DESARROLLO SOCIAL: proceso a través del cual el niño adquiere habilidades de interacción, conoce normas, valores y hábitos que le permiten desarrollarse y adaptarse a contextos cada vez más amplios. Este proceso tiene lugar a través de la continua interacción con el entorno.

SOCIALIZACIÓN: proceso de interacción del niño con el entorno a través del cual la sociedad va incorporándole a los distintos grupos sociales, transmitiéndole valores, normas, costumbres, conocimientos y formas de actuar que le permiten adaptarse activamente a los mismos.

ESTILO EDUCATIVO: patrón de interacción del adulto con el niño en situaciones cotidianas. Responde a la interpretación de las conductas del niño por parte del adulto y a la visión que tiene de la sociedad.

INADAPTACIÓN SOCIAL: es la incapacidad de un individuo para integrarse en los contextos sociales que le rodean.

RABIETAS: explosiones de enfado exagerado e intenso acompañadas de gritos, pataleos y llanto.

LOS AGENTES DE SOCIALIZACIÓN: son personas o instituciones que se encargan de incorporar al niño a los contextos sociales en los que se desenvuelve, transmitiéndoles conocimientos, normas y valores que le permiten adaptarse.

LA TEORÍA INTERACCIONISTA: explica el desarrollo social considerando las variables individuo, medio y la interacción entre ambos, de manera que las tres contribuyen por igual a la evolución en este ámbito.

EL DESARROLLO AFECTIVO: es una dimensión madurativa del individuo referida a la formación de vínculos con otras personas, al desarrollo de las emociones y sentimientos, y a la construcción de una personalidad propia. Los factores que influyen en el desarrollo afectivo son: la maduración, el temperamento y la socialización.

Componentes del desarrollo afectivo:

  • Emociones
  • Vínculos
  • Vertiente afectiva del autoconocimiento (autoestima)

LAS EMOCIONES: son reacciones afectivas que surgen súbitamente ante un estímulo, duran un corto tiempo y se acompañan de manifestaciones fisiológicas. Existen dos tipos de emociones. Aunque los sentimientos también son estados afectivos, tienen características que los diferencian de las emociones.

SENTIMIENTOS: son procesos afectivos que experimenta internamente el individuo, relativamente estables, con un alto contenido cognitivo y dependientes de la experiencia, el temperamento y el proceso de socialización. Son más profundos que las emociones, más duraderos, menos intensos y sin reacciones fisiológicas tan aparentes. Ejemplos incluyen el amor, el rencor, la envidia y el cariño.

VÍNCULOS DEL NIÑO:

APEGO: es una relación especial y privilegiada que el niño establece con un número reducido de personas incondicionales, eficaces y disponibles. Se caracteriza por el interés y el afecto mutuo. Sus funciones son asegurar la supervivencia, la protección y garantizar la seguridad emocional. La formación y evolución del apego depende de la interacción del niño con la figura de apego y sigue una secuencia invariable con distintas fases. Los niños con apego seguro desarrollan un concepto de sí mismos positivo, un sentimiento de confianza básica en los demás y una gran estabilidad afectiva.

LA AMISTAD: es un vínculo afectivo que une a dos personas, es un apego específico que satisface necesidades afectivas y sociales.

CRIANZA SENSIBLE: interpretar las señales del niño de manera inmediata y adecuada.

IRA: es un sentimiento de indignación que presenta el niño cuando no obtiene una meta, no ve satisfecha una necesidad o ante un estímulo aversivo. Se manifiesta como enfado, llanto e irritabilidad.

EL AUTOCONCEPTO: es el conocimiento que el niño tiene sobre sí mismo.

AUTOESTIMA: es la valoración que el niño hace de dicho autoconcepto. En cuanto a que es una valoración, la autoestima implica connotaciones de carácter afectivo. Mediante su desarrollo, el niño aprende a quererse a sí mismo, a aceptar sus limitaciones y sus capacidades, y es un buen indicador de equilibrio personal, pues ofrece herramientas para hacer frente a tensiones y dificultades.

Tipos de autoestima:

  • Afectiva: valoración que hace el niño de las características de su personalidad.
  • Física: valoración que un niño hace de su aspecto físico o de sus destrezas y habilidades corporales.
  • Social: valoración que hace de las relaciones que mantiene con sus compañeros y con las personas significativas.
  • Familiar: valoración que hace de las relaciones que mantiene con los miembros de su familia, padres, hermanos, etc.
  • Académica: valoración que hace de su rendimiento escolar.

LOS CELOS INFANTILES: estado subjetivo caracterizado por una sensación de malestar emocional y frustración al creer que ya no somos correspondidos emocionalmente por las personas queridas.

MIEDOS INFANTILES: es una respuesta defensiva emocional normal ante amenazas del entorno, ya que prepara para afrontar un peligro.

LA FOBIA: es un miedo específico, desproporcionado, irracional y aprendido, que conlleva a respuestas motoras de evitación.

PESADILLA: es un sueño largo que provoca en el niño una fuerte sensación de ansiedad, miedo o terror. El niño se despierta asustado y al día siguiente puede recordar el sueño (a partir de los 3 años de edad).

TERRORES NOCTURNOS: son menos frecuentes, aparecen a partir de los 4 años y en la adolescencia. El niño se sienta bruscamente en la cama, grita, llora con cara de terror y gran ansiedad.

INTELIGENCIA EMOCIONAL: es la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones (Goleman). Implica destrezas, actitudes, habilidades y competencias que determinan nuestra conducta con respecto a nosotros mismos y con los demás.

Componentes de la inteligencia emocional:

  • Autoconocimiento: capacidad de conocerse a uno mismo con cualidades positivas y negativas, limitaciones, sentimientos, etc.
  • Autorregulación: habilidad para controlar nuestras emociones e impulsos para adecuarlas a un objetivo.
  • Automotivación: capacidad para motivarse uno mismo.
  • Empatía: habilidad para entender las necesidades, sentimientos y problemas de los demás, poniéndose en su lugar y dando respuesta a sus estados emocionales.
  • Destreza social: habilidad para establecer y manejar adecuadamente las relaciones con los demás.

Educación emocional: “proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo emocional como complemento indispensable del desarrollo cognitivo, constituyendo ambos los elementos esenciales del desarrollo integral” (Bisquerra).

LIBIDO: energía vital: lo que nos permite comportarnos en la dirección de cubrir nuestras necesidades vitales en cada momento.

PULSION: acumulación o carga energética en una zona del cuerpo (zona erógena).

LEY DE DOBLE FORMACIÓN:

  1. Toda habilidad cognitiva aparece primero en el ámbito de las relaciones sociales (andamiaje – ámbito interpersonal).
  2. Solo después aparece en el ámbito mental o de funcionamiento psicológico (ámbito intrapsicológico – internalización).

ANDAMIAJE:

  • Dar instrucciones verbales sobre los pasos a seguir.
  • Servir de memoria (recordar qué se hizo y qué hay que hacer).
  • Fraccionar la tarea y hacer fase a fase.
  • Señalar la información relevante para la tarea.
  • Modelado.
  • Dar retroalimentación.
  • Animar.

RESILIENCIA: son las experiencias negativas recurrentes y constantes, estables en el tiempo, las más perjudiciales, no las más intensas pero puntuales o aisladas.