El Califato de Córdoba
Al-Ándalus, provincia del Imperio árabe: En el 714 Musa y Tariq abandonaron la Península para trasladarse a Damasco, y dejaron a Abd al-Aziz como gobernador de al-Ándalus. Los escasos contingentes fueron distribuidos por las ciudades de al-Ándalus. Los árabes se instalaron en las ciudades del sur, con Sevilla y Cordoba a la cabeza. El intento de los árabes de expandirse al norte de los Pirineos, fustrado por la derrota de Poitiers, fue aprovechado por los nobles visigodos para rechazar un ataque bereber en Covadonga, y fundar a partir de ese hecho el reino astur. Entre el 715 y 740 la preocupación interior mas importante fue organizar la recaudación de los tributos, también se organizó la administración provincial. En el año 740 estalló una rebelión de los bereberes norteafricanos que pronto se extendió a al-Ándalus. El emirato independiente: El origen del emirato se encuentra en el golpe de Estado del año 750, protagonizado por la familia de los Abasíes en Damasco. Abd al-Rahman, uno de los supervivientes, se refugió en el norte de áfrica y, gracias a la ayuda de los grupos partidarios de su familia consiguió desembarcar en al-Ándalus. El reinado de Abd al-Rahman I fue una lucha constante por afirmar su dominio frente a los diferentes grupos árabes y bereberes, a los que acabó sometiendo. La situación fue tranquila en la primera mitad del siglo IX, pero a partir del 880 hubo una grave crisis político-militar. Los sucesivos emires pudieron a duras penas conservar el control de la zona clave del valle del Guadalquivir.