La Novela Española: De la Posguerra al Siglo XXI
LA NOVELA ESPAÑOLA DE 1939 A 1975
Introducción
La Guerra Civil supuso un corte drástico en el desarrollo de la vida cultural en España. Durante la dictadura de Franco, hubo varios factores que dificultaron la publicación de novelas: anulación de libertades básicas (como la libertad de expresión) y el establecimiento de la censura previa, el aislamiento internacional (al prohibir la importación de novelas de autores extranjeros) o la marcha al exilio de muchos narradores que publicaron sus obras antes de la guerra (Benjamín Jarnés) y también afectado por la muerte de dos novelistas: Unamuno y Valle-Inclán. La narrativa puede organizarse en tres etapas: la novela de los años cuarenta (la novela existencial y tremendista), la novela de los años cincuenta (con temática social) y la novela experimental de los años sesenta.
La novela en los años cuarenta
Hay novelas que tienen como asunto los hechos de la Guerra Civil (novela de corte nacionalista). Destaca Madrid, de corte a checa, de Agustín de Foxá, una crónica de los años de la República y de la situación de Madrid tras el golpe de Estado desde la perspectiva del bando sublevado. (Novela fantástica y humorística). La exaltación del ejército sublevado, la proclamación del ideario falangista (Javier Mariño) de Gonzalo Torrente Ballester o Frente de Madrid de Edgar Neville.
- Novela existencial: Algunas obras reflejan una realidad asfixiante, donde se impone la sensación de fracaso y soledad, desesperanza y angustia individual marcada por la muerte, con personajes desorientados. Nada de Carmen Laforet o La sombra del ciprés es alargada de Miguel Delibes.
- Novela tremendista: Se trata, en realidad, de una manifestación extrema de la novela existencial, un reflejo de la misma angustia y desolación, en donde se acentúan la atrocidad y la violencia. Son frecuentes los episodios brutales, truculentos y repulsivos; La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela
La novela en los años cincuenta
Las novelas publicadas en los años cincuenta ofrecen un testimonio crítico de la sociedad española en la época, y en ocasiones, se muestran las miserias y las injusticias sociales y laborales.
- Protagonismo colectivo: No está centrado en un sujeto, sino en el conjunto de la ciudad, en donde la duración del tiempo de la historia se reduce a un día o dos, y se desarrolla en lugares concretos, centrados.
Temas
Para los autores del medio siglo, la literatura debía reflejar las circunstancias sociohistóricas para transformar la realidad. Los temas principales son: la falta de libertad, las injusticias sociales y, en general, las penosas condiciones de vida (emigración, las malas condiciones laborales, evocación de la guerra, hambre, chabolismo…), de la gente común, presentadas desde un punto de vista crítico, que oscila entre la denuncia explícita y los testimonios.
Técnicas narrativas
Trata el objetivismo, que consiste en describir la realidad de manera imparcial por medio de un narrador en tercera persona que se limita a registrar los diálogos de los personajes (protagonismo colectivo). Utilización de lenguaje común y coloquial y estilo sencillo. Se estructuran en secuencias, como La Colmena, de Camilo José Cela, Alfonso Grosso La zanja, Ignacio Aldecoa El fulgor y la sangre, Carmen Martín Gaite Entre visillos, Rafael Sánchez Ferlosio El Jarama, Miguel Delibes El camino.
La novela experimental:
Características
A principios de la década de los sesenta se produjo un amplio movimiento de renovación de la narrativa marcado por el hartazgo de la novela social y poner al día la narrativa española con respecto a la literatura europea, hispanoamericana o norteamericana. Se introducen innovaciones en la estructura, técnica y estilo. Sus temas tratan, además de las preocupaciones sociales, se centra en los problemas personales de los personajes, donde tienen cabida elementos fantásticos, simbólicos, los sueños, absurdos… Además, utilizan la analepsis (momento de la historia donde se produce salto temporal al pasado) y prolepsis (salto temporal al futuro)
Rasgos de la novela experimental:
- Personajes fuertemente individualizados sumidos en una crisis de identidad, con conflictos psicológicos o existenciales, con personajes desorientados. Técnicas narrativas como el monólogo interior, con un estilo indirecto libre, utilización del tú autorreflexivo (narrador 2º persona)
- Desaparición del capítulo como unidad estructural básica, sustituido por la secuencia o por el párrafo extenso o ininterrumpido
- Creación de espacios simbólicos o míticos
- Inclusión de materiales diversos en el curso de la novela: informes de la policía, rótulos, anuncios, esquelas…
- Desorden cronológico o licencias ortográficas y tipográficas, organizado sin puntos ni mayúsculas
- Empleo de un estilo muy elaborado. Utilización de cultismos, figuras literarias, tecnicismos
- Perspectivismo: Mezcla de las personas narrativas (Girasoles Ciegos: 3 narradores)
Luis Martín Santos Tiempo de silencio, Miguel Delibes Cinco horas con Mario, Juan Marsé Últimas tardes con Teresa, Juan Benet Volverás a Región.
La narrativa en el exilio
La mayor parte de los narradores parten al exilio tras la Guerra Civil. Sus temas comunes son: las causas, el desarrollo y las secuelas de la Guerra Civil y la añoranza de la patria perdida de España
LA NOVELA ESPAÑOLA DESDE 1975 HASTA LA ACTUALIDAD
La narrativa española en 1975
Ya no hay censura y los novelistas podrán expresarse libremente todo lo que quieran. El final de la dictadura propicia la progresiva normalización de la narrativa española. La novela experimental presenta una gran diversidad temática y estilística, donde muestra signos de agotamiento. En 1975 se publica La verdad sobre el caso Savolta de Eduardo Mendoza, la cual sería una de las últimas novelas puramente experimentales. A partir de aquí, la novela experimental sufre una moderación en cuanto a las innovaciones.
La continuidad generacional
Durante la democracia siguen en activo algunos narradores que habían desarrollado su trayectoria literaria en las décadas anteriores
Novelistas de la primera promoción de posguerra (Años 40)
Miguel Delibes Los santos inocentes, Camilo José Cela Mazurca para dos muertos, Gonzalo Torrente Ballester Crónica del rey pasmado
Novelistas de los años cincuenta y sesenta
Carmen Martín Gaite El cuarto de atrás, Juan Marsé El embrujo de Shanghai
El placer de narrar
Se recuperan estrategias narrativas como los subgéneros (novela histórica, novela policíaca) en los que prima la historia (qué se cuenta) sobre el discurso (cómo se cuenta).
Los nuevos realismos
Almudena Grandes El corazón helado, Luis Landero Juegos de la edad tardía
La novela policíaca
Durante las últimas décadas se produce en España un florecimiento de la novela negra. Manuel Vázquez Montalbán Tatuaje, Lorenzo Silva El alquimista impaciente
La novela histórica
Se recrean minuciosamente acontecimientos o personajes del pasado. Félix de Azúa Mansura Arturo Pérez-Reverte El asedio
Las estrategias de renovación
En la novela española reciente se reconocen algunas estrategias de renovación (novela de memorias, autoficción y metaficción)
Novela de memorias
Momento en el que el autor habla de su vida. Andrés Trapiello Salón de los pasos perdidos
Autoficción y metaficción
La autoficción es una mezcla de datos reales y datos ficticios en el que se presta el nombre o las circunstancias biográficas del autor a un personaje de la obra. A menudo, se combina con la metaficción, en la que se reflexiona sobre el propio proceso de escritura de la novela. Javier Cercas Soldados de Salamina (Autoficción) Juan José Millás El desorden de tu nombre (Metaficción)
Fusión de géneros
La narrativa reciente se sitúa a menudo en la frontera entre la autobiografía, la biografía, el ensayo… Muchas de las obras de Javier Cercas fusionan varios géneros, escrito en un tono muy subjetivo y tiende a la concentración
La novela poética
está escrita en una prosa cuidada y evocadora. Julio Llamazares La lluvia amarilla
Dos narradores muy importantes fueron: Antonio Muñoz Molina y Javier Marías.
Las características de Antonio eran:
- Incorporación de elementos autobiográficos. El invierno en Lisboa
Las características de Javier eran:
- La inserción de digresiones de carácter reflexivo. Corazón tan blanco
No todos los autores escriben novelas extensas, también hay autores que escriben cuentos y microrrelatos (Fernando Iwasaki: Ajuar funerario). Manuel Rivas ¿Qué me quieres, amor?