El Teatro Español desde 1940: Entre la Posguerra y la Democracia
El Teatro Español desde 1940 hasta nuestros días
1. La Posguerra: Exilio, Conservadurismo y Atisbos de Realismo
El teatro es el género más afectado por la Guerra Civil española. La muerte de grandes figuras como Valle-Inclán y Lorca, junto a las fuertes restricciones impuestas por el régimen franquista, marcan un periodo complejo. Durante la posguerra, coexisten diversas tendencias teatrales:
- Teatro del Exilio: Autores como Alberti (El adefesio), Casona (La dama del alba) y Max Aub (A la deriva, El puerto) mantienen viva la llama del teatro desde el extranjero, abordando temas como el grotesco, el simbolismo, el antisemitismo y la experiencia del exilio. Sus obras no se representarían en España hasta finales de los años 60.
- Teatro Conservador: Este tipo de teatro, dominante hasta los años 50, se caracteriza por su superficialidad y falta de crítica social. Se nutre de géneros como la comedia burguesa, el sainete costumbrista y el drama burgués. Obras como ¿Dónde vas, triste de ti? de Luca de Tena o las de Calvo Sotelo, reflejan esta tendencia.
- Teatro de Evasión: Con el objetivo de ofrecer una vía de escape a la realidad, autores como Edgar Neville, José López Rubio, Víctor Ruiz Iriarte y Agustín de Foxá cultivan un teatro ligero y humorístico. Enrique Jardiel Queipo, con su humor intelectual e inverosímil, también se destaca en este periodo.
2. El Teatro de Compromiso: La Llegada del Realismo Social
El año 1949 marca un punto de inflexión con el estreno de Historia de una escalera de Antonio Buero Vallejo. Esta obra, que retrata la vida de varias familias humildes en una misma vecindad, abre paso al teatro de compromiso social.
En 1953, Alfonso Sastre estrena Escuadra hacia la muerte, una crítica al belicismo. Mientras Buero Vallejo mantiene un realismo simbólico y posibilista, Sastre se inclina por un realismo social más crudo e imposibilista. Junto a José Medero Quinto, Sastre impulsa el teatro realista, que tendrá gran influencia en los años 60 con autores como Lauro Olmo (La camisa), Ricardo Rodríguez Buded (La madriguera) y Carlos Muñiz (El tintero).
3. Vanguardia y Experimentación: La Deshumanización en el Espejo
A finales de los años 60 surge un teatro vanguardista y experimental que explora la deshumanización de la sociedad. Dos tendencias se hacen presentes:
- Simbolismo: Autores como José Ruibal, Miguel Romero Esteo y Manuel Martínez Mediero utilizan el simbolismo para abordar temas complejos.
- Experimentación: Buero Vallejo incorpora el efecto de inmersión en El concierto de San Ovidio. Francisco Nieva introduce elementos eróticos, absurdos, cinematográficos y surrealistas en sus obras. Fernando Arrabal, exiliado en Francia, desarrolla un teatro del absurdo con obras como Pic-nic y Los hombres del triciclo.
En este contexto, el teatro universitario, de cámara y de arte y ensayo se fusionan en el llamado teatro independiente, buscando nuevas formas de expresión. A finales de los 70, el teatro de calle y el teatro de objetos cobran protagonismo, priorizando el espectáculo visual sobre el texto. Algunos grupos, como el Teatro Universitario de Murcia o Los Goliardos, logran profesionalizarse y perduran hasta la actualidad.
4. La Democracia: Diversidad, Recuperación y Nuevas Voces
Con la llegada de la democracia, el teatro español se caracteriza por la confluencia de diversas tendencias. El teatro underground y alternativo encuentran su espacio, se funda la Compañía Nacional de Teatro Clásico en 1983, se adaptan novelas al teatro (como Cinco horas con Mario de Delibes) y surgen nuevos autores-actores como Fernando Fernán Gómez (Las bicicletas son para el verano). Se recupera a autores exiliados como Alberti y Arrabal, y se redescubren figuras olvidadas como Lorca.
El realismo social sigue vigente con autores como Martín Recuerda, Sastre y Antonio Gala (Petra Regalada). La comedia burguesa también mantiene su público con figuras como Alfonso Paso y Adolfo Marsillach.
En las últimas décadas, el texto teatral recobra importancia y se produce un auge del género musical (Mamma Mia!). Dos líneas principales se distinguen:
- Neorrealismo: Autores de la generación de los 80, provenientes del teatro independiente, como José Luis Alonso de Santos (La estanquera de Vallecas), Fermín Cabal (Caballito del diablo), Ignacio Amestoy (Pasionaria) y José Sanchís Sinisterra (¡Ay, Carmela!), abordan temas sociales y cotidianos.
- Neovanguardismo: Grupos como La Fura dels Baus, Rodrigo García y Carnicería Teatro se enfocan en la creación de espectáculos visuales impactantes.
Autores como Paloma Pedrero (Loca de amor), Carmen Resino, Juan Mayorga (La paz perpetua) y Antonio Álamo (Cantando bajo las balas) también exploran el pasado desde una perspectiva contemporánea.
Antonio Buero Vallejo: Figura Clave del Teatro Español
Nacido en Guadalajara en 1916, Antonio Buero Vallejo es considerado una de las figuras más importantes del teatro español del siglo XX. Su trayectoria abarca desde la posguerra hasta la democracia, transitando por diferentes etapas: el existencialismo, el realismo social y la experimentación.
Tras la Guerra Civil, en la que fue condenado a prisión, Buero Vallejo se convierte en un referente del teatro realista social con obras como Historia de una escalera (1949). A lo largo de su carrera, explora temas como la libertad, la justicia social, la incomunicación y la responsabilidad individual. Su lenguaje, sencillo y directo, conecta con el público, mientras que su dominio de la acción dramática y la incorporación de elementos innovadores lo convierten en un autor clave para entender la evolución del teatro español.
Miguel Mihura: Humor y Absurdo para la Reflexión
Miguel Mihura, maestro del humor absurdo, utiliza la lógica ilógica para generar risas y, al mismo tiempo, invitar a la reflexión. Su obra más emblemática, Tres sombreros de copa, estrenada con casi veinte años de retraso debido a la censura, se ha convertido en un clásico del teatro español. En su segunda etapa destacan obras como Melocotón en almíbar, Maribel y la extraña familia y Ninette y un señor de Murcia, donde sigue cultivando su estilo único e inconfundible.