San Agustín

No hay una distinción clara en la obra de San Agustín entre fe y razón, lo que marcará el discurso de todo su pensamiento. “Cree para comprender” nos dice en una clara expresión de predominio de la fe; si la creencia de los dogmas de la fe no podemos llegar a comprender la verdad de Dios y todo lo creado y relacionado con Dios. Entre paréntesis comprende para creer) la razón es un instrumento necesario de la aclaración de la fe. Esta relación entre la razón y la fe será característica de la filosofía cristiana. Dentro del discurso de San Agustín y su filosofía hay una gran inclinación hacia la intersección que explica que la purificación del alma es la única forma de alcanzar la felicidad. San Agustín y su filosofía postran a Dios como el principal dador de amor en el universo. Dios no solo es la verdad aspirada sino que además es la meta final para la vida del ser humano, todo empieza y termina con Dios. Considera que la creación y el universo son creados por Dios, habla incluso de cómo la evolución sucede según las manos de Dios. Su filosofía, a pesar de estar fuertemente influida por el cristianismo, también toma aspectos del platonismo y el estoicismo y los adopta en el modelo de la vida de la fe.

Helenismo

Tras las conquistas de Alejandro Magno, se impuso la cultura griega en todos los pueblos conquistados, que la fueron asimilando rápidamente. Las antiguas “polis” democráticas perdieron su independencia y fueron subordinadas a los nuevos monarcas absolutos, aunque la lengua griega se impuso en el inmenso imperio y con ella su cultura. Atenas pierde su hegemonía comercial, política y, al menos en parte, cultural. Las monarquías helenísticas suceden a la pequeña Ciudad-Estado. Se acentúan las diferencias entre las clases sociales. La inestabilidad política es permanente. En consecuencia, el individuo se siente perdido y ya no se siente ciudadano de una polis, su marco de referencia es la humanidad (cosmopolitas) y la naturaleza. La seguridad personal y la felicidad individual desaparecen.

Durante el periodo helenístico, Atenas dejó de ser el centro cultural y comercial, y pasó a ser como Alejandría, Babilonia, etc. Los pensadores de estos nuevos centros se inclinaron más por el estudio y especialización de las ciencias particulares como matemáticas, astronomía, geografía, historia, que por la filosofía que se había cultivado en la época clásica. El centro cultural más importante de este periodo fue Alejandría, puerto estratégico para el comercio, y que en el ámbito cultural reunió a muchos sabios de todos los países. Alejandría fue un centro cultural de investigadores; Con el helenismo se produce en la filosofía griega un nuevo modelo de plantearse las cuestiones filosóficas. La filosofía clásica griega no tiene razón de ser en el imperio actual. El hombre griego del período helenístico se sintió como ciudadano de un mundo inmenso, demasiado agitado como para sentirse seguro y satisfecho. En la nueva división del trabajo, los filósofos se centraron en la búsqueda de soluciones para el hombre angustiado de la época. La filosofía se convierte en una forma de sabiduría moralizante, el filósofo comienza a aparecer como un modelo a imitar. Las consecuencias más evidentes de esta circunstancia son: La filosofía ahora se concibe como un saber unitario pero con una finalidad fundamentalmente moral. En esta época florecen numerosas escuelas. Expansión de las religiones salvíficas. Surgimiento de escuelas éticas. La sabiduría es entendida como un saber vivir.

¿Qué es la deducción y en qué se diferencia de la inducción?

Es una forma de razonar partiendo de una serie de observaciones particulares que permiten la producción de leyes y conclusiones generales. Se basa en la observación de hechos y fenómenos.

  • Generaliza a partir de sus observaciones.

  • Sus conclusiones son probables.

  • Tiene el objetivo de generar nuevo conocimiento.

Era el método utilizado en las ciencias experimentales. En la actualidad es usado como parte del método científico en general.

DEDUCTIVO: Es una forma de razonar y explicar la realidad partiendo de leyes o teorías generales hacia casos particulares. Establece conclusiones a partir de generalizaciones.

  • En lógica, la conclusión de un razonamiento está incluida en las premisas.

  • Es útil cuando no se pueden observar las causas de un fenómeno.

  • Sus conclusiones son rigurosas y válidas.

  • No genera por sí mismo nuevo conocimiento, ya que parte de verificar conocimiento previo.

DEFINICIONES:

Determinismo: Doctrina filosófica que afirma que todos los acontecimientos de la naturaleza están sometidos a la acción de leyes universales, unos derivan necesariamente de otros según una cadena de causas eficientes. El determinismo niega, pues, que pueda tener lugar una acción libre o por azar en la naturaleza, es decir, una acción que no pueda ser explicada recurriendo a causas eficientes.

Cosmovisión: Por lo general nos referimos, con dicho término, a la concepción del universo en una determinada época y/o filósofo, es decir, a la explicación del universo, que queda reflejada en un determinado “modelo” en el que podemos encontrar elementos matemáticos y físicos, pero también culturales y estéticos.

Acto: Explica el movimiento, en el contexto de la Física, y que volvemos a encontrar en la Metafísica como uno de los principios del ser. El acto es la realidad propia del ser y su principio. Se dice que un ser está “en acto” cuando posee su propia perfección respecto a lo que está “en potencia”. Simplificando la cuestión, podemos decir que el acto remite a lo que una sustancia es ahora, por oposición a lo que puede ser en el futuro, a su capacidad de ser, a su ser “en potencia”.

Cogito: “Pienso, existo” de Descartes, se ha convertido en un símbolo característico y ampliamente reconocido de la filosofía cartesiana. El cogito es, para Descartes, y simultáneamente: la primera verdad conocida y el modelo de toda verdad que pretenda alcanzar la razón. Las características de esa primera verdad son la claridad y la distinción con la que es percibida, por lo que tales características se convertirán en el criterio de certeza por el que debe regularse toda proposición que se pretenda verdadera.