Los Orígenes Etruscos y Romanos del Espectáculo Deportivo

El Legado Etrusco (IX/VIII a.C. – 89 a.C.)

Las bases del ludus romano se encuentran en la civilización etrusca, heredera de la Cultura Villanova (IX-VIII a.C.). Los espectáculos deportivos etruscos solían involucrar a participantes de clase baja o esclavos, quienes actuaban ante espectadores de la alta sociedad para su disfrute. Aunque no se conservan grandes instalaciones deportivas de esta época, los monumentos funerarios etruscos, ricos en pinturas, nos ofrecen valiosa información. Un ejemplo es la Tumba de las Bigas, que muestra gradas cubiertas para el público.

Los deportes practicados incluían:

  • Atletismo: Representado en hallazgos como el relieve de Poggio del Moro, que muestra fases de salida y llegada.
  • Carrera armada: Similar a la practicada en las Olimpiadas griegas.
  • Lanzamiento de disco: También presente en los Juegos Olímpicos.
  • Lanzamiento de jabalina: Evidenciado en la Tumba de la Scimmia, mostrando un guerrero con una jabalina de punta metálica y una correa (amentum) para propulsión.
  • Salto de longitud: Realizado probablemente con halteras, como en Grecia.
  • Salto con pértiga.
  • Boxeo: Caracterizado por el acompañamiento musical, como se observa en el vaso de tipo bucchero sottile.
  • Lucha: Representada en tumbas como la de los Augures, la Scimmia y la del Colle. Se practicaba la lucha en pie con el objetivo de derribar al contrario.
  • Pancracio: Una combinación de boxeo y lucha.

Las inscripciones sugieren que los combates de gladiadores tuvieron su nacimiento en Etruria, posiblemente relacionados con el ritual del Phersu, considerado un antecedente de estos enfrentamientos.

Las carreras de caballos eran la actividad más popular e importante, con preferencia por las bigas (carros de dos caballos). Los aurigas llevaban el torso descubierto (capo aperto), las riendas atadas a la cintura, túnica corta y fusta corta. Las representaciones de Poggio Moro evidencian el peligro inherente a estas competiciones.

Hacia finales del siglo VIII a.C., se celebraban los Juegos Panetruscos en una única sede: el santuario de Voltumna, centro religioso dedicado al dios Tinia. Estos juegos eran populares en ceremonias fúnebres. Otras actividades relevantes eran la caza y la equitación. El episodio del Rapto de las Sabinas, según la leyenda, se relaciona con juegos dedicados a Neptuno organizados por Rómulo para atraer a los vecinos sabinos a Roma y raptar a sus mujeres. Existían árbitros y se entregaban premios a los vencedores.

El Espectáculo en Roma (Fundación 753 a.C.)

Según fuentes como Tito Livio, desde la fundación de Roma, los circos y anfiteatros sirvieron como lugares de reunión y asamblea con el emperador, contemporáneos a los Juegos Olímpicos griegos. Se distinguían dos tipos principales de espectáculos:

  • Ludi: Juegos públicos que incluían representaciones teatrales (ludi scaenici) y carreras de carros (ludi circenses).
  • Munera: Espectáculos ofrecidos por particulares, originalmente en honor a los difuntos, que incluían combates de gladiadores (munera gladiatoria), luchas con fieras (venationes) y batallas navales simuladas (naumachiae).

Los Ediles Curules eran magistrados de menor rango encargados de la organización de muchos de estos juegos deportivos. El término ludus también significaba juego o diversión, y en este contexto, no implicaba necesariamente competición. Se desarrollaba principalmente en el circo y el anfiteatro, donde el ciudadano romano observaba cómo otros practicaban la actividad, en lugar de realizarla él mismo. La civilización romana era eminentemente visual, como atestiguan esculturas famosas: el Diadúmeno (copia romana de Policleto), el Gladiador Borghese (Agasio de Éfeso) o Los corredores de la Villa de los Papiros de Herculano (capturando el momento de la salida).

Instalaciones Deportivas Romanas

Las Termas Romanas

Eran complejos multifuncionales que incluían bibliotecas, baños, jardines y espacios para el deporte. Acogían a distintos grupos sociales y eran mayoritariamente públicas. Se practicaban juegos de pelota, levantamiento de halteras; las mujeres a veces rodaban un aro, mientras los varones practicaban esgrima con espada contra un poste (palus). La actividad física solía realizarse en la palestra central, a menudo untados en aceite, cerca del edificio principal de los baños.

El Circo

De forma ovalada, contaba con una spina, un muro longitudinal que separaba la pista en dos carriles para las carreras de ida y vuelta, adornada con obeliscos y estatuas. Estaba diseñado principalmente para competiciones ecuestres y tenía una enorme capacidad. El Circo Máximo, construido según la tradición por Tarquinio el Antiguo entre el Palatino y el Aventino (Valle Murcia), albergaba los Ludi Romani o Magni cada año. Con unas dimensiones aproximadas de 650×100 metros, podía acoger hasta 300.000 espectadores. La cavea (graderío) tenía tres plantas: la inferior, de piedra, reservada para caballeros y aristócratas; la segunda y tercera, de madera, para la plebe. Aunque teóricamente no se admitían forasteros ni esclavos, esta norma no siempre se respetaba.

Los Ludi Circenses celebrados en el circo tenían un fuerte simbolismo cósmico: la arena representaba la tierra, el foso (euripus) el mar, el obelisco el sol, y las columnas los planetas. Las doce carceres (puertas de salida de los carros) se asociaban a los signos del zodiaco.

El Anfiteatro

Arquitectónicamente, era la unión de dos teatros. En él se celebraban principalmente los munera: combates de gladiadores, venationes y, ocasionalmente, naumachiae. La disposición del público seguía una estricta jerarquía social: cuanto más arriba se sentaba uno, menor era su clase social. Las mujeres solían ubicarse en el tercer piso (summa cavea), justo debajo de los peregrinos y esclavos. La arena, cubierta de arena para absorber la sangre, era el espacio central donde se desarrollaban los espectáculos. Las primeras filas de la cavea (ima cavea o podium) estaban reservadas para la familia imperial y personajes importantes.

El Anfiteatro Flavio (Coliseo), iniciado por Vespasiano y terminado por su hijo Tito, podía albergar a unas 65.000 personas. Bajo la arena se encontraba el hipogeo, una compleja red de corredores y estancias para el servicio del espectáculo, que alojaba a gladiadores y fieras, y contaba con sistemas de rampas, trampillas y ascensores. Un gran toldo (velarium), sostenido por mástiles, protegía a los espectadores del sol.

Tipos de Espectáculos

Ludi Troiani y Desultores

Los Ludi Troiani eran batallas simuladas realizadas por jóvenes de la aristocracia vistiendo armaduras. También existían acróbatas a caballo conocidos como desultores.

Ludi Circenses: Carreras de Carros

De origen etrusco (Tarquinio Prisco), las carreras de carros, especialmente las cuadrigas (carros tirados por cuatro caballos), eran el espectáculo favorito. Se celebraban típicamente 12 carreras al día, cada una de 7 vueltas a la spina (aproximadamente 8.700 metros), con cuatro cuadrigas por carrera. Los carros eran ligeros pero resistentes. El caballo más importante era el izquierdo exterior, que dirigía los giros; el derecho exterior era ligero, y los dos centrales (el yugo) eran los más potentes.

La salida se daba desde las carceres al sonido de una trompa, cuando un magistrado dejaba caer un paño (mappa). El momento más peligroso era el giro cerrado alrededor de las metas (postes al final de la spina), donde era fácil romper el carro al acercarse demasiado o volcar por exceso de velocidad. Los aurigas vestían los colores de su facción y llevaban una daga para cortar las riendas atadas a su cintura en caso de caída. Los caballos famosos eran aclamados. Muchos aurigas eran esclavos o libertos que podían alcanzar gran fama y riqueza. Figuras relevantes incluyen a Epaphroditus, Publius Aelius Gutta Calpurnianus, y el hispano Cayo Apuleyo Diocles, considerado el deportista mejor pagado de la historia antigua. Incluso el emperador Nerón compitió (y ‘ganó’) en los Juegos Olímpicos, aunque sus logros no fueron homologados oficialmente. Ganar carreras era una vía de ascenso social.

Facciones y Banderías

Al principio existían dos facciones: Russata (Roja) y Albata (Blanca), en alusión al color de la capa del auriga. En tiempos de Calígula se añadieron la Veneta (Azul), a la que pertenecieron Vitelio y Caracalla, y la Prasina (Verde), favorecida por Calígula, Nerón y Domiciano. Domiciano introdujo efímeramente las facciones Oro y Púrpura. Las facciones se agrupaban (Blancos con Verdes, Azules con Rojos) y funcionaban como importantes sociedades comerciales que corrían con todos los gastos. Prácticamente todos, incluidos los emperadores, pertenecían a una facción, y se apostaban grandes sumas de dinero (sestercios). Los directores eran los domini factionum. Existía toda una organización alrededor: agitatores (comentaristas), conditores y sellarii (cuidadores), margaritarii (embellecedores de caballos), medici (veterinarios) y magistri (instructores). Con el tiempo, evolucionaron hasta convertirse casi en partidos políticos.

Munera: Gladiadores y Venationes

Los munera eran originalmente un obsequio (munus = deber, obligación) a los muertos, espectáculos sufragados por particulares de la élite social en favor de la comunidad. Los combates de gladiadores (ludi gladiatorii), aunque surgieron más tarde que las carreras, se convirtieron en el segundo espectáculo más seguido.

Su origen parece etrusco, ligado a juegos fúnebres donde se sacrificaban prisioneros; matar era un tributo a los dioses. El primer combate registrado en Roma tuvo lugar en el funeral de Junio Bruto Pera en 264 a.C. La aristocracia adaptó rápidamente esta práctica, incluyéndola incluso en testamentos. Había luchas de gladiadores privadas pagadas por patricios adinerados, con apuestas y banquetes asociados. Aunque los cristianos desaconsejaron la participación, la popularidad de los gladiadores, alimentada por la propaganda imperial, era inmensa. No todos los combates terminaban en muerte.

Espartaco, un gladiador tracio, lideró la mayor rebelión de esclavos de la historia romana (73-71 a.C.), convirtiéndose en un símbolo de la lucha por la libertad. Derrotó a ejércitos romanos nueve veces en dos años. Era un desertor del ejército romano capturado y vendido a un lanista (entrenador y dueño de gladiadores). Su figura inspiró a los espartaquistas en la revolución alemana de 1918-19.

Los gladiadores (gladiator = el que porta una espada, gladius) se entrenaban en escuelas (ludi) dirigidas por un lanista. Algunas eran privadas y otras imperiales (públicas). Los reclutas eran prisioneros de guerra con buen físico, criminales condenados (ad gladium), o incluso hombres libres que vendían su libertad (auctorati) por la posibilidad de ganar fama y fortuna. Un gladiador exitoso podía ganar mucho más que un soldado, aunque las ganancias principales iban para el lanista. Recibían cuidados médicos, masajes, baños y una dieta específica (predominantemente vegetariana). Algunos aristócratas, como los emperadores Nerón y Cómodo, llegaron a luchar como gladiadores.

Cuando un gladiador caía, podía levantar el dedo índice de la mano izquierda pidiendo clemencia (missio). El público expresaba su veredicto: agitar pañuelos significaba perdonarle la vida (Mitte! – ¡Déjalo ir!), mientras que bajar el pulgar (pollice verso) era la señal de muerte (Iugula! – ¡Degüéllalo!). Si ambos contendientes luchaban con valentía excepcional, se les podía perdonar la vida a ambos. Un gladiador que obtenía muchas victorias podía ganar su libertad, simbolizada por la entrega de una espada de madera (rudis).

Existían diversos tipos de gladiadores, a menudo emparejados para equilibrar ventajas y desventajas:

  • Hoplomachus: Armadura pesada, protecciones en hombros y piernas, casco cerrado.
  • Secutor: Armadura pesada, escudo grande (scutum), casco cerrado y liso (para evitar la red del retiarius).
  • Samnita: Uno de los tipos más antiguos. Casco grande con cresta y plumas, escudo grande, greba en la pierna izquierda.
  • Tracio (Thraex): Espada pequeña y curva (sica), escudo pequeño y cuadrado (parma), protección en el antebrazo (manica) y grebas altas en ambas piernas (ocreae).
  • Retiarius: Luchaba casi desnudo, con un tridente (fuscina), una red (rete) y un puñal (pugio). Llevaba una protección en el brazo izquierdo (manica) y hombro (galerus).
  • Essedarius: Luchaba desde un carro, aunque también podía combatir a pie.
  • Eques (Ecuestre): Comenzaba la lucha a caballo con lanza, luego desmontaba para luchar con espada corta (gladius) y escudo redondo (parma).
  • Sagittarius: Arquero.

Emparejamientos comunes eran Hoplomachus vs Thraex, o Retiarius vs Secutor.

El espectáculo comenzaba con la pompa, un desfile alrededor del anfiteatro con los participantes vistiendo sus ropas de lucha. Seguía el saludo al emperador o editor del juego con la famosa frase: “Ave Caesar, morituri te salutant” (“Salve, César, los que van a morir te saludan”). Luego venía un combate simulado con armas inofensivas (prolusio) a modo de calentamiento.

Venationes

Eran cacerías de animales exóticos (leones, tigres, elefantes, osos) en la arena. Eran espectáculos sangrientos que generaban mucha expectación, parte del “Panem et circenses” (“Pan y circo”). Tras las expediciones a África y Asia, se importaban gran cantidad de fieras. A veces se recreaban paisajes naturales en la arena. Participaban criminales arrojados a las fieras (damnatio ad bestias) o luchadores especializados, los bestiarii, que podían ser condenados desarmados o profesionales entrenados. Los animales salían a la arena a través de trampillas desde el hipogeo.

Naumachiae

Eran espectaculares batallas navales simuladas. Se realizaban en lagos naturales o artificiales, o inundando la arena de anfiteatros como el Coliseo o el de Arlés. Involucraban a miles de remeros y combatientes (naumachiarii), y la mortalidad era muy alta. Julio César organizó una famosa naumaquia con 4.000 remeros y 2.000 combatientes. El poeta Marcial las describió en sus epigramas.

Organización y Declive

Los juegos se hicieron anuales desde el 366 a.C. (organizados por los ediles curules). Hacia el 220 a.C., se construyó el Circo Flaminio. En el apogeo del Imperio, había unos 177 días festivos con juegos al año. La Pompa Circensis, la procesión ceremonial que precedía a los juegos, era un desfile ostentoso con estatuas de dioses transportadas en carros, músicos, magistrados con toga púrpura y túnica bordada, cetro y corona. Comenzaba en el Capitolio y terminaba en el Circo Máximo. Estaba cargada de supersticiones; cualquier error obligaba a repetir el desfile entero.

En el Alto Imperio, emperadores como Marco Aurelio mostraron cierto rechazo a la crueldad de los juegos, pero su enorme popularidad hacía imposible prohibirlos. Con el avance del Cristianismo, estos espectáculos paganos perdieron protagonismo en el Bajo Imperio. El emperador Teodosio I, que impuso el Cristianismo como religión oficial, prohibió los Juegos Olímpicos en el 393 d.C. por paganos, y gradualmente los espectáculos de gladiadores también desaparecieron (aunque las carreras de carros continuaron).

Constantinopla, la “Nova Roma”, se convirtió en la ciudad más grande del mundo hacia el siglo VI d.C. Su Hipódromo era el centro deportivo y social, con capacidad para 100.000 personas. El palco del emperador (kathisma) comunicaba directamente con el Gran Palacio. Las apuestas eran enormes y las facciones Verde y Azul alcanzaron un poder inmenso, protagonizando los violentos Disturbios de Niká en 532, que causaron la muerte de unas 30.000 personas por motivos políticos y religiosos.

El Deporte en la Edad Media

La actividad física (AF) en la Edad Media estuvo marcada por la guerra y la religiosidad. El reinado de Carlomagno (siglo IX) supuso una restauración de las ciencias y las letras (Renacimiento Carolingio), sentando bases para el Renacimiento posterior, y vio la aparición de universidades y catedrales. Sin embargo, predominaba una visión teocentrista que llevó a una disminución del interés por la AF lúdica y deportiva.

El antropocentrismo grecolatino quedó atrás. La religión y la espiritualidad dominaban la vida, con un cierto menosprecio por el cuerpo y el gozo corporal, considerados pecaminosos. Se condenaba la vida terrenal y se predicaba la salvación del alma. Como resultado, desaparecieron los deportes atléticos clásicos, retornando a un entrenamiento físico enfocado casi exclusivamente en la preparación para la guerra: deportes de combate, justas, torneos y caza. Los torneos, además de su función militar, adquirieron un componente dramático y erótico. Se desarrollaron especialmente en Francia e Inglaterra, aunque sufrieron numerosas prohibiciones.

La Caballería y su Educación

Entre los siglos IX y XI, el caballero era a menudo un mercenario. Hacia los siglos XII y XIII, la figura del caballero se idealizó, incorporando virtudes cristianas. Este cambio se debió en parte a la crisis de la aristocracia feudal (cuyo papel militar fue ocupado por caballeros) y al inicio de las Cruzadas contra el Islam.

La educación del caballero seguía varias etapas:

  • Hasta los 7 años: Educación a cargo de la madre y/o sirvientas. Generalmente no aprendían a leer ni escribir.
  • De 7 a 14 años (Paje): Enviado a la corte de un señor de mayor riqueza. Recibía adiestramiento básico en armas y servicio.
  • De 14 a 20 años (Escudero): Acompañaba a su señor a la guerra, caza, torneos y justas. Se adiestraba intensivamente en lucha, manejo de la lanza, esgrima, caza, pesca, estrategia militar. También recibía instrucción en buenos modales, trato con las damas (culto a la mujer), canto, música, danza y juegos de sociedad.
  • A los 20 años (Investidura): Era armado caballero, un acto ligado al vasallaje.

Los deberes del caballero incluían: oír misa a diario, ayunar los viernes, pelear por la Iglesia, defender a huérfanos, niños, mujeres, pobres y viudas, evitar guerras injustas, no mentir, ser justo y recto. Era una figura idealizada, mitad santo, mitad guerrero.

Torneos y Justas

Los torneos servían para ejercitarse y mantener la costumbre de la guerra. Enfrentaban a dos grupos de caballeros ante un público, en un ambiente festivo. Inicialmente eran muy peligrosos y cruentos (torneo a ultranza), pero se volvieron más pacíficos debido a las prohibiciones de reyes y la Iglesia, aunque siguieron celebrándose clandestinamente dada su popularidad.

Se estableció un reglamento: no herir de punta, no pelear fuera de las filas, no atacar varios a uno, no herir al caballero que se alzaba la visera. Las damas elegían un “juez de paz” para recordar la clemencia si un combatiente era rodeado injustamente.

La ceremonia de investidura incluía la entrega de armas, un pescozón (fuerte golpe con la mano abierta como señal de paciencia) y una demostración de habilidad como correr la quintaine (en España, la sortija; en Italia, el stafermo), que consistía en golpear un maniquí giratorio. Más tarde se añadió la vela de armas (una noche de vigilia y oración), el baño purificador y el espaldarazo (golpe con la espada sobre los hombros). Si un caballero incumplía sus votos, podía ser desposeído de su título.

  • Torneo a Ultranza (siglos XI-XIII): Surgió en Francia. Eran batallas cruentas, casi sin reglas, con muertes frecuentes. El objetivo era ganar honor y botín: los vencedores se quedaban con los caballos y armaduras de los derrotados, y los prisioneros debían pagar su propio rescate. Tenía una fuerte motivación económica.
  • Torneo Cortés (a partir del siglo XIII): Con la reglamentación, se prohibió robar caballos y que los asistentes portaran armas. Se usaban armas “corteses” (sin filo, punta roma, más anchas). Los desafíos se realizaban a través del “rey de armas”. Duraban varios días, incluyendo bailes y banquetes. Un juez de armas revisaba armas y caballos. Se combatía en la liza, un terreno delimitado por una doble valla. Las damas podían animar a su caballero tocando su casco.
  • Torneo con Argumento: Una evolución posterior donde la lucha era secundaria frente a la ostentación y la representación teatral, a menudo en interiores de palacios, exclusivo para aristócratas. Culminó en la ópera-torneo italiana y el ballet de corte.

Las justas eran enfrentamientos individuales entre dos caballeros armados con lanzas largas. Ganaron protagonismo a medida que los torneos se volvían menos bélicos. Aunque menos cruentas que los torneos iniciales, seguían siendo peligrosas (el rey Enrique II de Francia murió en una justa en 1559). El objetivo era descabalgar al rival e impedir ser descabalgado. Había premios por el golpe de lanza más bello, por romper más lanzas o por resistir más tiempo sin perder el yelmo. Las justas “por agravios” u “honores mancillados” eran un ajuste de cuentas. A menudo, una barrera de madera separaba a los contendientes para evitar colisiones frontales. Las armas defensivas cubrían principalmente la parte delantera; la lanza era larga, de madera de fresno, con punta afilada (a veces roma en justas corteses).

Otras Prácticas Caballerescas y Populares

  • Juicios de Dios (Ordalías): Combates para determinar la culpabilidad o inocencia de una persona, creyendo que Dios daría la victoria a quien tuviera razón. Mujeres, ancianos o clérigos podían elegir campeones (paladinos) para luchar por ellos.
  • Pasos de Armas: Defensa simbólica de un lugar transitado (puente, puerta) por un caballero o grupo, que retaba a duelo a todo caballero que quisiera pasar. Duraban un tiempo establecido o hasta romper un número acordado de lanzas. Buscaban fama y prestigio.
  • Caza: Privilegio casi exclusivo de la nobleza, dueña de las tierras. Un campesino cazando furtivamente podía ser ejecutado. Se permitía la caza menor (conejos, liebres, aves) a los humildes. Para la nobleza, era ocio y entrenamiento para la guerra (para jinete y caballo). La pesca no era considerada distintiva de la nobleza.
  • Probidades del Caballero: Según Pero Alfonso (siglo XII), eran 7: cabalgar, nadar, tirar con arco, pelear, cazar pájaros, jugar al ajedrez y componer versos. Raimundo Lulio (siglo XIII) añadió otras habilidades militares y cinegéticas.
  • Juegos Populares:
    • Quintaine/Sortija/Estafermo: Golpear un blanco fijo o móvil con una lanza, a caballo.
    • Bague: Similar a la quintaine, pero con un anillo como blanco.
    • Juegos de Toros: Clavar rejones desde el caballo (popular en España, evolucionó a la corrida moderna).
    • Las Cañas: Juego de origen árabe practicado por la nobleza española. Dos equipos se lanzaban cañas (lanzas ligeras) tratando de esquivarlas, vestidos de gala.
    • Juego de Palma (Jeu de Paume): Origen francés, antecedente del tenis. Muy popular entre burguesía y nobleza. Inicialmente se jugaba con la palma de la mano; la pala y la red se introdujeron en el Renacimiento. Sufrió prohibiciones por su popularidad y las blasfemias que proferían los jugadores. El Juramento del Juego de Pelota (1789) fue un acto clave de la Revolución Francesa.
    • Soule (o Choule): Juego muy popular entre el pueblo llano, extremadamente violento, a menudo entre pueblos vecinos. Tenía dos modalidades: una jugada con el pie (antecedente del fútbol y rugby) y otra con un bastón curvo (antecedente del hockey/hurling). Se jugaba sin campo delimitado, en plena naturaleza, con el objetivo de llevar un balón a una meta definida, permitiéndose puñetazos y patadas.
    • Otros juegos populares incluían lanzamiento de peso y martillo, corte de troncos, soga-tira y arrastre de piedras, especialmente en zonas rurales.

El Renacimiento y la Revalorización del Cuerpo (Siglos XV-XVI)

El Renacimiento marca la transición a la Edad Moderna. Persisten elementos medievales (torneos corteses y de argumento), pero surgen cambios fundamentales:

  • Contexto Socioeconómico: Urbanización creciente, especialización del trabajo (gremios), declive del feudalismo, ascenso de la burguesía (comerciantes, artesanos, banqueros como los Médici en Florencia o los Borgia en Roma). Paso de una economía de trueque/posesión de tierras al capitalismo mercantil.
  • Contexto Cultural: Invención de la imprenta (Gutenberg), fin del monopolio cultural de la Iglesia. Caída del Imperio Bizantino (1453) y bloqueo de rutas comerciales impulsan los descubrimientos geográficos (América, 1492). Revolución científica (Copérnico, Galileo, Newton).
  • Nueva Mentalidad (Humanismo): Se rescata el pensamiento clásico grecorromano. El hombre pasa a ser la medida de todas las cosas (antropocentrismo frente al teocentrismo medieval). Se revaloriza el cuerpo humano, ya no visto como fuente de pecado, sino como algo cultivable, digno de cuidado por salud y estética. Se busca un equilibrio físico e intelectual (Mens sana in corpore sano). La anatomía progresa gracias al levantamiento de la prohibición de diseccionar cadáveres. La danza se desliga de la condena moral eclesiástica.

La Pedagogía de la Educación Física en el Renacimiento

Los humanistas retoman la idea de la educación física. Aunque la salvación del alma sigue siendo importante, se reconoce el valor del cuerpo. Se hace hincapié en el valor terapéutico y saludable del ejercicio físico (EF) programado. Sin embargo, estas ideas pocas veces traspasaron la teoría o se aplicaron solo en experimentos educativos para élites sociales.

Se destaca la importancia de la EF y la higiene, la búsqueda de movimientos elegantes y bellos, y una formación integral. Se recuperan juegos atléticos de la tradición grecorromana, practicados por nobles (como el tenis primitivo o el Calcio Storico en Florencia).

Figuras Clave del Humanismo y la EF

  • Italia:
    • Guarino de Verona: Fundó una de las primeras escuelas humanísticas. Incluía gramática latina y griega, retórica, equitación, caza, juegos de pelota, natación y lanzamientos, con objetivos militares y estéticos.
    • Vittorino da Feltre: Discípulo de Guarino. Fundó la Casa Giocosa, una institución educativa modelo que integraba estudios clásicos (historia, latín, griego) con EF (esgrima, equitación, salto, pelota, natación, lanzamientos). Aunque destinada a familias adineradas, acogió a algunos alumnos de origen humilde. Daba importancia a las actividades al aire libre y la resistencia a la fatiga.
    • Baltasar Castiglione: Autor de El Cortesano, describe el ideal de hombre renacentista: equilibrado intelectual, física y moralmente. Recomienda correr, equitación, juego de cañas, caza, danza y pelota, con la preparación militar como objetivo subyacente. Sugiere alternar actividad vigorosa y ligera.
    • Jerónimo Mercurial (Girolamo Mercuriale): Médico autor de De Arte Gymnastica (1569), considerado el primer manual de “gimnasia” moderna. Buscaba devolver el brillo a la gimnasia clásica, defendiendo sus beneficios para la salud, adaptada a las circunstancias individuales (edad, condición, tiempo, lugar). Se inspiró en Galeno. Integró la gimnasia en la medicina, dándole una base fisiológica.
  • Inglaterra:
    • Erasmo de Rotterdam: Aunque no inglés, enseñó griego en Cambridge. Como intelectual y sacerdote, consideraba la AF secundaria respecto al intelecto.
    • Sir Thomas Elyot: Diplomático y pedagogo laico. Introdujo el concepto de EF en Inglaterra con su obra The Boke named the Governour (1531), un modelo educativo para la nobleza. Definió el ejercicio como “movimiento vehemente” beneficioso para la digestión, el calor corporal, la limpieza interna y la agilidad. Recomendaba danza (distinguiendo las aceptables de las lascivas), paseo, tenis, lucha, carrera, saltos, natación, esgrima, equitación, caza, cetrería y tiro con arco.
    • Richard Mulcaster: Director de escuela y discípulo de Elyot. Escribió Positions (1581), centrado casi exclusivamente en la EF. Incluyó por primera vez una planificación del ejercicio según la persona, lugar, intensidad, etc. Defendió la danza, lucha, esgrima, correr, saltos, natación, equitación, caza y juegos de pelota. Se le atribuye la creación (o al menos la popularización) de los términos “football” y “handball” y estableció reglas básicas de higiene y progresión en el ejercicio.
  • España:
    • El Renacimiento fue más tardío y marcado por la Contrarreforma católica. Focos principales: universidades de Salamanca y Alcalá de Henares. Influencia de Erasmo. Figuras literarias como Góngora, Quevedo, Cervantes.
    • Juan Luis Vives: Humanista y psicólogo valenciano (vivió gran parte de su vida fuera de España por ser de familia judeoconversa). Defendió una educación integral de cuerpo y mente, especialmente para los niños, para que crecieran fuertes y robustos, facilitando la educación moral.
    • Cristóbal Méndez: Médico autor de Libro del ejercicio corporal y de sus provechos (1553). Definió el ejercicio como “movimiento voluntario”. Lo consideraba el medio más eficaz para preservar y recuperar la salud. Recomendaba practicarlo de forma continuada, progresiva, en ambiente alegre y sin coacción. Debía ser global (niños, adultos, ancianos, sanos, enfermos). Recomendaba bolos, herradura, lanzamientos, carrera, salto, baile, esgrima, pelota. Para adultos: caza, baile, bolos, pelota. Para niños: equitación, manejo de armas. Consideraba la pelota el ejercicio más completo y fácil. Mejor momento: después de la digestión, en primavera y otoño.

Nacimiento y Desarrollo del Deporte Moderno y Contemporáneo

El deporte, tal como lo entendemos hoy (reglamentado, competitivo, institucionalizado), nace fundamentalmente en Inglaterra entre los siglos XVIII y XIX. Las actividades físicas anteriores se consideran antecedentes (AF, prácticas corporales, predeportivas). Las mujeres comenzaron a participar de forma más organizada y visible mucho más tarde (por ejemplo, en atletismo olímpico en 1928).

¿Por qué en Inglaterra?

  • Aristocracia ociosa: Disponía de tiempo libre y buscaba entretenimiento.
  • Tradición de reglamentación: Influida por la estabilidad política tras la Revolución Gloriosa (1688) y el parlamentarismo, que fomentaron el autocontrol y la negociación de normas.
  • Proceso de Civilización (Norbert Elias): Tendencia social hacia un mayor autocontrol de los impulsos y la violencia.

Inicialmente (siglo XVIII), fue impulsado por la aristocracia; en el siglo XIX, la burguesía adoptó y adaptó estas prácticas. El término “sport” proviene del inglés antiguo disport, que significa diversión o pasatiempo.

El deporte moderno fue, en parte, una evolución de actividades militares que antes desempeñaba la aristocracia (esgrima, equitación, tiro), practicadas ahora para mantenerse en forma y, sobre todo, para subrayar la posición social. El deporte encajaba con el ideal del gentleman: reglado, elegante, con énfasis en el fair play (juego limpio).

Los ingleses inventaron muchos deportes modernos o, más frecuentemente, tomaron juegos tradicionales y les dieron una reglamentación definida, consensuada y estandarizada a nivel nacional (y luego internacional). Esto incluyó:

  • Fijación de normas y distancias (remo, atletismo, natación).
  • Estandarización de utensilios y materiales (porterías de fútbol, guantes de boxeo, cronómetros).
  • Creación de clubes, federaciones y competiciones regulares.

Un concepto clave inicial fue el amateurismo: la práctica deportiva por placer, sin cobrar por ello, distinguía a las clases altas de los profesionales (considerados de clase inferior).

Desarrollo de Deportes Específicos

  • Críquet y Caza del Zorro: Reglamentados tempranamente por la aristocracia.
  • Carreras de Caballos: Se desarrolló un reglamento estricto para competir y preservar las razas purasangre. Se crearon infraestructuras (hipódromos permanentes), competiciones regulares (como las de Newmarket), sistemas de apuestas oficiales, y surgieron entrenadores y jinetes profesionales.
  • Boxeo: Surgió como alternativa a los duelos con pistola. El primer reglamento formal fue el de Jack Broughton (1743). Las London Prize Rules (1838, mejoradas por John Douglas, Marqués de Queensberry) introdujeron los guantes acolchados, asaltos de duración definida, un cuadrilátero delimitado, la cuenta de protección tras una caída, y prohibieron golpes bajos. Fue inicialmente un deporte de caballeros, popularizado por figuras como el Marqués de Queensberry.
  • Atletismo: Tiene antecedentes en los footmen (sirvientes que corrían junto a los carruajes). Surgió en el siglo XVIII ligado a apuestas. Se redactaron reglamentos, se introdujo el cronómetro y se fijaron distancias y modalidades en la primera mitad del XIX. Se consolidó gracias a las Public Schools (colegios privados de élite como Eton, Harrow, Rugby).
  • Rugby: Originado en la Rugby School, donde el director Thomas Arnold (figura clave) impulsó el deporte como herramienta educativa fundamental para inculcar valores (cooperación, liderazgo, disciplina, juego limpio). Su pedagogía influyó en todo el sistema educativo británico y en Pierre de Coubertin. El reglamento del rugby se unificó en 1863 (separándose del fútbol), permitiendo usar las manos para llevar la pelota y el controvertido hacking (dar patadas bajo las rodillas), que luego se prohibiría. La Rugby Football Union (RFU), primera federación, se fundó en 1871.
  • Fútbol (Association Football): Inicialmente con reglas muy flexibles (a veces se jugaba una parte de fútbol y otra de rugby). Considerado un pasatiempo. Charles Alcock fue clave: creó la FA Cup (1871), la competición de fútbol más antigua, y organizó el primer partido internacional oficial (Escocia vs Inglaterra, 1872). El fútbol se popularizó enormemente gracias a la Iglesia Anglicana (que lo promovió entre los trabajadores como alternativa saludable al alcohol y las peleas) y la Industrialización (que generó tiempo libre -la “semana inglesa” de 5,5 días laborales- y el ferrocarril, que permitió los desplazamientos para crear ligas nacionales). Los primeros clubes surgieron de parroquias, fábricas, sindicatos (ej: Manchester United, fundado por trabajadores ferroviarios; Arsenal, por trabajadores de un arsenal). El tránsito del fútbol de élite al popular se simboliza en la final de la FA Cup de 1883, donde un equipo obrero (Blackburn Olympic) venció a uno de la élite (Old Etonians). La Football League (primera liga profesional del mundo) se creó en 1888, marcando el fin del amateurismo en el fútbol de alto nivel. El primer Mundial se celebró en 1930.
  • Baloncesto: Origen estadounidense (1891), creado por James Naismith como alternativa de invierno al fútbol americano.

Los Juegos Olímpicos Modernos

Hubo intentos previos de revivir los Juegos en el siglo XIX. La figura clave fue el francés Pierre de Frédy, Barón de Coubertin (1863-1937). Aristócrata, pedagogo e historiador, quedó impresionado por el sistema educativo de las Public Schools inglesas (especialmente Rugby y Thomas Arnold) y la idea de educación integral de la antigua Atenas. Promovió la reforma del sistema educativo francés sin éxito, pero su propuesta de restaurar los Juegos Olímpicos sí prosperó.

En 1894, fundó en París el Comité Olímpico Internacional (COI) con representantes de 12 países iniciales. Los primeros Juegos Olímpicos modernos se celebraron en Atenas en 1896. Estuvieron a punto de no celebrarse por problemas económicos, pero una donación del filántropo George Averoff permitió construir el Estadio Panathinaikó (reconstrucción del antiguo estadio). Fueron un éxito, con 13 países, 311 atletas (todos hombres, la participación femenina estaba prohibida), 9 deportes (atletismo, ciclismo, esgrima, gimnasia, halterofilia, lucha, natación, tenis, tiro). Duraron 10 días. No hubo villa olímpica ni grandes ceremonias. Solo participaron amateurs. Los premios fueron medallas de plata (para el primero) y ramas de olivo; las de oro se introdujeron en San Luis 1904.

La prueba de maratón se introdujo en Atenas 1896 en recuerdo de la leyenda del soldado Filípides. El primer ganador fue el griego Spiridon Louis, un vendedor de agua, que se convirtió en héroe nacional.

Los Juegos de París 1900 se diluyeron dentro de la Exposición Universal. Participaron 22 países y 1330 atletas, incluyendo las primeras 11 mujeres. La tenista británica Charlotte Cooper fue la primera campeona olímpica. El español Pedro Pidal y Bernaldo de Quirós ganó una medalla de plata en tiro de pichón. Hubo deportes curiosos como el tira y afloja (sogatira).

Los Juegos de Londres 1908, también ligados a una Exposición Universal, marcaron la consolidación definitiva. Se construyó el Great Stadium (White City). Hubo ceremonia de apertura con desfile de naciones y banderas. Se incluyó el fútbol por primera vez. Fueron los últimos Juegos estrictamente amateurs. La distancia del maratón se fijó en 42.195 metros (desde el Palacio de Windsor hasta el estadio).

La Carta Olímpica (cuyos principios se esbozaron hacia 1908) define el Olimpismo como una filosofía de vida que combina deporte, cultura y educación para un desarrollo armónico. Promueve el deporte como derecho humano sin discriminación y defiende la neutralidad política. La bandera olímpica (los cinco aros entrelazados sobre fondo blanco), diseñada por Coubertin en 1913, representa la unión de los cinco continentes y utiliza colores presentes en todas las banderas del mundo. Se estrenó en Amberes 1920 (no en 1916 por la I Guerra Mundial). Coubertin murió defendiendo el amateurismo, con su famosa frase: “Lo importante no es ganar, sino participar”.

La Copa Mundial de Fútbol de la FIFA

El principal impulsor fue Jules Rimet, presidente de la Federación Francesa de Fútbol (FFF) y luego de la FIFA (1921-1954). A diferencia de Coubertin, Rimet defendía el profesionalismo y el derecho de los jugadores a cobrar por su trabajo. Inicialmente (1914), la FIFA reconoció el torneo olímpico de fútbol como campeonato mundial amateur. Tras la I GM, se disputó en Amberes 1920 (España ganó la plata con figuras como Zamora, Belauste y Pichichi – origen del término “furia española”).

Debido a las disputas entre el COI (defensor del amateurismo) y la FIFA sobre el estatus de los jugadores (muchos eran profesionales encubiertos), el fútbol fue excluido de los Juegos de Los Ángeles 1932. Como respuesta, Rimet y la FIFA organizaron su propio campeonato mundial, abierto a profesionales. La primera edición se celebró en Uruguay en 1930 (elegido por ser el campeón olímpico de 1924 y 1928 y por celebrar el centenario de su independencia). El trofeo llevó el nombre de Copa Jules Rimet. Así, los Juegos Olímpicos quedaron asociados al amateurismo y las clases altas, mientras el Mundial de Fútbol se vinculó al profesionalismo y las clases trabajadoras.

El Deporte Contemporáneo en España (Primer Tercio del Siglo XX)

El deporte moderno llegó a España principalmente a través de la influencia inglesa, especialmente en zonas portuarias (Huelva, Bilbao, Vigo). Se asentaron la gimnasia (influencia alemana y sueca) y el ciclismo.

La educación física no fue promovida sistemáticamente por el Estado, ya que la educación estaba mayoritariamente en manos de la Iglesia. La excepción fue la Institución Libre de Enseñanza (ILE), un proyecto pedagógico krausista que buscaba una formación integral (intelectual, física, moral) al margen del Estado y la Iglesia. Promovían actividades al aire libre y excursiones. Uno de sus fundadores, Manuel Bartolomé Cossío, era aficionado al deporte y se le atribuye cierta influencia en la introducción del fútbol.

El deporte se consolidó gracias a la creación de clubes y asociaciones por la sociedad civil:

  • Clases Altas: Se centraron en polo, tenis, gimnasia sueca, automovilismo. Recibieron el impulso del rey Alfonso XIII, aficionado a los coches y casado con una princesa inglesa (Victoria Eugenia de Battenberg), lo que fomentó los lazos deportivos con Inglaterra. La tradición de la vela en la familia real continuó con su hijo Don Juan y sus nietos Juan Carlos I (participó en Múnich 72) y Felipe VI (abanderado en Barcelona 92 y participante en vela).
  • Clases Medias y Populares:
    • Ciclismo: Fue el primer deporte de masas a nivel europeo, popularizado por la invención de los neumáticos. Las competiciones fueron respaldadas por la prensa deportiva (L’Auto patrocinó el Tour de Francia desde 1903 – maillot amarillo por el color del periódico; La Gazzetta dello Sport el Giro de Italia desde 1909 – maillot rosa; Mundo Deportivo, primer periódico deportivo español, nació en 1906). La primera Vuelta a España fue en 1935, patrocinada por el diario Informaciones.
    • Fútbol: Los primeros clubes surgieron en ciudades portuarias (Galicia, País Vasco, Cataluña, Andalucía). El Recreativo de Huelva (1889) es considerado el decano. La influencia inglesa era total: nombres (Sporting, Athletic, Racing), terminología (football, offside, goal), entrenadores (mister, como Fred Pentland), e incluso los colores de las camisetas (el Athletic Club de Bilbao inicialmente vestía de blanquiazul como el Blackburn Rovers). Rafael Moreno Aranzadi “Pichichi” fue una de las primeras estrellas y pionero del profesionalismo. La primera competición nacional fue la Copa del Rey (1903), surgida de la Copa de la Coronación (1902). Fue la competición más importante hasta la creación de la Liga en 1929. La primera liga contó con 10 equipos y la ganó el FC Barcelona. El fútbol se asentó rápidamente como fenómeno de masas e identidad colectiva.

El desarrollo posterior del deporte en España estuvo marcado por la Guerra Civil, la dictadura franquista (que utilizó el deporte como herramienta de propaganda y cohesión nacional) y la llegada de la democracia, culminando en eventos como los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, que presentaron una España moderna y abierta al mundo.