1. Retórica y Oratoria en la Roma Republicana

Introducción

La oratoria es el arte de hablar bien y la retórica es el conjunto de reglas que se han de aplicar para conseguirlo. La oratoria ejercía un atractivo especial para los romanos que estaban acostumbrados a hablar y discutir en público. El arte de hablar en público era la oratoria y quien lo ejercitaba era el orator, el discurso se llamaba oratio. El dominio de este arte era la eloquentia, y la teoría en la que se basaba, aprendida de los griegos, era la retórica.

El Orador

El orador ha de ser un hombre bueno experto en hablar, cuyo fin es convencer en lo que es honesto y conviene. Ha de cumplir las siguientes condiciones:

  • Ser un hombre bueno.
  • Tener cualidades naturales.
  • Poseer sapientia.
  • Conocer la técnica oratoria que se enseñaba en las escuelas de retórica.

Para elaborar su discurso, el orador debe abordar cinco fases de trabajo:

  1. Inventio.
  2. Dispositio.
  3. Elocutio.
  4. Memoria.
  5. Actio.

Etapas de la Oratoria

Se dividen en 3:

  1. Arcaica (s. IV-II a.C)

    Los romanos educaban a sus hijos varones en el hogar y también les llevaban a las reuniones del Senado para que observaran las discusiones. Los políticos y militares no conocían las reglas de la retórica y por lo tanto no las aplicaban a su oratoria. El orador más conocido es Catón, perteneciente a la etapa arcaica. Como orador era muy directo, claro y penetrante. Con el perfecto conocimiento del tema y su dominio de la lengua, pronuncia sus discursos basándose en la moral y atacando a la corrupción y los despilfarros.

  2. Preclásica (s. II a.C)

    En este siglo Roma entra en contacto con la cultura griega. En la primera mitad del siglo existe el enfrentamiento tradicionalistas-progresistas con respecto a la cultura griega. Hay dos oradores opuestos en mentalidad y formación pero que comparten la preocupación moral típica del carácter romano. Uno de ellos es Catón, y el otro Cornelio Escipión Emiliano. Este representa la influencia griega dentro de la cultura romana. Además de Escipión hay otros oradores en su círculo como Cayo Lelio, y fuera de él Metelo Macedónico, Sulpicio Galba y los hermanos Graco.

    En la segunda mitad del s. II a.C. se inician los estudios teóricos de retórica. Los dos oradores más importantes son Marco Antonio y Licinio Craso.

  3. Época clásica (s. I a.C): Cicerón

2. Tipos y Partes del Discurso

La retórica antigua distinguía tres tipos de discurso:

  1. Deliberativo: para persuadir o disuadir sobre una cuestión política.
  2. Judicial: alegato de defensa o acusación ante un tribunal.
  3. Demostrativo: con múltiples subtipos.

En la organización de un discurso se establecían cuatro partes:

  1. Exordio: introducción dirigida a captar la benevolencia del auditorio.
  2. Narratio: exposición de los hechos de la manera más favorable a la causa.
  3. Argumentatio: tiene dos partes: probatio (defensa de los argumentos a favor) y refutatio (rebatir los argumentos aducidos).
  4. Peroratio: se hace la enumeración de las pruebas y se trata de mover con más eficacia los sentimientos del auditorio.

3. Los Tratados de Retórica y los Discursos de Cicerón

La abundante actividad creativa de Cicerón abarca desde el año 84 a.C. hasta el 43 a.C. Entre sus obras encontramos discursos, tratados retóricos, obras filosóficas y cartas.

Se conservan 58 discursos de Cicerón. Entre ellos discursos privados y discursos públicos.

La característica esencial de sus discursos es la adaptación del estilo al tipo de causa para conseguir el fin deseado. Utiliza recursos retóricos de muchas clases. Cicerón es el punto culminante de lo que se conoce como la “prosa artística clásica”.

Se puede observar una evolución estilística con, por ejemplo, una progresiva disminución de restos del latín antiguo. Se persigue la naturalidad.

Una característica destacable de sus discursos es la construcción perfecta de las frases con un orden lógico aprovechando todos los recursos técnicos y dando vuelta a la idea para exprimir todos los argumentos posibles. Tiene ingenio para desarmar al contrario, utiliza el patetismo y tiene una gran habilidad para convencer.

Consigue una gran armonía mediante la aliteración, el hiato y la sinalefa.

Tiene una gran pureza y riqueza del lenguaje, y consigue una gran variedad del estilo acomodándolo a las circunstancias.

Cicerón se ve envuelto en la controversia entre el aticismo y el asianismo. Supo encontrar un camino intermedio entre las dos tendencias.

Vida y Obra

Cicerón nació en el año 106 a.C en Arpino. Procedía de una acomodada familia ecuestre. Fue educado en Roma. Completó su educación forense y cultivó todas las disciplinas que podían formar al perfecto orador.

La entrada de Cicerón en el agón forense tuvo lugar en el año 81 a.C. con el discurso Pro Quinctio -causa de derecho privado relativa a la propiedad cuyo resultado no se conoce-, pero cuando se reveló como un verdadero orador fue en el proceso contra Roscio Amerino al año siguiente. En cuanto al estilo, es superfluo y rimbombante.

Después de este proceso, Cicerón realizó un viaje de instrucción a Grecia y Asia Menor, práctica habitual entre los jóvenes romanos que querían perfeccionar su formación cultural. Aquí su oratoria comienza a transformarse.

De regreso a Roma, se casó con Terencia y comenzó su cursus honorum, siendo elegido cuestor en el 76 a.C. En el año 75 a.C partió a Sicilia como cuestor y allí se ganó una enorme popularidad. Volvió a Roma en el 74 a.C, y entró a formar parte del Senado.

Verrinas

La definitiva afirmación oratoria y política de Cicerón fue en el año 70, cuando los sicilianos le confiaron el patrocinio de la causa contra Verres, propretor de Sicilia en los años 73-71, que había sometido a un saqueo sistemático a sus administrados. Cicerón presentó pruebas tan concluyentes, que Verres prefirió marchar al exilio voluntariamente, y Cicerón se convirtió en el primer orador de Roma. Las Verrinas son una fuente de valiosa información sobre los abusos de la administración provincial de Roma.

Entre los años 66 y 63, Cicerón se fue alejando de las posiciones reformistas y acercándose a las de los optimates.

El Consulado

En el año 64 se presentó al consulado, y fue elegido, junto con Cayo Antonio, derrotando a Catilina, al que apoyaban Craso y César. Como cónsul, intentó reforzar el poder de los optimates e inició en este periodo varios discursos.

En las elecciones para el consulado del 62 se volvió a presentar Catilina; de nuevo fue derrotado y vio que su única esperanza de éxito estaba en el asalto violento al poder. Cicerón descubrió sus planes y los reveló al senado. Aún no tenía pruebas escritas y, cuando pronunció su primera Catilinaria ante el Senado, el propio Catilina estaba allí presente. Inmediatamente después se marchó de Roma. Al día siguiente, 9 de noviembre, Cicerón expuso al pueblo, en su segunda Catilinaria, los acontecimientos que siguieron a su marcha. Sus partidarios comenzaron a dispersarse.

En su tercer discurso contra Catilina (3 de diciembre), explica al pueblo cómo se desarrollan los acontecimientos y el cuarto (5 de diciembre) trata sobre el castigo que se debe imponer a los detenidos.

Las aventuras de Catilina, terminarán cuando el cónsul Antonio se enfrente a él y le dé muerte.

Los discursos del consulado representan el comienzo de la madurez plena de la oratoria ciceroniana: continúan los juegos de palabras, los artificios léxicos, los patetismos, pero al mismo tiempo, se observa mayor nitidez, prevalecen los tonos tranquilos sobre los truculentos y dramáticos…