Institucionalización del Régimen Franquista y Relaciones Internacionales

Primera Etapa (1939-1950): II Guerra Mundial, Aislamiento y Autarquía

Política Interior (1939-1950)

Entre 1939 y 1945, coincidiendo con la Segunda Guerra Mundial, se produjo un proceso de fascistización del régimen. Tras la guerra, entre 1945 y 1950, España vivió un periodo crítico debido al aislamiento internacional, aunque la emergente Guerra Fría facilitó su posterior integración en el bloque occidental.

Durante estos años, se establecieron leyes fundamentales para controlar la vida política, social y cultural:

  • Ley de Responsabilidades Políticas (1939) y Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo (1940): Destinadas a depurar a quienes colaboraron con la República.
  • Decreto de 1940: Prohibición de partidos políticos.
  • Ley de Unidad Sindical (1940): Prohibición de sindicatos libres y establecimiento del Sindicato Vertical obligatorio.

Tras 1945, se crearon otras leyes fundamentales para dar una apariencia de legalidad al régimen:

  • Fuero de los Españoles: Una declaración de derechos y deberes muy limitada.
  • Ley Constitutiva de las Cortes (1942): Creación de unas Cortes orgánicas, no elegidas democráticamente, sino designadas por Franco o por corporaciones.
  • Ley de Referéndum Nacional (1945): Permitía a Franco convocar plebiscitos sobre leyes importantes.
  • Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947): Definía a España como un reino y permitía a Franco designar a su sucesor a título de rey.

En política social, José Antonio Girón de Velasco desarrolló un incipiente sistema de Seguridad Social, comenzando con el Seguro Obligatorio de Enfermedad.

Política Exterior (1939-1950)

Durante la Segunda Guerra Mundial, España pasó de una estricta neutralidad inicial a la no beligerancia en junio de 1940, tras la caída de Francia, mostrando simpatía por las potencias del Eje. Franco se reunió con Hitler en Hendaya (octubre de 1940) para negociar la entrada de España en la guerra, pero sus exigencias (suministros, Gibraltar, Marruecos francés y parte de Argelia) fueron rechazadas por Hitler. España colaboró con el Eje permitiendo el aprovisionamiento de submarinos y aviones alemanes e italianos y enviando la División Azul (formalmente voluntarios) a luchar contra la URSS junto al ejército alemán. En 1943, ante el cambio de rumbo de la guerra (caída de Mussolini, victorias aliadas), Franco ordenó la retirada de la División Azul, destituyó al pronazi Serrano Súñer y volvió a una estricta neutralidad.

Tras la guerra (1945), España sufrió un fuerte aislamiento internacional. Los países vencedores consideraban al régimen una reliquia del fascismo. España fue vetada para ingresar en la recién creada ONU y excluida del Plan Marshall. En 1946, la Asamblea General de la ONU recomendó la retirada de embajadores, medida que fue secundada por la mayoría de países, con excepciones notables como Argentina, Portugal, Irlanda, Suiza y el Vaticano. Francia cerró su frontera pirenaica hasta 1948. Sin embargo, no se llegó a un bloqueo económico total.

Economía (1939-1950)

El régimen implementó una política económica autárquica, basada en el autoabastecimiento y un fuerte control estatal. Se creó el Instituto Nacional de Industria (INI) en 1941 para fomentar la industrialización y reducir la dependencia exterior, especialmente en sectores estratégicos. Sin embargo, la escasez de materias primas, fuentes de energía, tecnología y capital limitó gravemente su desarrollo. La década de 1940 fue una etapa de profunda pobreza, escasez generalizada, racionamiento de productos básicos y auge del mercado negro (estraperlo).

Oposición (1939-1950)

Entre 1944 y 1949, surgió un movimiento de resistencia armada guerrillera, conocido como el maquis. Formado principalmente por comunistas, socialistas y anarquistas, actuaron en zonas montañosas realizando sabotajes y ataques. Sin embargo, su actividad fue limitada por el escaso apoyo popular y la dura represión del Ejército y la Guardia Civil.

La oposición política se reorganizó en el exilio, con la formación de un gobierno republicano simbólico. También existió una oposición monárquica, liderada por Don Juan de Borbón (hijo de Alfonso XIII), quien en 1945 publicó el Manifiesto de Lausana pidiendo la restauración de la monarquía. Franco neutralizó esta oposición interna (generales como Aranda y Varela fueron desplazados) y externa con la aprobación de la Ley de Sucesión en 1947, que definía a España como reino pero dejaba en sus manos la elección del futuro rey.

Etapa de Transición y Reconocimiento Exterior (1950-1959)

Política Interior

A partir de 1950, los falangistas más radicales perdieron influencia en el gobierno, siendo sustituidos por figuras ligadas a un catolicismo conservador y tradicional (nacionalcatolicismo). En 1953 se firmó un Concordato con la Santa Sede, que otorgaba importantes privilegios a la Iglesia católica a cambio del apoyo al régimen.

Se produjo un acercamiento con los sectores monárquicos tras el acuerdo entre Don Juan y Franco, permitiendo la llegada a España de su hijo, Juan Carlos de Borbón, para ser educado bajo la tutela del dictador. En 1958 se promulgó la Ley de Principios del Movimiento Nacional, que actualizaba los principios ideológicos del régimen y obligaba a todos los cargos y funcionarios públicos a jurarlos.

Política Exterior

El contexto de la Guerra Fría fue clave para la rehabilitación internacional de España. El anticomunismo del régimen y la posición geoestratégica de la Península Ibérica hicieron que Estados Unidos viera a España como un aliado potencial.

  • En 1950, la ONU revocó la recomendación de retirar embajadores.
  • En 1951 se restablecieron las relaciones diplomáticas plenas con EE. UU.
  • En 1953 se firmaron los Pactos de Madrid entre España y EE. UU., acuerdos de colaboración militar y económica por los que España recibió ayuda económica y material militar a cambio de permitir la instalación de bases militares estadounidenses en territorio español (Torrejón, Zaragoza, Morón, Rota).

Estos acuerdos supusieron el fin definitivo del aislamiento. España comenzó a integrarse en organismos internacionales: UNESCO (1952), ONU (1955). En 1956, tras las presiones nacionalistas y la independencia del Marruecos francés, España concedió la independencia al protectorado de Marruecos, aunque conservó la soberanía sobre Sidi Ifni, el Sáhara Occidental, Ceuta y Melilla.

Economía

Desde 1951, se intentó una tímida apertura económica y una cierta liberalización. La ayuda americana contribuyó a mejorar el abastecimiento y a poner fin al racionamiento y al mercado negro. Se inició una modesta reforma agraria con la Ley de Concentración Parcelaria y planes de colonización como el Plan Badajoz. Paralelamente, se produjo la primera gran oleada de emigrantes rurales hacia las ciudades industriales y hacia Europa.

El crecimiento económico de estos años estuvo acompañado de una fuerte inflación y conflictividad social. Surgieron los primeros movimientos de protesta obrera significativos desde la Guerra Civil, como la huelga de tranvías en Barcelona (1951) o las huelgas mineras en Asturias (1957-1958).

Oposición

El comienzo del reconocimiento internacional del franquismo debilitó las esperanzas de la oposición en una intervención exterior. El Partido Comunista de España (PCE), liderado desde el exilio por Santiago Carrillo, se consolidó como la fuerza opositora más organizada y activa en el interior, promoviendo una política de reconciliación nacional y la formación de un frente antifranquista amplio. En 1956 se produjeron las primeras protestas universitarias importantes en Madrid.

Segunda Etapa (1959-1973): Desarrollismo Económico y Apertura Controlada

Política Interior

En 1957, entraron en el gobierno ministros tecnócratas, muchos vinculados al Opus Dei, que impulsaron la modernización económica. Se promulgaron leyes que buscaban modernizar las estructuras del régimen y mejorar su imagen exterior, aunque manteniendo intacto el carácter dictatorial:

  • Ley de Prensa e Imprenta (1966): Impulsada por Manuel Fraga Iribarne, suprimió la censura previa pero estableció un sistema de multas y secuestros de publicaciones a posteriori.
  • Ley de Libertad Religiosa (1967): Autorizaba el ejercicio privado de otras confesiones religiosas distintas a la católica.
  • Ley General de Educación (1970): Conocida como Ley Villar Palasí, estableció la educación obligatoria y gratuita hasta los 14 años (EGB).
  • Ley Orgánica del Estado (1967): Aprobada en referéndum, separaba los cargos de Jefe del Estado y Presidente del Gobierno y definía la estructura institucional para después de la muerte de Franco.

En 1969, Franco nombró oficialmente a Juan Carlos de Borbón como su sucesor en la Jefatura del Estado a título de Rey.

Política Exterior

Continuó la apertura internacional:

  • España solicitó el ingreso en la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1962, pero la solicitud fue rechazada por la falta de democracia. No obstante, en 1970 se firmó un Acuerdo Comercial Preferencial.
  • Se concedió la independencia a Guinea Ecuatorial (1968) y se cedió el territorio de Ifni a Marruecos (1969).
  • Se iniciaron conversaciones con Gran Bretaña sobre la soberanía de Gibraltar, sin éxito.
  • A finales de la década, se establecieron relaciones diplomáticas y comerciales con países comunistas, como Cuba y China.

Economía: El Desarrollismo

Para superar la crisis económica de finales de los 50, se implementó el Plan de Estabilización de 1959. Este plan incluía medidas como la devaluación de la peseta, la congelación salarial, la reforma fiscal y la liberalización del comercio exterior y de las inversiones extranjeras. Su objetivo era estabilizar la economía y atraer capital extranjero.

A continuación, se lanzaron los Planes de Desarrollo Económico y Social (tres planes cuatrienales entre 1964 y 1975). Estos planes, de carácter indicativo para el sector privado y obligatorio para el público, se enfocaron en la reestructuración de la industria, la creación de Polos de Desarrollo en zonas menos industrializadas y la modernización de la agricultura. El crecimiento económico de los años 60 “milagro españo”) fue espectacular, sostenido por tres pilares:

  • Las inversiones extranjeras.
  • Los ingresos por el turismo masivo.
  • Las remesas enviadas por los emigrantes españoles en Europa.

Aunque no se lograron todos los objetivos y persistieron graves desequilibrios territoriales (entre zonas rurales y urbanas) y sociales, España experimentó una profunda transformación económica y social, convirtiéndose en un país industrial y urbano.

Oposición

Las transformaciones económicas y sociales (éxodo rural, crecimiento urbano, aumento de la clase obrera industrial y de las clases medias, acceso a la educación) incrementaron la conflictividad social y la oposición al régimen:

  • Movimiento obrero: Se intensificaron las huelgas y protestas laborales. Clandestinamente, se creó y expandió el sindicato Comisiones Obreras (CCOO), de inspiración comunista, que se infiltró con éxito en las estructuras del Sindicato Vertical oficial.
  • Movimiento estudiantil: Las universidades se convirtieron en focos permanentes de contestación y protesta antifranquista.
  • Sectores de la Iglesia: Influenciados por el Concilio Vaticano II, algunos sectores de la Iglesia católica, especialmente el clero más joven y las organizaciones obreras católicas (HOAC, JOC), se distanciaron del régimen y apoyaron las reivindicaciones democráticas y sociales.
  • Oposición política: En 1962, opositores del interior y del exilio (democristianos, socialdemócratas, liberales, monárquicos liberales) se reunieron en Múnich (el”Contubernio de Múnic” según la propaganda oficial) para exigir un régimen democrático como condición para el ingreso de España en la CEE. El régimen reaccionó con una fuerte represión contra los participantes del interior.
  • Nacionalismos periféricos: Se produjo un relanzamiento de los nacionalismos catalán y vasco. En el País Vasco, en 1959 se fundó ETA (Euskadi Ta Askatasuna), que inició su actividad terrorista en 1962 y la intensificó a partir de 1968.

La represión se mantuvo, con la creación del Tribunal de Orden Público (TOP) en 1963 para juzgar delitos políticos y el uso frecuente del estado de excepción. La ejecución del dirigente comunista Julián Grimau en 1963 provocó una oleada de protestas internacionales.

Fin del Franquismo (1973-1975)

Política Interior

En junio de 1973, Franco, ya anciano y enfermo, nombró al almirante Luis Carrero Blanco como Presidente del Gobierno, separando por primera vez la Jefatura del Estado de la Presidencia. Sin embargo, Carrero Blanco fue asesinado por ETA en diciembre de 1973.

Le sucedió Carlos Arias Navarro, quien en febrero de 1974 pronunció un discurso anunciando una tímida apertura, conocido como “el espíritu del 12 de febrero”, que pronto se vio frustrado. La tensión aumentó entre los aperturistas (partidarios de una reforma controlada) y los inmovilistas (ultras del régimen, conocidos como “el búnker”), contrarios a cualquier cambio.

El aumento del terrorismo de ETA y del FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriota) llevó a la aplicación de medidas represivas extremas. En septiembre de 1975, los últimos consejos de guerra del franquismo condenaron a muerte a miembros de ETA y FRAP. Las ejecuciones generaron un fuerte rechazo internacional y la retirada de embajadores de varios países europeos.

Política Exterior

El principal acontecimiento fue la crisis del Sáhara Occidental. Ante las presiones de la ONU para la descolonización y las reivindicaciones de Marruecos, España preparaba un referéndum de autodeterminación. En noviembre de 1975, Marruecos organizó la Marcha Verde, una invasión pacífica del territorio por miles de civiles marroquíes. En plena agonía de Franco, España firmó el Acuerdo Tripartito de Madrid, cediendo la administración del Sáhara a Marruecos y Mauritania, sin contar con la población saharaui.

Economía

La crisis económica mundial del petróleo de 1973 afectó gravemente a España a partir de 1974-1975. El encarecimiento de la energía provocó inflación, reducción de exportaciones y del turismo, retorno de emigrantes y aumento del desempleo, poniendo fin a la etapa de crecimiento acelerado.

Oposición

La oposición democrática se reorganizó y fortaleció ante la inminencia del fin del régimen:

  • El Partido Comunista de España (PCE), liderado por Santiago Carrillo, impulsó la creación de la Junta Democrática en 1974, que agrupaba a comunistas, socialistas (como el PSP de Tierno Galván), democristianos y personalidades independientes.
  • El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), renovado en el Congreso de Suresnes (1974) con Felipe González como nuevo líder, promovió la Plataforma de Convergencia Democrática en 1975, junto a democristianos, socialdemócratas y otros grupos.

Ambas plataformas reclamaban amnistía, libertades políticas y sindicales, y la convocatoria de elecciones constituyentes. Además, se reforzó la oposición en Cataluña, con la Assemblea de Catalunya, y en el País Vasco.

La Cultura Durante el Franquismo en España y en el Exilio

(Nota: El documento original proporcionaba este título pero no el contenido correspondiente)


La Crisis de la Restauración (Principios del Siglo XX): Intentos Regeneradores y Oposición al Régimen

En 1902, Alfonso XIII asumió la corona con 16 años, en un momento en que el sistema político de la Restauración, diseñado por Cánovas del Castillo, empezaba a mostrar claros signos de fragilidad. Diversos problemas contribuyeron a esta crisis:

  • El impacto moral y político del Desastre del 98.
  • La incapacidad de los partidos dinásticos (Conservador y Liberal) para adaptarse a las nuevas demandas sociales y políticas del siglo XX.
  • La fragmentación interna de estos partidos tras la desaparición de sus líderes históricos: el asesinato de Cánovas (1897) y la muerte de Sagasta (1903).
  • La falta de liderazgo sólido en los partidos y la controvertida intervención de Alfonso XIII en la vida política, excediendo a menudo su papel constitucional.
  • La persistencia del caciquismo, el fraude electoral y la corrupción administrativa, que restaban legitimidad al sistema parlamentario.
  • El fortalecimiento de la oposición política al sistema: republicanos, socialistas, nacionalistas vascos y catalanes, y carlistas.
  • La creciente conflictividad social, derivada de problemas como la subida de precios, el hambre en el campo, los bajos salarios y el desempleo urbano. Esto se tradujo en huelgas a menudo violentas, como la de la empresa eléctrica La Canadiense en Barcelona (1919), que consiguió la jornada laboral de 8 horas.
  • El resurgir del militarismo y su intervención en la vida política, como se evidenció en la aprobación de la Ley de Jurisdicciones (1906), que sometía a la justicia militar los delitos contra la patria o el ejército.

Intentos Regeneradores Insuficientes

Durante el reinado de Alfonso XIII, hubo varios intentos de reforma desde dentro del sistema con una orientación regeneracionista, pero sus resultados fueron limitados:

El Gobierno de Francisco Silvela (1902-1903)

El conservador Francisco Silvela intentó llevar a cabo reformas para acabar con la corrupción administrativa y el caciquismo, pero sus iniciativas fracasaron y provocaron divisiones dentro del Partido Conservador.

El Esfuerzo Reformista de Antonio Maura (Gobiernos 1903-1904 y 1907-1909)

El líder conservador Antonio Maura propuso una “revolución desde arriba” para modernizar el país y evitar una revolución social desde abajo. Aprobó reformas importantes como:

  • La Ley Electoral de 1907: Intentó reducir el fraude, aunque con escaso éxito.
  • Leyes sociales: Creación del Instituto Nacional de Previsión (antecedente de la Seguridad Social), Ley de Huelga, Ley del Descanso Dominical.
  • Intentos de reforma de la administración local.

Sin embargo, la dura represión de la Semana Trágica de Barcelona (1909) y el posterior fusilamiento del pedagogo anarquista Ferrer i Guàrdia provocaron una gran protesta nacional e internacional que llevó a la caída de su gobierno.

El Reformismo Liberal de José Canalejas (1910-1912)

El líder liberal José Canalejas representó el intento más importante de regeneración desde una perspectiva progresista. Sus principales reformas incluyeron:

  • Una política de secularización del Estado (la”Ley del Candad”, que prohibía temporalmente el establecimiento de nuevas órdenes religiosas).
  • Reformas laborales y sociales: Regulación del trabajo femenino e infantil, contratos laborales.
  • Establecimiento del servicio militar obligatorio sin redenciones en metálico.
  • La Ley de Mancomunidades (1912): Permitía la unión de diputaciones provinciales para gestionar servicios comunes (solo se aplicó en Cataluña en 1914).

También adoptó una postura firme en la política colonial en Marruecos. Su asesinato por un anarquista en 1912 truncó estos proyectos reformistas y agravó la crisis de los partidos dinásticos.

Los Últimos Intentos Revisionistas: El Gobierno de Eduardo Dato

Tras el asesinato de Canalejas, el conservador Eduardo Dato continuó con algunas reformas sociales, destacando la aprobación de la jornada laboral de 8 horas en la industria (1919) y un primer sistema de seguros de retiro obrero (pensiones para ancianos). Sin embargo, no abordó el problema fundamental del caciquismo ni la necesaria reforma política. Su asesinato por anarquistas en 1921 aceleró el colapso final del sistema parlamentario.

Los Grupos de Oposición al Sistema

Los Republicanos

Durante las primeras décadas del siglo XX, el republicanismo ganó apoyo entre las clases medias urbanas y sectores de trabajadores. Estaba dividido en varios partidos:

  • El Partido Republicano Radical (PRR): Fundado por Alejandro Lerroux en 1908. Inicialmente intentó movilizar a la clase obrera de Barcelona con un discurso populista, demagógico y anticlerical. Con el tiempo, moderó sus posturas y se desplazó hacia el centro.
  • El Partido Reformista: Fundado en 1912 por Melquíades Álvarez y Gumersindo de Azcárate. Representaba una versión más moderada e intelectual del republicanismo. Buscaba una profunda renovación democrática del sistema político, incluso aceptando la monarquía si esta se democratizaba, lo que le restó apoyos entre los republicanos más convencidos.

Los Nacionalismos

  • Nacionalismo Catalán: La Lliga Regionalista, fundada en 1901 y liderada por Prat de la Riba y Francesc Cambó, fue el principal partido nacionalista, de carácter conservador, que defendía la autonomía para Cataluña dentro de España. A su izquierda, surgieron grupos republicanos y separatistas, como Estat Català de Francesc Macià (fundado en 1922).
  • Nacionalismo Vasco: El Partido Nacionalista Vasco (PNV), tras la muerte de su fundador Sabino Arana, moderó algunos de sus postulados iniciales y comenzó a expandirse social y electoralmente. En 1911 fundó su propio sindicato, Solidaridad de Trabajadores Vascos (ELA-STV).
  • Carlismo: Mantuvo su base social tradicional en Navarra, País Vasco y zonas de Cataluña y Valencia. En 1907 creó el Requeté, una milicia armada inicialmente destinada a la autodefensa y la lucha contra republicanos y otros opositores.
  • Nacionalismo Gallego: Tuvo una presencia política menor durante este periodo. Las Irmandades da Fala (fundadas en 1916, no 1918) fueron clave en la revitalización cultural y política del galleguismo.
  • Regionalismo Andaluz: Promovido por Blas Infante, defendía ideas federalistas y una profunda reforma agraria para mejorar las condiciones de los jornaleros andaluces.

La Oposición Proletaria: Anarquistas y Socialistas

  • El Anarquismo: Adoptó mayoritariamente la estrategia del sindicalismo revolucionario (anarcosindicalismo), con figuras destacadas como Salvador Seguí, Ángel Pestaña y Juan Peiró. En 1910 se creó la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), que experimentó un crecimiento espectacular, especialmente en Cataluña, Aragón, Levante y Andalucía, alcanzando los 700.000 afiliados en 1919. Protagonizó importantes huelgas y movilizaciones.
  • Los Socialistas: También experimentaron una gran expansión. La Unión General de Trabajadores (UGT) alcanzó los 240.000 afiliados en 1921. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), aunque con menor afiliación, consolidó su presencia en Madrid, Vizcaya y Asturias, logrando representación parlamentaria (Pablo Iglesias fue el primer diputado socialista en 1910). Tras la muerte de Pablo Iglesias en 1925, el liderazgo pasó a una nueva generación más pragmática y dividida entre un ala más reformista (Julián Besteiro, Indalecio Prieto) y otra más revolucionaria (Largo Caballero).