Introducción

A principios de la Edad Media se producen una serie de hechos trascendentales que influyen en el desarrollo del teatro:

  • La invención de la imprenta, que permitió la propagación de textos teatrales.
  • El descubrimiento de nuevas tierras, que amplió los horizontes culturales.
  • El protestantismo, que unió la razón a la fe.
  • El Renacimiento, redescubrimiento de la civilización grecorromana. Este movimiento trae consigo el Humanismo y el Antropocentrismo.

En esta época, los actores se profesionalizan y se representan los autos sacramentales.

Corrientes Teatrales en Italia

  • La lectura de los clásicos latinos conduce a un teatro humanístico (en latín).
  • Teatro culto, donde Maquiavelo escribe La Mandrágora con influencias de Plauto.
  • Género de comedias de enredo, inspiradas también en Plauto. Se trata de argumentos basados en malentendidos, confusiones entre personajes, secuestros, separaciones y reencuentros.
  • Commedia dell’Arte:
    • Se trata de espectáculos populares.
    • Las obras carecen de texto fijo y previo; se reduce a un breve guion donde los actores improvisan lances y diálogos. La commedia dell’arte crea su texto frente al público.
    • Para sus réplicas memorizaban textos de otros autores en verso y prosa con metáforas, diálogos de amor, entradas, salidas… que junto a los lazzi (plural de lazzo, son efectos burlescos consistentes en gestos desproporcionados y ridículos, bromas que se intercalaban en la trama).
    • Una invariable serie de personajes que eran tipos populares originarios de todas las regiones de Italia con sus acentos y sus tics.
    • Los personajes se dividen en dos grupos antagónicos: los criados (o Zanni quienes llevaban el eje dramático y rítmico de la obra y solían ser ingeniosos, destacan Pierrot y Arlequín) y los señores (personajes que hay que ridiculizar que representan el poder político -Pantalón-, el intelectual -el Doctor- y el militar -Capitán-). Los enamorados eran un grupo aparte.
    • La improvisación era lo básico.
    • Resultaba fundamental el juego teatral del actor.
  • El Teatro de los Humanistas se desarrolló en ambientes universitarios, en gimnasios y patios de esas universidades donde se levantaron tablados escénicos que tenían como telón de fondo un simple tela pintada como decoración única.

Corrientes Teatrales en Inglaterra

Las representaciones se hacían al comienzo de la tarde. Había ausencia de decorados, de ahí la importancia del valor simbólico de los objetos: si llevaban antorchas era de noche, un arbusto señalaba un bosque, un trono representaba un palacio… El texto se encargaba de sugerir los espacios.

Entre los autores de la época destacan Christopher Marlowe y Ben Jonson, pero éstos y otros autores quedaron atrás ante una de las más grandes figuras de la literatura universal: William Shakespeare, quien además de escribir textos poéticos también consiguió formar parte de una compañía en la que interpretaba pequeños papeles y arreglaba obras, pero pronto empezó a escribir sus propios textos que alcanzaron grandes éxitos.

Shakespeare cultivó la poesía lírica y compuso varias obras entre las que destacan sus 154 sonetos. Sus obras teatrales, de las 37 que se conservan, suelen dividirse en tres tipos:

  • Dramas históricos, referidos a la tradición histórica de Inglaterra.
  • Comedias como La fierecilla domada, Mucho ruido y pocas nueces, El sueño de una noche de verano.
  • Tragedias, como Hamlet, Otelo, Romeo y Julieta, Macbeth.

También hay que destacar tres aspectos fundamentales en su obra:

  • Su extraordinaria variedad (situaciones de terrible dramatismo junto a escenas de gran comicidad).
  • Profundo conocimiento del alma humana, gran capacidad para imaginar personajes que reflejen maravillosamente lo mejor y peor del ser humano.
  • Su dominio del lenguaje: su amplísimo vocabulario (unas quince mil palabras) y su maestría tanto en el uso del verso como de la prosa le permitieron aprovechar las posibilidades del teatro de su tiempo.

La influencia de Shakespeare ha sido enorme en todos los países y épocas.

La ”Comedia Nacional” Española

Es un teatro que se representa especialmente en ambientes escolares, religiosos o palaciegos. Además de La Celestina de Fernando de Rojas, habría que citar a Juan del Encina con obras de tradición medieval y carácter renacentista, Lucas Fernández, autor de Auto de la Pasión, y Torres Naharro de quien destacan Soldadesca y Tinellaria, Lope de Rueda, cuya comedia más conocida es El Paso de las Aceitunas, y Cervantes, autor de comedias y tragedias que no consigue triunfar debido a la irrupción de Lope de Vega.

En la España del siglo XVII el teatro estaba plenamente profesionalizado y los lugares de representaciones eran muy variados: calle, iglesias, patios de colegios, conventos, salas palaciegas… Y a partir de 1620 se desarrollaron los coliseos.

Los corrales eran espacios abiertos cuyo origen estaba en los patios interiores de casas u hospitales; donde inicialmente unas cortinas señalaban escenas en exteriores y cuando se descorrían se estaba en interiores. El poeta (nombre con el que se conocía al escritor) vendía su obra al autor de comedias. Los actores se ocupaban siempre del mismo personaje (gracioso, dama, bueno…).

En cuanto al público, junto con las iglesias, el corral era el único lugar donde tenían posibilidad de convivir todos los miembros de la sociedad, pero aún así había distinciones sociales ya que las diferencias de precios en unas localidades u otras eran grandes.

En cuanto al espectáculo, las representaciones se hacían por la tarde y duraban entre 2 o 3 horas, donde cada representación arrancaba con una loa introductoria, que solía seguirle un baile y luego los tres actos de la comedia se ofrecían fragmentados ya que entre acto y acto se representaban entremeses, mojigangas y bailes… No respetaban las unidades de tiempo y lugar, pero sí de acción. Las obras recibían el nombre de comedias (fueran trágicas o cómicas) por lo que se mezclan estos dos géneros por deseo de verosimilitud. Se escribía en verso, generalmente usando octosílabos y endecasílabos. También es frecuente la presencia de elementos líricos.

Los personajes:

Hay mucha acción y poca psicología, son personajes individualizados pero responden a personajes-tipo y son los siguientes:

  • El rey: si es viejo suele ser prudente, si es joven suele ser soberbio e injusto.
  • El poderoso: suele ser un noble, que por ser culpable es castigado por el rey y si es el pueblo el que lo castiga el rey debe ratificar el castigo.
  • El caballero: puede ser padre, esposo o hermano, es junto con la dama figura clave de la comedia.
  • La dama.
  • El gracioso o donaire: figura con mayor complejidad artística creada por el teatro español, contrafigura del galán e inseparable de él, se caracteriza por la fiabilidad a su señor, el buen humor, el amor al dinero que no tiene y la vida regalada.
  • El villano: lo caracteriza la conciencia de su limpieza de sangre y también por tener una visión idílica del mundo campesino lleno de alegría, sencillez, fiestas y cantares.

El principal autor del Siglo de Oro en España es Lope de Vega, quien destaca también por su sentido del verso y el lirismo. Entre sus comedias destacan las que tratan el tema del poder injusto ante el que se levanta la reivindicación popular como Fuenteovejuna o El Rey, el tema del honor, el amor (El perro del hortelano) y también temas mitológicos, históricos y religiosos. También escribió numerosos autos sacramentales.

Entre otros autores también destaca Tirso de Molina, de quien se ha destacado su claridad expositiva, su finura psicológica y su ingenio satírico. También se destaca su feminismo ya que sus heroínas se resisten a adoptar un papel pasivo ante la injusticia del varón. Escribió comedias de tema religioso de las que destaca El Condenado por Desconfiado, cuyo conflicto deriva del misterio de la gracia y la predestinación. También compuso comedias de intriga (amor y honor) como Marta la piadosa y Don Gil de las calzas verdes (una joven abandonada por su amante lo persigue disfrazada de varón y ofrece una apariencia demasiado delicada y refinada para ser un hombre, al final son varios los personajes que deseando contrarrestar la atracción que Don Gil ejerce sobre sus parejas adoptan una apariencia semejante y fingen también ser él). También destaca El burlador de Sevilla, que es la obra que le ha dado más fama porque supone el nacimiento del mito de Don Juan, aprovechando dos elementos de la leyenda y el folklore: el joven libertino y burlador de mujeres y la cena macabra hace que se construya un personaje que en épocas posteriores y países distintos irá mostrando las diversas máscaras de su rostro.

Calderón de la Barca siguió escribiendo casi exclusivamente para cumplir los encargos de palacio: comedias y zarzuelas. Concentró su creación en los autos sacramentales en los que complica la escenografía y la trama. Escribió más de 120 comedias de enredo, entre ellas: El alcalde de Zalamea, La vida es sueño… Y más de 70 autos sacramentales. Calderón reelabora argumentos y temas ajenos, como así ocurre con El Alcalde de Zalamea en la que concentra un drama de Lope de Vega.

En la tragedia, en general de tema grecolatino o bíblico, se buscaba un tono noble y elevado. Dos de los autores más importantes fueron Pierre Corneille, cuyas obras destacadas son El Cid y Cinna, en las que el autor pinta a sus personajes ”como deberíamos ser”, siempre muestran su grandeza moral, y Jean Racine, autor de Fedra y Ester, del que se dice que pinta a sus personajes ”como realmente somos”.

Pero es en la comedia donde encontramos al autor más importante que, al igual que Shakespeare, era actor además de dramaturgo: Molière. Murió en 1673 a los pocos días de sufrir un ataque en el escenario mientras interpretaba al protagonista de su última obra El enfermo imaginario (como Molière iba de amarillo, de ahí nació la superstición de no vestir nada de amarillo encima de un escenario). La mayor parte de sus obras son un cuadro satírico de la aristocracia y burguesía francesa de su época. Utilizó tanto la prosa como el verso para escribir sus obras según le pareciera más conveniente, asimiló los influjos extranjeros, especialmente de la Commedia dell’arte, dignificó la tradición cómica de la farsa y supo aprovechar la herencia clásica tanto en temas como en la aplicación de reglas. De entre sus comedias se pueden destacar El burgués gentilhombre, El Misántropo, El avaro (influencia de Aulularia de Plauto), Don Juan y Tartufo. Todas sus obras encierran un propósito moral: ridiculizar y denunciar los vicios y comportamientos de su tiempo.