TÉCNICAS BÁSICAS DE LA ENTREVISTA

1. PREPARAR EL COMETIDO Y LA FINALIDAD DE LA ENTREVISTA

Como punto de partida, las habilidades para establecer un contacto son importantes porque transmiten la disposición a tomar en serio la trascendencia que los usuarios dan a los problemas, pero hay que hacerlo dentro de un contexto en el que se es críticamente consciente de la existencia de información que parece contradictoria o incompleta o haber sido omitida.

Planificar y prepararse para la entrevista

Antes de empezar una entrevista es importante pensar detenidamente en su finalidad y en lo que esperamos conseguir en el tiempo previsto.

Una buena planificación y una buena preparación son de lo más importante. Es necesario tener en cuenta las necesidades y/o expectativas específicas de:

  • La persona o grupo de personas que buscan nuestra ayuda.
  • Otra gente relacionada con el individuo o grupo de individuos.
  • Nosotros mismos en cuanto a nuestras expectativas personales y profesionales.
  • La política del organismo.
  • Otros profesionales.

Hay dos maneras fundamentales para prepararnos para esta tarea. Una podría denominarse enfoque reflexivo (en el que la recogida de información es menos sistemática pero más empática e intuitiva). Otra manera de prepararse para una entrevista es utilizar un listado de tareas o temas que hay que contemplar. Tanto el enfoque reflexivo como el listado exigen que nos familiaricemos con las anotaciones que figuran en el historial y actualicemos nuestro conocimiento en cuanto a acontecimientos recientes, sobre todo en relación con otras personas involucradas en el caso. Por último, es imprescindible para nosotros tomar notas de nuestros pensamientos y sentimientos, sobre todo si albergamos actitudes o convicciones estereotipadas negativas sobre el individuo en cuestión. Además, es importante ser consciente de las preocupaciones que algunos usuarios sienten cuando inician un contacto con profesionales (a ser criticados por ejemplo) y de cómo puede ser abordadas.

Cada individuo es único y cada interacción diferente y estos factores tienen que transmitirse en nuestra planificación y preparación.

La diferencia entre las expectativas de un usuario y lo que es posible desde el punto de vista de la política y de los recursos del organismo para el que se trabaja, es un foco de tensión permanente en el trabajo social, y la entrevista es a menudo el ambiente donde se manifiestan estas tensiones.

Una planificación y una preparación cuidadosas pueden ser una forma de abrir nuevas posibilidades.

Entrevistas en ambientes diferentes

De vez en cuando nuestro trabajo nos obliga a realizar entrevistas en otros ambientes, denominados “ambientes secundarios”, que abarcan:

  • Despacho de los servicios sociales o del servicio de libertad vigilada.
  • Domicilio particular (incluidos casas de acogida y centros para menores pendientes de adopción).
  • Residencias.
  • Cárceles.
  • Escuelas.
  • Hospitales (psiquiátricos y generales).
  • Centros de día.
  • Centros comunitarios.
  • Ambientes informales, transitorios u otros (conversaciones en cafés, viajes en coche, etc.).

Cada ambiente tiene sus características propias.

Estas entrevistas celebradas en ambientes más informales se producen a veces de manera espontánea y pueden tener lugar en situaciones diversas y diferentes.

Todas ellas brindan oportunidades para que las personas exploren sus pensamientos y sentimientos sin tener la sensación de ser el único foco de atención o de sentirse demasiado observadas.

Sin embargo, es importante mantener unos límites profesionales honrados y claros porque, en ambientes más naturales, a la gente se la puede pillar desprevenida fácilmente hasta el punto de verse revelando más de lo que desean.

Crear una comunicación y establecer una relación

Para que una entrevista tenga un resultado satisfactorio es necesario crear una comunicación. En relación con la entrevista de trabajo social, se define la comunicación como “el estado de armonía, compatibilidad y empatía que permite un entendimiento mutuo y una relación laboral entre el cliente y el trabajador social”.

A veces se utiliza la palabra comunicación en lugar de relación, o se emplean ambas como si fueran intercambiables, pero describen experiencias diferentes. Establecer una relación supone un tipo de contacto que es continuo, o una conexión que permanece en el tiempo. Por el contrario, establecer una comunicación lleva implícita una interacción más espontánea basada en un entendimiento mutuo: significa que se ha creado una conexión “estrecha y comprensiva”, y quizá pueda utilizarse mejor para describir la calidad de una interacción determinada en un momento concreto.

Es posible establecer con bastante rapidez una buena comunicación con una persona totalmente desconocida. Por otro lado, también puede pasar que se tenga una buena relación de trabajo y sin embargo no establecer una comunicación o no “congeniar” durante una entrevista o un encuentro determinado. Por este motivo, es importante que el término comunicación…