Educación para la creatividad

Félix M. Bello Rodríguez

Las letras son más que letras

He pensado que podría utilizar la letra F; particularmente, me gusta más con esta fuente:           . La letra F, mi letra F, aparece desde la parte inferior izquierda como una circunferencia de la que sale una línea curva ascendente.

Imagina un depósito donde se crean los sueños, sueños amargos y sueños bellos que, de tantos que se crean, salen empujados hacia fuera. Los sueños viajan y se encuentran con que una gran cuesta les complica el paso. La cuesta, para mayor dificultad, cuenta con una gran tijera hambrienta que elimina esos sueños más grandes e imposibles, pero que, de una forma u otra, permiten que los sueños más pequeños escapen de esa tijera hacia arriba.

Entonces, los sueños que consiguen escapar llegan a un cruce con sus propios compañeros. En la parte superior derecha, se aprecia cómo, después de pasar por la tijera, los sueños siguen rectos hasta donde se cruzan. Los sueños más hábiles y luchadores consiguen zafarse y dar la curva que les llevará a la recta final. Si son buenos sueños, no se llevarán a otros por delante; y por avariciosos, se destruirán junto con esos que salen de la parte más baja.

Una vez que pasan de aquí, los sueños tienen que superar una última prueba, más personal en este caso. Si son capaces de superar sus ganas de llegar a cumplirse, bajarán precavidos por la gran cuesta y no se desvanecerán con el golpe que recibirán si bajan a mucha velocidad.

Una vez pasadas las pruebas, los sueños llegarán a la salida y verán la luz del día después de estar retenidos tanto tiempo para nada porque caerán al vacío y quedarán depositados con tantos otros en la ondulación que se forma justo debajo, creando un lago de sueños. Y los sueños, ¡sueños son, oiga!

Carta a la creatividad

Querido yo mismo.

Me dirijo a ti porque tengo una gran inquietud con todo esto. ¿Por qué, sin conocerte, te demandan cosas constantemente? ¿No saben que la creatividad no se consigue así como así? ¿Y por qué son tan pocos los que te necesitan? Ellos tienen miedo de ser creativos, ¿y por qué? Porque la creatividad es peligrosa, puede transformar a una persona en algo totalmente diferente, y todos ellos no quieren ser creativos por miedo. ¿Miedo a qué? No lo sé.

A veces, hasta yo pierdo la confianza en mí mismo, y es que esta maldita sociedad merma el interés de los sujetos que dependen de mí. Se te pone todo en bandeja, y no hay nada menos creativo que alguien que cree ser creativo y no lo es, y todo porque lo que rápido llega, rápido se va. Pero si es que ellos ni siquiera tienen claro lo que quieren. Si no tienen eso claro, no podemos hacer nada. Ni siquiera yo tengo claro quiénes son ‘ellos’. Todo esto es muy confuso, pero está claro que el que la sigue, la consigue. Te deseo mucha suertecita y haz una lista o un esquema porque te puedes perder fácilmente.

No te entretengo más, que tienes mucho trabajo por delante. Yo te aconsejo que tengas paciencia con todo este asunto, no hagas caso de malas conciencias o muros que impidan nada, y lucha por quien lucha por ti.

Atentamente, la creatividad. Que sigas bien.

Viaje a la Divinidad

Nada importa realmente. Si de verdad quieres alcanzar la divinidad, desecha todas esas cosas que te frenan en tu viaje hacia ella. En primer lugar, debes vivir pensando en que tienes el deber de sonreír lo más que puedas con las pequeñas cosas que encuentres, e intentar hacer reír de la misma manera. No desees lo que no puedas tener, pero sigue teniendo tus grandes sueños. A veces queremos mucho más de lo que necesitamos y hacemos mucho menos de lo que deberíamos. Basta con pararte tranquilamente en tu propia compañía para saber lo que realmente deseas. Ama a quien te ama por cómo eres y cómo sientes, y no te sientas atado por nada ni por nadie. Demuestra al mundo quién eres y ámate a ti mismo más que a nada, siempre escuchando todo aquello que te rodea. A veces, con solo escuchar, solucionamos muchas cosas; que no se te escapen. Sonríe a los problemas y dales una buena patada en el culo; te aseguro que es lo que más les molesta. Aporta y comparte lo que te gustaría recibir. Por lo tanto, esa paz que deseas, proyéctala a los demás, enseñando en todo momento todo lo que hayas aprendido. Todo esto sin esperar nada a cambio; los mejores regalos son aquellos que no te esperas. Y lo más importante: busca sentirte bien en cada momento de tu vida e intentar hacer sentir bien a otros. Simplemente, sé feliz dejando tu huella por donde pasas. Aprovecha todos los momentos y lucha por ello. El día en el que sepas hacerlo, se te abrirán muchas puertas.