tradicionalmente distinguimos entre colores fríos y cálidos.

Colores y Mezclas

Los colores primarios o básicos en pintura son el cian, el magenta y el amarillo; y en iluminación, el azul, el verde y el rojo. Los secundarios se obtienen con mezclas al 50%; los terciarios, mezclando dos secundarios entre sí, etc.

Las mezclas, que en luminotecnia se consiguen mediante filtros y haces de luces, pueden ser aditivas o sustractivas.

Las mezclas aditivas u ópticas se obtienen sumando haces de luces de colores.

Las mezclas sustractivas o pigmentarias se consiguen aplicando a la luz blanca una serie de sucesivos filtros de colores que darán un tono de intensidad intermedia entre las componentes.

Para definir los colores se emplean diversos sistemas como el RGB (Red, Green, Blue) o el de Munsell (tono, valor y cromaticidad).

Magnitudes y Unidades de Medida

Flujo Luminoso

Es la potencia (W) emitida en forma de radiación luminosa a la que el ojo humano es sensible. Su unidad es el lumen (lm).

Intensidad Luminosa

Es el flujo luminoso emitido por unidad de ángulo sólido en una dirección concreta. Su unidad es la candela (cd).

Iluminancia

Es el flujo luminoso recibido por una superficie. Su unidad es el lux (lx), que equivale a lm/m².

Luminancia

Es la relación entre la intensidad luminosa y la superficie aparente vista por el ojo en una dirección determinada. Su unidad es la candela por metro cuadrado (cd/m²).

Rendimiento Luminoso o Eficiencia Luminosa

Es la relación entre el flujo luminoso producido y la potencia eléctrica consumida. Se mide en lúmenes por vatio (lm/W) y viene indicada en las características de las lámparas.

Cantidad de Luz

Define el flujo luminoso total emitido durante un cierto período de tiempo. Su unidad es el lumen-hora (lm·h).

Gráficos y Diagramas de Iluminación

Diagrama Polar o Curvas de Distribución Luminosa

En estos gráficos, la intensidad luminosa se representa mediante un sistema de coordenadas polares.

Diagramas Isocandela

Representan en un plano, mediante curvas de nivel, los puntos de igual valor de la intensidad luminosa.

Curvas Isolux

Son curvas que unen puntos de igual iluminancia sobre una superficie. A menudo se definen para una lámpara de 1000 lm y una altura de montaje de 1 m, permitiendo calcular la iluminancia para otras condiciones.

Tipos de Lámparas y sus Características

Luminiscencia

Es toda luz cuyo origen no radica exclusivamente en las altas temperaturas (incandescencia). Es una forma de “luz fría” en la que la emisión de radiación lumínica es provocada en condiciones de temperatura ambiente o baja.

Luz de Descarga Eléctrica en Gases

Las condiciones de la descarga eléctrica en el seno de un gas para la producción de luz dependen fundamentalmente de la presión del gas o vapor que exista en el interior del tubo de descarga. De ahí que se distingan tres tipos de descarga:

  • Descarga a baja presión.
  • Descarga a alta presión.
  • Descarga a muy alta presión.
Descarga a Alta Tensión (Electrodos Fríos – Tubos de Gases Nobles)

Para suministrar la cantidad suficiente de electrones libres en este tipo de descarga, se utilizan electrodos fríos construidos, la mayoría de las veces, de chapa de cromo-níquel.

Descarga a Baja Tensión (Electrodos Calientes – Lámparas de Vapor Metálico)

En un tubo de vidrio se introduce una cierta cantidad de sodio sólido o mercurio líquido y un gas noble para ayudar a iniciar la descarga y lograr transformar el metal en vapor. Se obtiene una descarga de vapor metálico en el seno de un gas, que puede incluso provocarse a una tensión baja normal (220 V), con electrodos precalentados o calentados. Las lámparas de vapor de sodio y de vapor de mercurio funcionan según este principio. Los espectros discontinuos de estas lámparas se mejoran por distintos medios:

  • En las de mercurio:
    • Por combinación con luz incandescente (lámparas de luz mezcla).
    • Por combinación con una capa fluorescente (lámparas de vapor de mercurio de color corregido).
    • Añadiendo halógenos metálicos (lámparas de vapor de halogenuros metálicos).
  • En las de sodio:
    • Por combinación con luz de mercurio en un recipiente de material transparente, a alta presión de llenado (en lámparas de sodio a alta presión).

Fotoluminiscencia (Lámparas Fluorescentes de Baja Presión)

Es la excitación a la luminiscencia de determinadas sustancias mediante una radiación, la mayoría de las veces radiación ultravioleta de onda corta generada por una descarga de mercurio a baja presión.

Como sustancias luminiscentes (fósforos) se emplean, entre otras, el wolframato de calcio, wolframato de magnesio, silicato de zinc, silicato de cadmio, borato de cadmio, halofosfatos, etc.

Se llama fluorescencia a todos aquellos fenómenos de luminiscencia en los que la emisión de radiación luminosa cesa casi inmediatamente después de que termina la excitación. El caso contrario, donde la emisión persiste, es la fosforescencia.

Condiciones Técnicas de las Lámparas

Distribución de la Intensidad Luminosa

La radiación de una lámpara no es igual en todas las direcciones del espacio, siendo afectada por la forma del filamento o tubo de descarga, la posición del casquillo, los soportes del cuerpo luminoso, etc., lo cual determina que cada tipo de lámpara posea una distribución típica de su intensidad luminosa.

Las curvas de distribución luminosa son esenciales para proyectar instalaciones de alumbrado, así como para el diseño de luminarias.

Efecto Biológico de la Radiación Emitida

Es necesario que las lámparas no emitan ninguna radiación peligrosa para el ser humano en condiciones normales de uso. Con las lámparas incandescentes, esta condición se cumple, ya que la mayoría de la radiación producida es infrarroja (calor) y visible.

Algunas descargas de gases, principalmente las de vapor de mercurio, contienen por naturaleza un porcentaje de radiación ultravioleta (UV) que se puede clasificar en:

  • UV-A: Bronceadora o de onda larga (entre 315 y 380 nm).
  • UV-B: Antirraquítica o de onda media (entre 280 y 315 nm).
  • UV-C: Germicida o de onda corta (entre 200 y 280 nm).
  • UV de vacío (incluye parte de UV-C): Ozonífera o de onda corta (entre 100 y 200 nm).

Normalmente, el vidrio de la ampolla exterior absorbe las radiaciones UV más peligrosas (UV-B y UV-C).

Calidad de Reproducción Cromática

La reproducción cromática (expresada por el Índice de Reproducción Cromática o IRC) se refiere al efecto que tiene una fuente de luz sobre la apariencia del color de los objetos que ilumina, en comparación con una fuente de luz de referencia (luz natural o cuerpo negro).

Constancia del Flujo Luminoso

El flujo luminoso de una lámpara disminuye con el tiempo de uso. Los valores indicados en los catálogos se refieren, para lámparas de incandescencia, a lámparas nuevas (0 horas de uso), y para lámparas de descarga, habitualmente a lámparas con 100 horas de funcionamiento (tras la estabilización inicial).

Vida Media y Vida Útil

La vida media es un concepto estadístico que representa la media aritmética de la duración en horas de un lote de lámparas hasta que falla el 50% de ellas.

La vida útil es una magnitud referida a la práctica, que indica el tiempo durante el cual la lámpara mantiene un flujo luminoso por encima de un porcentaje determinado de su valor inicial (p. ej., 70%) y sigue siendo económicamente rentable su uso, aunque esté en condiciones de seguir funcionando.

Tiempo de Encendido (Régimen Normal)

Las lámparas incandescentes se encienden inmediatamente emitiendo su flujo total. Las lámparas fluorescentes pueden hacerlo también si se emplean cebadores de arranque rápido o balastos electrónicos; de no ser así, el encendido se efectúa con cierto retraso después de uno o varios intentos (parpadeo). Las otras lámparas de descarga precisan un tiempo de encendido (calentamiento) de varios minutos, hasta que el vapor metálico adquiere la presión necesaria y el flujo luminoso alcanza su máximo valor.

Posibilidad de Reencendido Inmediato

Es la posibilidad de que la lámpara, después de ser apagada, pueda reencenderse inmediatamente en caliente con plena emisión de flujo luminoso. Esta condición sólo la cumplen las lámparas incandescentes y halógenas. Las lámparas de descarga presentan determinadas diferencias respecto a su posibilidad de reencendido inmediato, como se indica a continuación:

  • Lámparas de vapor de mercurio a alta presión: Necesitan un tiempo de enfriamiento de algunos minutos para poder reencender en caliente, y otro tiempo para alcanzar el flujo luminoso total.
  • Lámparas de halogenuros metálicos: Se comportan, en general, igual que las de vapor de mercurio, existiendo algunos tipos que pueden reencender en caliente mediante aparatos de encendido especiales.
  • Lámparas de vapor de sodio a alta presión: Los tipos que poseen aparato de encendido separado (ignitor externo) reencienden en caliente dentro de un minuto y alcanzan el flujo total prácticamente sin demora. Otros tipos necesitan enfriarse como las de mercurio.
  • Lámparas de vapor de sodio a baja presión: Se comportan de forma similar a las lámparas de vapor de mercurio; necesitan enfriarse para reencender.

Efecto Estroboscópico

En todas las fuentes de luz artificiales que funcionan con corriente alterna, la emisión de luz fluctúa con la frecuencia de la red. La luz se interrumpe brevemente cada vez que la corriente pasa por cero. Esto tiene lugar dos veces por período, por lo que para una frecuencia de red de 50 Hz se producirán 100 instantes de mínima emisión por segundo.

El efecto estroboscópico es el fenómeno visual a través del cual nos parece ver un cuerpo que gira o se mueve rápidamente como si estuviera detenido o moviéndose más lentamente, cuando lo iluminamos con una fuente de luz que parpadea a una frecuencia determinada. Este efecto puede ser molesto o incluso peligroso en entornos industriales.

Lámparas Incandescentes

Lámparas Incandescentes Convencionales

La lámpara incandescente produce luz por medio del calentamiento eléctrico de un alambre (filamento), generalmente de wolframio (tungsteno), a una temperatura tan alta que emite radiación visible.

Las partes principales de una lámpara incandescente son el filamento, los soportes del filamento, la ampolla de vidrio, el gas de relleno (inerte, como argón o nitrógeno, o vacío en lámparas de baja potencia) y el casquillo.

En estas lámparas, gran parte de la energía eléctrica transformada se pierde en forma de calor (radiación infrarroja) y por ello su eficacia luminosa es pequeña (típicamente 10-18 lm/W).

Estas lámparas tienen la ventaja de que se conectan directamente a la red, no necesitando ningún equipo auxiliar para su funcionamiento, y ofrecen una excelente reproducción cromática (IRC=100).

Lámparas Halógenas de Wolframio (Tungsteno)

La alta temperatura del filamento de una lámpara incandescente normal causa que las partículas de wolframio se evaporen y se depositen en la pared interior de la ampolla, oscureciéndola y reduciendo el flujo luminoso con el tiempo. Las lámparas halógenas poseen un gas de relleno que incluye una pequeña cantidad de un componente halógeno (como yodo o bromo) y trabajan con el ciclo regenerativo del halógeno para prevenir este oscurecimiento.

El wolframio evaporado del filamento se combina químicamente con el halógeno en las zonas más frías de la lámpara para formar un halogenuro de wolframio gaseoso. Este gas circula por convección. Cuando dicho gas se acerca al filamento incandescente, la elevada temperatura lo descompone, volviendo a depositar el wolframio sobre el filamento y liberando el halógeno, que queda disponible para continuar el ciclo.

La diferencia principal con una lámpara incandescente convencional está en la ampolla y el gas de relleno. Debido a que la temperatura de la pared de la ampolla debe ser suficientemente alta (al menos 250 °C) para que el ciclo funcione, las lámparas halógenas son más compactas y su ampolla está hecha de un vidrio de cuarzo o de alta sílice (que soporta mayores temperaturas y no debe tocarse con los dedos directamente, ya que la grasa puede causar su rotura al calentarse).

Las ventajas de las lámparas halógenas de wolframio con respecto a las lámparas incandescentes normales son: mayor vida útil, mayor eficiencia luminosa (hasta 25 lm/W), menor tamaño, mayor temperatura de color (luz más blanca) y una depreciación luminosa casi nula a lo largo de su vida.

Lámparas de Descarga en Vapor de Mercurio

Lámparas Fluorescentes

La lámpara fluorescente es una lámpara de descarga en vapor de mercurio a baja presión, en la cual la luz visible se produce predominantemente mediante polvos fluorescentes (fósforos) que recubren el interior del tubo. Estos fósforos son activados por la energía ultravioleta (principalmente 254 nm) generada por la descarga eléctrica en el vapor de mercurio.

Las partes principales de la lámpara fluorescente son el tubo de vidrio (ampolla), la capa fluorescente, los electrodos (filamentos recubiertos de material emisor de electrones), el gas de relleno (vapor de mercurio a baja presión y un gas inerte como argón) y los casquillos en los extremos.

Requieren un balasto para limitar la corriente y, a menudo, un cebador para iniciar la descarga (excepto en sistemas de encendido rápido o electrónico).

Lámparas de Vapor de Mercurio a Alta Presión

En estas lámparas, la descarga eléctrica se produce en un tubo de descarga de cuarzo que contiene una pequeña cantidad de mercurio y un relleno de gas inerte (generalmente argón) para ayudar al encendido. La descarga opera a una presión y temperatura mucho mayores que en las lámparas fluorescentes. La radiación emitida por la descarga contiene líneas espectrales visibles (azul, verde, amarillo) y también una cantidad significativa de radiación ultravioleta.

Para mejorar la calidad del color (muy azulado en las lámparas sin corregir) y aprovechar la radiación UV, la superficie interna de la ampolla exterior de vidrio suele cubrirse con un polvo fluorescente (fósforo) que emite luz roja. Estas son las lámparas de”luz corregid” o”color corregid”.

Principios de Funcionamiento

Cuando se examina el funcionamiento de la lámpara de mercurio de alta presión, se deben considerar tres fases bien diferenciadas: ignición, calentamiento (encendido) y estabilización.

Ignición

La ignición se logra a menudo mediante un electrodo de arranque auxiliar situado muy cerca de uno de los electrodos principales y conectado eléctricamente al otro electrodo principal a través de una resistencia de alto valor. Al aplicar tensión a la lámpara, se establece una pequeña descarga luminiscente entre el electrodo principal y el de arranque, que ioniza el gas argón. Esta descarga inicial calienta el gas y facilita que la descarga principal (arco) se establezca entre los dos electrodos principales.

Calentamiento (Encendido)

Inicialmente, la descarga se produce principalmente en el gas argón. El calor generado por el arco comienza a vaporizar el mercurio líquido presente en el tubo de descarga. A medida que el mercurio se vaporiza, la presión dentro del tubo aumenta considerablemente, y el mercurio se convierte en el principal conductor de la corriente. Durante este proceso, que dura varios minutos (tiempo de encendido), el flujo luminoso y el consumo eléctrico aumentan gradualmente. La luz emitida se vuelve más intensa y su composición espectral cambia.

Estabilización

Una vez que todo el mercurio se ha vaporizado y la lámpara alcanza su temperatura y presión de operación normales, se estabiliza. Como todas las lámparas de descarga de arco, posee una característica de resistencia eléctrica negativa (la resistencia disminuye al aumentar la corriente), por lo que no puede operar directamente conectada a la red. Requiere un balasto (reactancia o transformador) en serie para limitar la corriente y asegurar un funcionamiento estable.

Lámparas de Luz Mezcla

Las lámparas de luz mezcla son una combinación, dentro de la misma ampolla exterior (generalmente recubierta de fósforo), de un tubo de descarga de vapor de mercurio a alta presión y un filamento de wolframio incandescente conectado en serie con el tubo de descarga.

El filamento actúa como resistencia limitadora (balasto) para el tubo de descarga, eliminando la necesidad de un balasto externo. Además, la luz rojiza emitida por el filamento incandescente se mezcla con la luz azul-verdosa de la descarga de mercurio, mejorando la reproducción cromática general de la lámpara en comparación con una lámpara de mercurio estándar.

Se conectan directamente a la red como una lámpara incandescente, pero tienen mayor eficiencia y vida útil que estas últimas, aunque inferiores a las de las lámparas de mercurio con balasto externo.

Lámparas de Halogenuros Metálicos

Son lámparas de descarga en gas a alta presión que, además de mercurio y un gas de arranque (como argón), contienen en el tubo de descarga pequeñas cantidades de sales metálicas halogenadas (halogenuros) de diversos elementos, como sodio, talio, indio, escandio, disprosio (Dy), holmio (Ho), tulio (Tm), etc.

Estos halogenuros se vaporizan cuando la lámpara alcanza su temperatura normal de funcionamiento. Los átomos metálicos resultantes se excitan en el arco de descarga y emiten radiación en sus líneas espectrales características. Al utilizar diversas combinaciones de halogenuros, se consigue llenar el espectro visible mucho mejor que con el mercurio solo, lo que resulta en una luz blanca de alta intensidad y una excelente reproducción cromática.

Tienen una alta eficacia luminosa y son ampliamente utilizadas en iluminación comercial, industrial, deportiva y de exteriores donde se requiere buena calidad de luz.

Lámparas de Descarga en Vapor de Sodio

Lámparas de Sodio a Baja Presión (SBP)

Principio de Funcionamiento

El tubo de descarga, generalmente largo y delgado, a menudo en forma de U o lineal, contiene sodio metálico y una mezcla de gases nobles (neón y argón) a baja presión para facilitar el encendido. Este tubo está alojado dentro de una ampolla exterior de vidrio al vacío, cuya superficie interna suele tener una capa reflectora de calor (óxido de indio y estaño) para mantener la temperatura óptima de la pared del tubo de descarga (aproximadamente 260 °C). Esto es necesario para que el sodio se mantenga vaporizado a la presión adecuada con una mínima pérdida de calor.

Al encender la lámpara, la descarga se inicia en los gases nobles (principalmente neón), produciendo una luz rojiza tenue. El calor de esta descarga inicial vaporiza gradualmente el sodio. A medida que la presión de vapor de sodio aumenta, la descarga pasa a ser predominantemente de sodio, emitiendo su característica luz amarilla monocromática (líneas D del sodio a 589.0 y 589.6 nm). La lámpara alcanza su flujo luminoso establecido en aproximadamente siete a quince minutos.

La lámpara SBP posee la eficiencia luminosa más alta de todas las fuentes de luz disponibles comercialmente (hasta 200 lm/W), y una larga vida útil. Sin embargo, su luz monocromática amarilla hace que la reproducción de los colores sea prácticamente nula (IRC cercano a 0). Por lo tanto, esta lámpara se aplica principalmente en aquellos lugares donde la reproducción del color es de menor importancia y prima la eficiencia energética, como el alumbrado público de carreteras, túneles y áreas de seguridad.

Lámparas de Sodio a Alta Presión (SAP)

La lámpara de sodio a alta presión es bastante diferente de la lámpara de sodio a baja presión. La descarga se produce en un tubo de arco mucho más pequeño y corto, hecho de cerámica translúcida (óxido de aluminio policristalino), que puede soportar las altas temperaturas y la corrosión química del sodio a alta presión y temperatura.

El tubo de descarga contiene un exceso de sodio, una pequeña cantidad de mercurio (que actúa como gas amortiguador y aumenta la eficacia) y un gas de encendido (generalmente xenón). La presión de vapor de sodio durante el funcionamiento es mucho más alta que en las lámparas SBP. Esta alta presión provoca un ensanchamiento considerable de las líneas de emisión del sodio, resultando en una luz de color blanco-dorado y una reproducción cromática aceptable (IRC típicamente entre 20 y 30, aunque existen versiones con IRC mejorado hasta 60-85).

El tubo de descarga se aloja en una envoltura exterior de vidrio protectora, generalmente al vacío o rellena de gas. Requieren un ignitor (arrancador de alta tensión) para iniciar la descarga y un balasto para limitar la corriente.

En comparación con la lámpara de sodio a baja presión, ofrecen una eficiencia luminosa menor (aunque todavía alta, hasta 150 lm/W) pero una reproducción del color bastante más aceptable, lo que las hace adecuadas para una gama más amplia de aplicaciones, incluyendo alumbrado público urbano, industrial y comercial.

Otras Tecnologías de Lámparas

Lámparas Fluorescentes de Alta Potencia sin Electrodos (Inducción Magnética)

En estas lámparas, la descarga en el gas (vapor de mercurio a baja presión) no se mantiene mediante electrodos que atraviesan la ampolla, sino que se genera y mantiene mediante un campo electromagnético de alta frecuencia (inducción), creado por una bobina situada fuera o dentro de la ampolla.

La ausencia de electrodos, que son el principal punto de fallo en las lámparas convencionales, les confiere una vida útil extremadamente larga.

Las principales ventajas de esta lámpara son:

  • Duración de vida extremadamente larga: típicamente 60.000 a 100.000 horas.
  • Potencias de lámparas disponibles (ejemplos): 100 W, 150 W.
  • Flujo luminoso elevado: hasta 12.000 lúmenes o más.
  • Buena eficacia luminosa: alrededor de 80 lm/W.
  • Bajo perfil geométrico en algunos diseños, que permite el desarrollo de luminarias planas.
  • Luz confortable sin oscilaciones perceptibles (funcionan a alta frecuencia).
  • Arranque instantáneo o muy rápido, sin parpadeos ni destellos.

Lámparas de Descarga de Gas a Baja Presión por Inducción (Tipo QL o similar)

Este tipo de lámpara consta de un recipiente de descarga (ampolla) que contiene el gas a baja presión (similar a una fluorescente) y un acoplador de potencia (antena o bobina de inducción) que genera el campo de radiofrecuencia necesario para excitar el gas. La ampolla está recubierta internamente con fósforos para convertir la radiación UV en luz visible.

Las principales ventajas de estas lámparas son:

  • Duración extremadamente larga: típicamente 60.000 a 100.000 horas.
  • Potencias de lámparas disponibles (ejemplos): 55 W, 85 W, 165 W.
  • Flujo luminoso elevado: hasta 12.000 lúmenes o más.
  • Buena eficacia luminosa: entre 65 y 81 lm/W.
  • Encendido instantáneo, libre de parpadeos y efectos estroboscópicos.
  • Agradable luz de gran confort visual, con buena reproducción cromática disponible.