ANGUSTIA
Sentimiento que tiene que ver con mi ser y mi libertad: es la consciencia de mi
libertad. En último término, es la consciencia de ser absolutamente libre para
vivir o morir. Sartre dota a la angustia de una función de apertura. Se sitúa
frente al no ser absoluto o Nada (en sentido metafísico) que habita la realidad
humana y es el principio de su libertad. Con la angustia aparece una nueva
forma de acceder a la verdad, la de la situación pre-ontológica que nos revela
la contingencia
de nuestra existencia.
RESPONSABILIDAD
La tenemos por el mismo hecho de existir, de estar en el mundo con otros, de
estar en situación. Pero una situación que elijo libremente, por lo que la
libertad es inseparable de la responsabilidad y nos compromete con toda la
humanidad al crear una imagen del hombre que estimamos que es la que debe ser.
En relación a nuestra situación histórica y social por decidimos modificarla o
denunciarla. La responsabilidad es por lo tanto el resultado de la obligación
moral de sacar las consecuencias ético-políticas de estar situado
históricamente. Es la responsabilidad sobre todo de llevar una vida auténtica y
sin “mala fe”, sin auto-engaño.
PROYECTO:
No hay nada más allá del proyecto, es aquello a través de lo cual la realidad
humana se realiza bajo la forma de la persona. Constituye nuestra relación
fundamental con la existencia. Designa la estructura del completo modo de vida
de la persona. Tiene que ver con la noción de praxis en Sartre: la acción de un
sujeto que se relaciona con su entorno en función de un fin. Toda praxis es así
la superación de las condiciones materiales hacia una finalidad puesta por un
proyecto. La foma elemental de la praxis es la necesidad. El proyecto articula
entonces el desarrollo del mundo tal como es designado por la “situación”.
ELECCCIÓN
Elección que hacemos de
nosotros mismos sin poder dar razón de ella. Es contingente y radical y se
orienta al proyecto fundamental. Es un modo de ser en el mundo que surge en
cuanto que el ser humano se mantiene en tensión entre los polos de la libertad
y la necesidad. Está relacionada con el proyecto. No podemos elegir nuestro
ser, pero sí cómo algunas de sus características pueden ser relevantes. Es una
auto-determinación, pues “somos lo que hacemos de nosotros”. No podemos escapar
a esta elección radical, estamos condenados a ser libres.
VISIÓN TÉCNICA DEL MUNDO:
Designa la visión del mundo asentada en
la idea de que la esencia funda la existencia. Con ella presuponemos que todo
lo que existe ha sido modelado o fabricado sobre la base de un diseño que
designaría su esencia, al modo del mundo de las ideas de Platón y el Demiurgo
en cuanto productor. Aplicada al mundo presupone la idea de un artesano o Dios.
El propio hombre sería un producto. Pero con la “muerte de Dios” y la pérdida
de fundamento de lo trascendente y universal, Sartre saca la consecuencia de
que debe invertirse esta relación entre esencia y existencia, pasando a
considerarse el hombre como el ser que se auto-produce.
EXISTENCIALISMO:
Designa la filosofía y el modo de pensar que se
centra en el análisis de la condición de la existencia humana, la libertad y la
responsabilidad individual, las emociones, así como el significado de la vida.
Sartre considera que debe invertirse la relación entre esencia y existencia,
considerando la existencia como lo primero con que me encuentro, de donde se
derivaría la esencia como proyecto personal. Todo ello es consecuencia de la
“muerte de Dios” y de la visión técnica del mundo. El existencialismo defiende
que el individuo es libre y totalmente responsable de sus actos. Esto incita en
el ser humano la creación de una ética de la responsabilidad individual.
Podrían distinguirse tres escuelas: el existencialismo cristiano de
Kierkegaard, el agnóstico de Heidegger y el ateo del propio Sartre.
ESENCIA Y EXISTENCIA:
La posición
existencialista invierte su relación tradicional considerando no que la esencia
precede a la existencia sino que no hay más que existencia desnuda o ésta, al
ser lo fundamental nos obliga a darnos una esencia que será fruto de una libre elección y de un proyecto
fundamental. En la articulación tradicional, la esencia es la substancia
permanente y universal de los existentes, y que por lo tanto reside en un plano
racional y trascendente. Es la base para el concepto de “visión técnica del
mundo”. La existencialista de Sartre le lleva a mantener que al ser la
existencia lo primero el hombre debe autoproducirse. No hay separación entre
esencia y existencia por lo tanto en Sartre: nos dotamos de “esencia” a través
de la existencia.
SARTRE
Es el
padre del existencialismo. Intenta pensar al ser humano a la luz de los
trágicos eventos de las guerras mundiales, los fascismos y el imperialismo
capitalista. Para Sartre no somos nada a priori excepto lo que hagamos de
nosotros: “muerto dios” se pierde la referencia de los valores y del
propio ser humano, por lo que también se habla de muerte del hombre. El punto
de partida es la pregunta original de la filosofía. Sartre recogerá la
dialéctica del amo y el esclavo Hegeliana. Si somos autoconscientes, la única
manera de explicarlo es mediante el supuesto de que originalmente tenemos un
vacío que queremos satisfacer. De esa manera buscamos el reconocimiento de los
demás con lo cual Sartre dice que solo somos personas si los demás nos ven así.
El problema es que este reconocimiento se hace por medio de la esclavitud y la
sumisión. Esto le servirá a Sartre para establecer su concepción del ser
distinguiendo entre el ser-en-si y el ser-para-si. Sartre establece que el
mecanismo de la mirada nos permite establecernos. Pero es una mirada por medio
de la cual el que mira se convierte en sujeto absoluto o amo frente al mirado
que adopta el estado de objeto o esclavo. Esta sería la base que le lleva a
Sartre a decir que estamos alienados. Este pesimismo existencialista intenta
superarlo Sartre por medio de una revisión del Marxismo en la crítica de la
razón dialéctica (1960). El punto de partida sería la satisfacción de un deseo
que nos lleva a querer trasformar la materia por medio del trabajo. Somos un
proyecto desde la libertad. Por eso para Sartre, no somos nada más allá de la
existencia. Sartre habla de que somos un proyecto individual para cada uno y se
asienta en absoluta libertad a la cual estamos condenados. No hay esencia del
ser humano, cada persona con su vida establece un determinado modo humano de
ser ante el cual podemos también ser auténticos o caer en la mala fe.En último
término para Sartre “somos lo que hemos hecho” y de ahí la responsabilidad
hacia el futuro, consistiendo al final en aceptar “lo que ya ha sido hecho de
nosotros”. Se es auténtico cuando se es fiel a los valores que uno mismo crea. La
única manera de superar la objetivación de los demás es a través de una mirada
que no instrumentalizará a los demás: el amor de verdad, por el cual no
queremos apropiarnos de la otra persona sino que lo hacemos un hueco en nuestro
proyecto de vida de forma libre al tiempo que con ello también permitimos que
el otro se libere de sí mismo y alcance la autenticidad