El Sexenio Democrático: Auge y Caída de un Ideal (1868-1874)
El Sexenio Democrático (1868-1874): Un Periodo de Ilusiones y Frustraciones
El **Sexenio Democrático (1868-1874)** fue un periodo de ilusiones y frustraciones políticas agravadas por el cambio social. Fue el ensayo del primer intento fallido del sistema democrático, bajo un régimen monárquico primero (Amadeo I) y la I República después. Se caracterizó por el protagonismo de la pequeña burguesía urbana y el movimiento obrero en la búsqueda de un orden político y social que satisficiera sus aspiraciones. Fue la última etapa de la revolución liberal, caracterizada por reivindicaciones económicas para alcanzar el “estadio capitalista” y una conflictividad social con movimientos revolucionarios nuevos, como el **cantonalismo**, y otros endémicos como el **carlismo** y los conflictos coloniales en Cuba. Fracasará por la radicalización, desembocando en la vuelta de los Borbones en 1875.
Crisis Precedentes al Sexenio
En el último periodo del reinado de Isabel II se produjeron crisis que agravaron la deficiencia del estado liberal y ahondaron las debilidades económicas. Entre ellas destacan:
- La **crisis financiera**, que comenzó con la bajada del valor de las acciones en bolsa, así como crisis en las entidades financieras.
- La **Guerra de Secesión americana**, que encareció la importación de algodón de Cataluña, subiendo los precios y provocando una crisis industrial debido a la escasa demanda.
- Las **malas cosechas**, que elevaron el precio de los productos básicos para la alimentación, lo que provocó la crisis de subsistencias.
- La **crisis política**, por el agotamiento y debilitamiento del sistema isabelino, reflejado en pronunciamientos y levantamientos, como el Pacto de Ostende (1866) entre progresistas y demócratas, con el objetivo de derrocar a la reina.
Tras la muerte de O’Donnell, se incorpora la Unión Liberal a la conspiración antiborbónica con los mandos militares que la formaban. Crean un Comité secreto en Madrid con unionistas, progresistas y demócratas para preparar la insurrección que desembocaría en un pronunciamiento militar.
La Revolución Gloriosa y el Gobierno Provisional
En septiembre de 1868 se produjo **“La Gloriosa”**, apoyada por Serrano y Prim. Se inició con el pronunciamiento del almirante Topete en Cádiz, y se propagó por la costa andaluza. Los sublevados se encaminaron a Madrid derrotando en el Puente de Alcolea a un ejército realista comandado por Pavía. Seguidamente, se crean Juntas Revolucionarias con consignas de libertad, soberanía, separación de Iglesia y Estado, proclamación de la I República, etc.
Como consecuencia, el gobierno dimite e Isabel II se exilia en Francia. Tras esto, se produce un gobierno provisional centrista dirigido por Serrano, que implanta la libertad de imprenta, derecho de reunión y sufragio universal. Sin embargo, hace frente a la guerra en Cuba. Prim disuelve las Juntas Revolucionarias y la Milicia Nacional y convoca elecciones a Cortes Constituyentes.
Estas dan la mayoría a fuerzas gubernamentales, pero se mostraron los republicanos y los carlistas. Se elaboró la **Constitución de 1869** que declaraba la soberanía nacional de la cual emanaba el resto de poderes. El poder ejecutivo lo tenía el rey y el legislativo y jurídico los ministros, además de una gran declaración de derechos, sufragio universal, diputaciones y ayuntamientos por sufragio y libertad de culto.
Se quería reorientar la política económica favoreciendo los intereses económicos de la burguesía, la recuperación económica y facilitando inversiones de capitales extranjeros. Se promulgaron la Ley de Minas y la Ley de Bases Arancelarias. Se creó la peseta para los intercambios y se puso fin a la contribución de consumos para primar los impuestos directos.
El 68 no fue una auténtica revolución porque el campesinado vio frustradas sus esperanzas de reparto de tierras y radicalización del movimiento obrero favorecido por el internacionalismo. Además, los republicanos no vieron satisfechas sus pretensiones de establecer una República.
Fuerzas Políticas en el Sexenio
Las fuerzas políticas más relevantes eran:
- En la **derecha**: los **carlistas**, que defendían el catolicismo y la primacía monárquica, apoyados en País Vasco, Navarra, Cataluña y Levante, y los **moderados** que querían a Isabel II y apoyados por la burguesía agraria, donde destacaba Cánovas, quien no quedó satisfecho con el giro democrático.
- En el **centro**: los **unionistas liberales**, **progresistas** y **demócratas** que defendían una monarquía subordinada a la soberanía nacional y a las libertades públicas, apoyados por la burguesía financiera e industrial, el ejército, intelectuales y clases medias.
- En la **izquierda**: el **Partido Republicano Federal**, defensor de la república, separación de la Iglesia y el Estado y oposición a la intervención del ejército en política, apoyados por la pequeña burguesía, clases populares urbanas y movimientos obrero y campesino. Levantamientos que reivindicaban la Republica federal y crean un consejo federal. Había tres tendencias: benévolos (con Pi y Margall, respetaban la legalidad y abogaban por una República Democrática “de arriba abajo”), intransigentes (con José María Orense, apoyaban la insurrección popular y una federación “de abajo a arriba”) y unitarios (con Castelar, querían una república unitaria Conservadora).
El Reinado de Amadeo I (1871-1873)
Tras aprobar la Constitución, Serrano fue regente y Prim gobernador. Sus objetivos eran anular los partidos políticos contrarios, desarrollo legislativo de la Constitución y búsqueda de un candidato al trono.
Se elige a Amadeo de Saboya que llega tres días después del asesinato de Prim, su valedor. Se produce una conflictividad social acentuada entre el campesinado, que quería un reparto de tierras, revueltas urbanas por la subida de precios y la presión del movimiento obrero.
Amadeo I aceptó el trono en 1871, con la idea de modernizar España. Pero su reinado fracasó por su carácter débil, la muerte de Prim y las escasas simpatías. Sus contrarios eran aristócratas y terratenientes, sectores industriales, moderados, que organizan la vuelta de los Borbones, la iglesia, carlistas y republicanos. Los conflictos marcan su gobierno.
Por un lado, la **guerra de Cuba (1868-1878)** iniciada por promesas incumplidas. Se crearon sociedades independentistas que se sublevan trayendo problemas a España. Por otro lado, los **carlistas** provocan otra insurrección con Carlos VII, que se extendió por el noreste sin pasar del Ebro.
El temor al movimiento obrero prohíbe la AIT y las organizaciones obreras. Hubo polémica cuando Ruiz Zorrilla puede disolver los artilleros, cuando el rey quiso vetar el nombramiento del general Hidalgo al acusarle de radical. La exigencia de Zorrilla se rechazó dejando malestar.
La desintegración de la coalición gubernamental sin líder provocó enfrentamientos entre monárquicos y que no respondieron a los problemas. El partido Constitucionalista (Sagasta) ahonda en el proceso democrático mientras que el radical (Ruiz Zorrilla), optó por frenarlo.
Amadeo I abdica en 1873 dejando un vacío institucional. El Congreso y el Senado se unen en Asamblea Nacional. El apoyo del Partido Radical y demócrata a los republicanos permitió la proclamación de la I República, que nace el 11 de febrero como alianza entre Partido Radical y republicanos.
La Primera República Española (1873-1874)
Fue reconocida por EEUU y Suiza, pero no por los demás países ya que tenían miedo del espíritu revolucionario. Tuvo el apoyo de la burguesía liberal, intelectuales y sectores obreros. Los carlistas conservadores y el clero estaban en contra. Los unitarios defendían la unidad del estado y el desarrollo de una sociedad moderna, libre y con garantías individuales.
Todos estos elementos, más los conflictos heredados impiden su consolidación. La primera etapa, presidida por el federalista moderado Estanislao Figueras abarca de febrero a junio de 1873. Hace frente a la quiebra financiera, recuperación económica con dos conflictos, atención de las garantías democráticas, reformas sociales exigidas, guerra de Cuba y II Guerra Carlista.
Además, sofoca levantamientos campesinos y obreros en Andalucía y Cataluña y evita dos intentonas golpistas de los radicales. Aun con todo, se propone construir un moderno Estado democrático y convoca Cortes Constituyentes ganadas por republicanos federales.
Abole la esclavitud en Puerto Rico y suspende las quintas. Los federales habían buscado la vía insurreccional para la construcción del Estado de abajo a arriba, las circunstancias hicieron que tuvieran que hacerlo desde arriba. Cuando eso se hizo, estallaron los problemas produciendo desordenes sociales promovidos por los intransigentes que buscaban cambiar la sociedad desde abajo radicalmente. El 8 de junio las Cortes proclaman la Republica Federal y Figueras dimite.
La segunda etapa estuvo presidida por el federalista Pi y Margall de junio ha julio. Presento a las Cortes la propuesta de la **Constitución de 1873**, que no se llega a promulgar. Define España dividida en 17 estados, incluyendo Cuba y Puerto Rico, con autonomía económica, política y administrativa. Recogía una declaración de derechos, separación de Iglesia-Estado y abolición de los títulos de nobleza. Cada Estado podía elaborar su propia Constitución. Habría dos cámaras, Congreso y Senado. Cada municipio presentaba su división de poderes: Legislativo (Ayuntamiento), Ejecutivo (Alcaldía) y Judicial (Tribunales locales); basándose en la división del Estado: legislativo (dos cámaras de elección directa), ejecutivo (Jefe de Gobierno) y judicial (Tribunal Supremo). Nunca llego a aprobarse.
El mayor conflicto fue la **rebelión cantonal** (movimiento político-social que llevaba al extremo el concepto de autonomía federal y subrayo el poder soberano de algunas localidades) iniciándose en Cartagena y extendiéndose por la costa, con núcleo en Levante y Andalucía declarados independientes, impulsando políticas de igualdad, promovidas por intransigentes que aspiraban a una Republica desde abajo. Mayor situación de crisis para la Republica.
La tercera etapa de julio a septiembre, presidida por Nicolás Salmerón. Arsenio Martínez Campos y Pavía eliminan los cantones, quedando los de Málaga y Cartagena. Salmerón dimite al no querer firmar penas de muerte contra líderes cantonalistas.
La etapa final con la presidencia de Emilio Castelar, unionista, de septiembre ha enero de 1874 da un giro conservador. Gobernó por decreto, suspendió las garantías constitucionales, el principio federal y cerró las Cortes. Su reapertura en 1874 derivo en una moción de censura contra la actitud autoritaria de Castelar, enemistado con los republicanos federales.
Este marco lo aprovecho Pavía para disolver las Cortes con el fin de que el gobierno no volviera a los republicanos federalistas. La jefatura del gobierno paso a Serrano apoyado por progresistas y unionistas, se ilegaliza al partido federal y clubs republicanos, y restaura el orden público. Cánovas ha ido preparando el terreno para el retorno de los Borbones, garantizando derechos individuales y pervivencia de las instituciones liberales. Alfonso, a instancias de Cánovas, había firmado el Manifiesto de Sandhurst, que explicaba los principios de su reinado en un régimen conservador, liberal y católico para recuperar la estabilidad política y el orden social.
El Fin del Sexenio y la Restauración Borbónica
El 29 de diciembre de 1874 se produjo el pronunciamiento, en Sagunto, del general Arsenio Martínez Campos que proclama ha Alfonso XII rey.
El ejército no reacciona. Dos días más tarde, Cánovas se convirtió en el presidente provisional a la espera de la llegada de Alfonso XII.