El Franquismo en España

Primera etapa (1939-1953): Período de posguerra

Luego de la Guerra Civil, España quedó desolada social, política y moralmente y atravesó una gran crisis económica, producto de la división social, la destrucción de la guerra y el contexto internacional. Además, en estos años el gobierno dictatorial implementó una política de represión extrema con el objetivo de eliminar todos los focos de oposición al régimen.

Durante el estallido de la Segunda Guerra Mundial, en septiembre de 1939, Franco se manifestó neutral debido al estado social y económico de España, pero las ambiciones imperialistas y la necesidad de establecer alianzas beneficiosas hicieron que estableciera pactos con Alemania.

Conformó la División Azul, una unidad de tropas voluntarias que, entre 1941 y 1943, envió cerca de 45.000 soldados al frente de guerra oriental (entre Alemania y la URSS).

Al finalizar la guerra se creó la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pero España quedó excluida debido a la relación de Franco con el fascismo y su régimen dictatorial. Este período también es conocido como el período del aislacionismo, debido a que muchos países cerraron sus fronteras y relaciones diplomáticas con España.

Segunda etapa (1953-1959): Reestructuración política y económica

La Guerra Fría favoreció a España, porque ubicaba a este país dentro de los países anticomunistas y esto la acercó a los países del Bloque Occidental.

Por otro lado, Franco introdujo una serie de cambios en el gobierno e incorporó profesionales tecnócratas a la administración estatal. En este contexto, España entró en una nueva fase económica en la que se firmaron los primeros tratados económicos con embajadores extranjeros, lo que fomentó el crecimiento económico.

En 1955 España ingresó a la ONU y recibió de países extranjeros ayuda militar y tecnológica. Con el fin del aislamiento exterior España se abrió al desarrollo económico, al turismo y a la inmigración.

Tercera etapa (1959-1969): Desarrollismo económico

Durante la década del sesenta, se realizó una apertura del comercio y se volvió a dar importancia a la industria. En 1959 se lanzó un “plan de estabilización” con el objetivo de profundizar la industrialización del país, aumentar los ingresos de la clase trabajadora y generar una clase media consumidora.

Durante este período se comenzaron a visibilizar las manifestaciones opositoras. El movimiento obrero actuó por fuera del sindicato controlado por el estado y comenzó a manifestarse en huelgas. Los grupos nacionalistas vascos y catalanes comenzaron a movilizarse para recuperar sus autonomías. En 1961, la ETA (organización terrorista vasca) llevó a cabo su primera acción violenta.

Además, comenzaron a aparecer condenas a nivel internacional, en contra de los valores dictatoriales y la ausencia de libertades.

En este contexto, el gobierno recrudeció la represión. Se creó el Tribunal de Orden Público, encargado de perseguir a militantes de la oposición, y se aprobó la Ley de Prensa (1966), que consolidó la censura editorial y el control de los medios de comunicación.

Cuarta etapa (1969-1975): Agonía del franquismo

Con el comienzo de la década del setenta, aumentaron las huelgas, protestas y la oposición política se fortaleció, mientras la salud de Franco manifestaba un profundo deterioro. La presión por su enfermedad hizo que Franco nombrara como sucesor a Juan Carlos I.

El régimen franquista llegó a su fin el 20 de noviembre de 1975 con el fallecimiento de Francisco Franco.

La Constitución Española de 1978

1. Clasificación de la fuente

Nos encontramos ante un texto de tipo jurídico y contenidos políticos, económicos y sociales.

Se trata de una fuente primaria porque está extraída directamente, aunque con algunos recortes. El destinatario es público y su finalidad es la de organizar jurídicamente al pueblo español tras la dictadura franquista. Se trata de la última constitución elaborada en nuestro país, que aún sigue vigente.

Los autores de este texto son los “padres de la Constitución”, es decir los siete parlamentarios que fueron encargados de su elaboración: Gabriel Cisneros (UCD), Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón (UCD), José Pedro Pérez-Llorca (UCD), Gregorio Peces-Barba (PSOE), Jordi Solé Tura (PCE), Manuel Fraga Iribarne (AP) y Miquel Roca i Junyent (minorías catalana y vasca).

2. Análisis del contenido de la fuente

La idea fundamental del texto es el establecimiento de las bases del Estado español, que serán establecidas en cada uno de los artículos de esta carta magna:

  • En el Artículo 1 se establece el Estado democrático y de derecho, cuya forma política es la monarquía parlamentaria y cuya soberanía reside en la nación.
  • En los artículos 2, 137, 147 y 155 se establece la organización del Estado, regulando la indivisibilidad de la Nación y el derecho de autonomía, la organización territorial, los Estatutos de Autonomía y el poder de actuación del Gobierno central, respectivamente.
  • En los artículos 6, 14, 16, 20, 23 y 41 se recogen las características de un Estado moderno, libre y democrático: el pluralismo político, la igualdad ante la ley, la libertad ideológica, religiosa y de culto, la libertad de cátedra, la libertad política y el funcionamiento de la Seguridad Social, respectivamente.
  • En los artículos 66 y 77 se establece el funcionamiento de las Cortes bicamerales, regulando su función y constitución y su iniciativa legislativa.

3. Contexto histórico

La redacción de este texto constitucional se enmarca en el proceso de Transición española, período que servirá de puente entre el Franquismo y el período de desarrollo democrático pleno en que se encuentra España en la actualidad. Se trata de un período convulso y de grandes cambios, que establecerá las bases de un país democrático y de derecho.

  • Síntesis del período: características de la Transición y citar los gobiernos previos.
  • Momento concreto: gobierno de la UCD, de Adolfo Suárez.
  • La Constitución de 1978 (punto central del comentario), según los apuntes.

4. Conclusiones

A pesar de las controversias suscitadas durante el proceso constituyente, hoy este texto es altamente aceptado por la población española. Pese a que ha sufrido dos enmiendas, sigue siendo el texto normativo fundamental para los españoles. Algunos puntos merecen una revisión para adaptar sus contenidos a la España de la tercera década del siglo XXI.

Víctimas Mortales del Terrorismo en España

1. Clasificación de la fuente

Nos encontramos ante un documento gráfico, compuesto por dos elementos: por una parte, un gráfico de barras que muestra el número de víctimas por terrorismo entre los años 1968 y 2010. Por otra parte, se muestran dos gráficos de sectores, en los que se dividen las víctimas según su relación profesional (miembros de las Fuerzas Armadas y cuerpos policiales; políticas; y civiles) y según su sexo (hombre o mujer).

Se trata de una fuente secundaria, pues es una recopilación de datos elaborada por el Ministerio del Interior, encargado de la propuesta y ejecución de la política del Gobierno en materia de seguridad ciudadana y mando superior de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, entre otras cuestiones. El destinatario es público, cualquier ciudadano interesado en la consulta de los datos. La finalidad es, por tanto, divulgativa. Los datos han sido ofrecidos por el Diario El País, el día 4 de mayo de 2018.

2. Análisis del contenido de la fuente

En la fuente se puede apreciar un recuento de las víctimas mortales del terrorismo entre 1968 y 2010, ofreciendo un resultante total de 854. Resulta llamativo el desigual reparto por sexos, totalizando los hombres hasta 13 veces más que las mujeres: 771 frente a 58. La explicación es que buena parte de los objetivos terroristas eran miembros de los Cuerpos de Seguridad del Estado. Esta misma lógica explica los datos ofrecidos en el otro gráfico de sectores, que muestra el predominio de víctimas de miembros de las Fuerzas Armadas y de cuerpos policiales (501), frente a los civiles (321) y los políticos (32).

El combate directo de los Cuerpos de Seguridad tuvo su reflejo en el atentado contra la Casa Cuartel de Zaragoza. Entre los civiles, la mayor parte de las víctimas fueron empresarios (que decidieron no colaborar con ETA) y periodistas (cuya valentía les condujo a seguir los códigos de su profesión). Pese a la presencia de otros objetivos particulares, también fueron víctimas cantidad de personas que se encontraban en los lugares donde se produjeron los atentados (siendo el más llamativo el que se produjo en el Hipercor de Barcelona, en 1987). Entre las víctimas políticas se hallaban todo tipo de figuras, siendo los más habituales los concejales del País Vasco. El caso del concejal del PP por Ermua, Miguel Ángel Blanco (1997) impactó en la sociedad española por su crueldad.

La tendencia alcista ofrecida en el gráfico de barras entre los años 1978 y 1980, coincide con el período de Transición, siendo los años que destacan claramente sobre todos los demás. La progresiva y lenta disminución posterior coincidirá con las acciones de los distintos gobiernos y de la sociedad española en su afán por imponer la democracia sobre el terrorismo.

3. Contexto histórico

El contexto histórico se refiere a diferentes momentos de la Historia española reciente:

  1. Etapa final del Franquismo (años 70): frentes de oposición, cambios en las mentalidades y la cultura, presidencias de Carrero Blanco y Arias Navarro.
  2. Transición democrática (1975-1982): coronación de Juan Carlos I como Rey de España, primeros intentos democratizadores (gobiernos de Arias Navarro y Adolfo Suárez), elecciones de 1977, constitución de 1978 y Gobierno de Calvo Sotelo.
  3. Gobiernos democráticos (1982-2018): Gobiernos de Felipe González (PSOE), José María Aznar (PP), José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE), Mariano Rajoy (PP) y Pedro Sánchez (PSOE).

El terrorismo en España entre el Franquismo y el siglo XXI: ETA (explicar su evolución), FRAP, GRAPO, otros partidos y actuaciones extremistas.

4. Conclusiones

El terrorismo ha sido uno de los grandes problemas de la Historia española reciente. Al problema de la larga existencia de la banda terrorista ETA, hay que sumar la de otros grupos armados, que hicieron conocer los primeros momentos de la Transición como “los años de plomo”. Por desgracia, el terrorismo internacional ha hecho presencia de forma muy violenta, como fueron los casos de Madrid (11 de marzo de 2004) y Barcelona (17 de agosto de 2017).