La novela española de posguerra (1939-1975): Tendencias, autores y obras principales
La novela española de 1939 a finales de la década de 1970: Tendencias, autores y obras principales
Contexto histórico y social
Tras vencer en la Guerra Civil (1936-1939), Franco se erige caudillo. Los años 40 están marcados por el aislamiento internacional debido al rechazo a una dictadura que, aparentando neutralidad, apoya a la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. Son años de pobreza y represión política. La década de los 50 supone el fin del aislamiento. En los 60, se produce un gran desarrollo económico pero faltan libertades, el contacto con otras democracias alentará la oposición a un régimen que se debilita hasta la muerte de Franco en 1975. Con la llegada de la democracia, se aprueba la Constitución de 1978.
Años 40: El renacer de la novela
El realismo tradicional domina la escena literaria. La censura prohíbe las obras del exilio, que no llegan a publicarse en España. Entre las características de la novela de la época destacan:
- Enfoque existencial: Reflejo amargo de la vida cotidiana.
- Inconformismo: Se aleja del triunfalismo franquista y de la novela de evasión.
- Nuevos temas: Soledad, inadaptación, frustración, hambre, pobreza, muerte, etc.
- Personajes desarraigados: Angustiados y marginales, revelan el malestar del momento, sin atribuirlo a la situación política debido a la férrea censura.
Surgen varias tendencias novelísticas:
A. Novela de los vencedores
La novela falangista, acorde con el régimen vencedor, busca dejar constancia de la victoria como una gesta heroica. Sus novelas son partidistas y propagandísticas, como Checas de Madrid de Tomás Borrás.
B. Novela psicológica
Se basa en el análisis del carácter y del comportamiento de los personajes desde unas técnicas realistas. Un autor importante será Ignacio Agustí con Mariona Rebull.
C. Novela existencial
Dos fechas suelen señalarse como el inicio de este tipo de novela: 1942, año en el que aparece La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela, y 1944, cuando se publica Nada de Carmen Laforet. En ambas se aborda una temática de cierto contenido existencial. Estos narradores pusieron de manifiesto temas como la amargura, la desorientación y la incertidumbre de aquellos años de posguerra.
En 1947 gana también el Premio Nadal la primera novela de Miguel Delibes, La sombra del ciprés es alargada, novela con las mismas características. De esta época, destacan tres grandes autores: Camilo José Cela, Gonzalo Torrente Ballester y Miguel Delibes.
Años 50: Novela social, realista
La relajación de la censura y la expansión editorial permiten la aparición de una novela más crítica y comprometida con la realidad social. Sus características principales son:
- Temas de la posguerra: Difícil situación de campesinos y proletarios.
- Argumento lineal
- Escasez, sencillez y funcionalidad de las descripciones
- Preferencia por el protagonista colectivo
- Concentración espacio-temporal
- Objetividad del narrador
- Presencia de humor, ironía o escepticismo
- Lenguaje sencillo sin gran elaboración estética. El diálogo refleja el habla real.
Cela publica La colmena en Buenos Aires debido a la censura. La novela refleja la miseria de la posguerra en un mosaico de personajes que se entrecruzan. Destaca el personaje colectivo, la concentración espacio-temporal y la objetividad del narrador. La novela se fragmenta en secuencias y el argumento se construye a partir de situaciones cotidianas donde domina la insolidaridad.
Se distinguen dos tendencias:
El neorrealismo
Se centra en los problemas del hombre como ser individual, en la soledad y la frustración. Pertenecen a esta corriente Ana María Matute, Ignacio Aldecoa, Rafael Sánchez Ferlosio y Carmen Martín Gaite.
Novela social (realismo social)
Se centra en los problemas de los grupos sociales. Sobresalen los siguientes novelistas: Jesús Fernández Santos, Jesús López Pacheco, Juan García y Armando López Salinas.
Años 60 y 70: Novela experimental
La censura se relaja aún más. Influyen los renovadores europeos y americanos: Joyce, Kafka, Faulkner y Proust; e hispanoamericanos: Márquez, Cortázar, etc. La novela experimental se caracteriza por:
- Personajes y argumento se diluyen: Frecuentemente con final abierto.
- Se sustituyen los capítulos por secuencias
- Se presenta la historia desordenada
- Visión de un hecho desde distintos ángulos: Postura omnisciente.
- Monólogo interior: Fluye libremente el pensamiento de los personajes.
- Espacio y tiempo se funden
- Digresiones del autor: Expresa sus pensamientos.
- Variedad de registros: Culto, vulgar, científico, etc.; y cambios tipográficos.
A partir de la publicación de Tiempo de silencio de Luis Martín Santos (1962) podemos decir que surge la novela experimental. Otros autores y obras significativas dentro de esta tendencia son Juan Benet con Volverás a Región (1967); Juan Marsé y su novela Últimas tardes con Teresa (1966); sin olvidar a Cela y su Oficio de tinieblas 5 (1973); a Juan Goytisolo y su trilogía formada por Señas de identidad (1966), Reivindicación del conde don Julián (1970) y Juan sin tierra (1975); a Miguel Delibes con Cinco horas con Mario (1966); y a Gonzalo Torrente Ballester con La saga/fuga de J.B. (1972), donde crea un espacio mítico a lo largo de mil años.
A partir del 75: Pluralidad de tendencias
Con la llegada de la democracia, la novela española se abre a nuevas posibilidades y experimenta una gran diversidad de tendencias.