Consecuencias de la epistemología de Hume
Consecuencias de la epistemología de Hume.
Materialismo y psicologismo
El valor del conocimiento se reduce a su génesis, a los procesos mentales. Por tanto, los conceptos no se refieren a pretendidas esencias extramentales; son meras ideas generadas y etiquetas útiles.
Antimetafísica
Ruptura con la tradición metafísica. Para Hume es solo el resultado de la superstición o vanidad humana que quiso penetrar en una esfera de objetos inasequibles.
Fenomenismo y escepticismo
Fenomenismo: no conocemos la realidad exterior, sino únicamente las percepciones que son fenómenos aislados. Escepticismo: no es posible un conocimiento sin haber pasado por la experiencia. Conclusión: solo fenómenos impresiones aisladas a las que no cabe buscar justificación ni conexiones reales, sino mera sucesión o contigüidad.
Contribución a la ciencia moderna, señalando el problema de la inducción
Las leyes causales no tienen validez universal como las leyes lógicas, de manera que Hume plantea el problema de la inducción: el paso de la experiencia particular a una ley general no se puede justificar de manera racional. La inducción es un hecho psicológico que se explica por el hábito y la asociación de ideas. En consecuencia, las leyes de la naturaleza no son seguras, sino probables.
Una filosofía del “como si” que fundamenta la tolerancia, en consonancia con las ideas
Al reconocer las limitaciones del entendimiento nos impide abordar cuestiones abstrusas, nos cura del dogmatismo. De nada podemos estar ciertos. Todo queda reducido a ficción: el objeto ha sido declarado imaginario y el sujeto mero proceso de percepciones. A partir de principios metafísicos el discurso filosófico y científico es un juego y hablamos del mundo como si fuera verdad. Pero esto tiene una ventaja: impedirá que sigamos matándonos por el fanatismo. Tolerancia.
Dios
1- No se puede demostrar su existencia: no sirven las pruebas tomistas o cartesianas. La sustancia infinita; Hume analiza los argumentos para demostrar la existencia de Dios. El argumento ontológico queda invalidado porque la existencia es una cuestión de hecho y su contrario no impide contradicción. El resto de argumentos tradicionales eran argumentos a posteriori: se basan en alguna indiferencia causal al considerar la naturaleza y el hombre como efectos de causa divina. Si la indiferencia causal es aceptable únicamente entre 2 impresiones, no es válida en estos casos, puesto que de Dios no tenemos impresión alguna.
2- Estamos condenados al agnosticismo. Ni deísmo ni tomismo.
La religión tiene un fundamento psicológico y sociológico
El análisis que Hume hace de la religión será decisivo para el pensamiento religioso de la Ilustración. A partir de su refutación de las pruebas de la existencia de Dios, Hume no acepta el deísmo, que considera la existencia de Dios racional. El análisis psicológico y sociológico que Hume lleva a cabo le lleva a afirmar que las ideas religiosas nacen de las esperanzas y los temores del ser humano, de la incertidumbre que le hace en un principio atribuir los bienes y lo que amenaza a distintas causas por encima de él mismo. La evolución hacia el monoteísmo es un avance con respecto al politeísmo pero encierra un grave peligro de la intolerancia y da lugar a persecuciones y condenas. Hume adopta también en este terreno una actitud escéptica y agnóstica.
Valor y alcance del conocimiento (crítica al principio de causalidad)
Se basa en el valor de la causalidad y se atreve a enunciar relaciones necesarias y predecir el futuro. El principio de causalidad no es ni una verdad de razón ni una verdad de hecho: analizando la relación causa-efecto que no tenemos de ella ninguna impresión, nunca hemos observado una conexión necesaria. Lo único que observamos es que el fenómeno causa y el fenómeno efecto se hallan contiguos y se da entre ellos una sucesión temporal. Nuestra certeza se basa en la experiencia y no hay nada que nos garantice que los hechos pasados se repitan en el futuro, salvo que varios fenómenos siempre se han producido de la misma manera contigua. Nos basamos en una inferencia de causas y concebimos la relación causa-efecto como una conexión necesaria según la cual el efecto se producirá necesariamente.
La creencia en la causalidad se debe al hábito. La costumbre de ver una sucesión regular entre 2 fenómenos nos lleva a creer que el primero es causa necesaria del segundo.
En resumen: la idea de causa necesaria de un efecto se debe a la conjunción de 4 factores (contigüidad, sucesión, regularidad y hábito psicológico) pero eso no le da valor objetivo.
Conclusion: según Hume, nuestro pretendido conocimiento de los hechos futuros basados en la ciencia es una mera suposición o creencia que proviene del hábito, de la costumbre. Una ficción útil, la ciencia es probabilidad.
Nos movemos por instinto y creencia: en nuestra vida somos guiados en gran medida por hábitos creados por la experiencia. Es una especie de instinto natural el que nos guía en la interpretación de los hechos ya que no poseemos certeza racional, sino solo creencia.