La novela española en el Siglo de Oro

Novela picaresca

Es un género literario escrito en prosa, muy característico de la literatura española, si bien trascendió a la europea en general. Surgió en los años de transición entre el Renacimiento y el Barroco, durante el llamado Siglo de Oro de las letras españolas.

La novela picaresca nació como parodia de las narraciones idealizadoras del Renacimiento: las epopeyas, los libros de caballerías, la novela o la novela pastoril. El fuerte contraste con la realidad social generó como respuesta irónica las llamadas «anti novelas», de carácter anti heroico, protagonizadas por anti caballeros que amaban a damas, mostrando lo sórdido de la realidad social: los hidalgos empobrecidos, los miserables desheredados y los conversos marginados frente a caballeros y burgueses enriquecidos que vivían en otra realidad observada por encima de sus cuellos engolados.

El Lazarillo de Tormes (1554) es el comienzo de una crítica de los valores dominantes de la honra y de la hipocresía que hallará su culminación y configuración canónica con la Primera parte de Guzmán de Alfarache (1599), de Mateo Alemán.

Características:

  • El protagonista es un pícaro, de muy bajo rango social o estamento y descendiente de padres sin honor o abiertamente marginados o delincuentes. Perfilándose como un antihéroe, resulta un antípoda al ideal.
  • Ideología moralizante y pesimista. Cada novela picaresca está narrada desde una perspectiva final de desengaño; vendría a ser un gran «ejemplo» de conducta aberrante que, sistemáticamente, resulta castigada.
  • Intención satírica y estructura itinerante. La sociedad es criticada en todas sus capas, a través de las cuales deambula el protagonista en una estructura itinerante en la que se pone al servicio cada vez de un elemento representativo de cada una. De ese modo el pícaro asiste como espectador privilegiado a la hipocresía que representa cada uno de sus poderosos dueños, a los que critica desde su condición de desheredado porque no dan ejemplo de lo que deben ser.
  • Realismo, incluso naturalismo al describir algunos de los aspectos más desagradables de la realidad, que nunca se presentará como idealizada sino como burla o desengaño.

Lazarillo de Tormes

La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades (más conocida como Lazarillo de Tormes) es una novela española anónima, escrita en primera persona y en estilo epistolar (como una sola y larga carta), cuya edición conocida más antigua data de 1554. En ella se cuenta de forma autobiográfica la vida de un niño, Lázaro de Tormes, en el siglo XVI, desde su nacimiento y mísera infancia hasta su matrimonio, ya en la edad adulta.

Esto motivó que la Inquisición la prohibiera y que, más tarde, permitiera su publicación, una vez expurgada. La obra no volvió a ser publicada íntegramente hasta el siglo XIX.

Novela de caballería

Las novelas de caballerías tuvieron su auge en España durante el siglo XVI.

En las novelas caballerescas sobreviven los temas y actitudes de la Edad Media: la defensa del honor, la idealización de la mujer, el ejercicio individual de la justicia. El héroe caballeresco es un paladín (caballero que luchaba en la guerra y sobresalía por sus hazañas; persona que defiende frente a otros una idea, una actitud) que sale en busca de aventuras, y dispuesto a sostener con las armas, y contra cualquier tipo de enemigos, los principios por los que lucha. El ámbito en el que se mueve el caballero es fantástico; sus hazañas son extraordinarias, sobrenaturales: vence a gigantes y a seres monstruosos; castillos, ínsulas, encantamientos, y hechos sobrehumanos aparecen constantemente en el mundo novelesco de los caballeros andantes; su vida es una cadena interminable de hazañas.

La novela más famosa de este género y con la que se cierra dicho género es Don Quijote. Criticado en su época por ridiculizar las novelas de caballerías, hoy en día es uno de los libros más leídos de la historia.

A continuación, una pequeña lista de las novelas más famosas en su época:

  • El libro del caballero Zifar
  • Tirant lo Blanch, de Joan Martorell. (Valencia 1490, en valenciano; Valladolid 1511, traducción al castellano)
  • Amadís de Gaula, de Garci Rodríguez de Montalvo. (Zaragoza, 1508)
  • Las Sergas de Esplandián, de Garci Rodríguez de Montalvo. (Sevilla, 1510)
  • Florisando, Príncipe de Cantaria (Salamanca, 1510)
  • Lisuarte de Grecia, de Feliciano de Silva (Sevilla, 1514)
  • Palmerín de Olivia (1511)
  • El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha (1605 y 1615), de Miguel de Cervantes.

Novela sentimental

La novela sentimental. Subgénero literario histórico que se desarrolla entre el Prerrenacimiento del siglo XV y el Renacimiento de la primera mitad del siglo XVI. Se incluye dentro del archigénero épico o narrativo y se compone en prosa con versos intercalados, a veces en forma epistolar; posee temática amorosa, frecuentemente dentro de las leyes del llamado amor cortés.

La novela sentimental toma su inspiración básica de fusionar distintos géneros: se mezclan rasgos de la novela de caballería, de la lírica cortesana y de la narrativa italiana. Todas ellas se desarrollan en un ambiente cortesano y la acción extrema se reduce en servirán de varios elementos de la literatura medieval.

Características

Se analiza aspectos emocionantes de la relación amorosa, no se fijan en acciones extremas; utilizan códigos literarios del amor cortés, divinización de la amada. La novela se desarrolla en un marco social elevado de nobles y de reyes; el final es siempre trágico y desdichado; se da prioridad al sentimiento sobre la razón; la heroicidad del amante viene dada por su suicidio o su destierro; los hechos se suelen situar en lugares alejados y en sitios tenebrosos como cárceles o castillos; existe una mínima narración pero no aparece la realidad cotidiana ni la descripción costumbrista y el mundo es noble e idealizado; como consecuencia de todo lo anterior, predomina un absoluto subjetivismo.

Juan Rodríguez del Padrón

Su primera obra inaugura la ficción sentimental: el Siervo libre de amor (1439).

Diego de San Pedro

La novela sentimental alcanza con Diego de San Pedro su culminación. En sus obras se fusionan a la perfección todos los géneros retóricos usados ya por sus predecesores. Las obras de San Pedro carecen de diálogo.

1. Tratado de los amores de Arnalte y Lucenda (1491)

Arnalte requiere amores a Lucenda y, al no ser correspondido, confía su pasión a un amigo, Gerso, que se casa con la dama. Arnalte, considerándolo traidor, lo desafía. La dama se refugia en un convento y Arnalte se retira a un castillo que le servirá de sepultura.

2. Cárcel de amor (1493)

Se trata de la más importante de las novelas sentimentales y la que gozó de mayor acogida entre el público. Se traza la imagen del amante perfecto, constante hasta la muerte. Por boca del protagonista, San Pedro expone su idea de que el amor a la mujer eleva al enamorado más cerca de Dios; esta pasión humana no está reñida sino hermanada con la religiosidad.

Novela morisca

En este epígrafe se incluyen las siguientes narraciones: Historia del Abencerraje y de la hermosa Jarifa, las guerras civiles de Granada de Ginés Pérez de Hita.

Es un género literario típicamente hispano puesto que la principal causa motriz reside en la prolongada duración de la guerra de Granada, periodo de tiempo en el cual las relaciones fronterizas entre moros y cristianos podían llegar hasta la amistad franca.

El tema principal es el amor, por lo que se puede relacionar con la novela sentimental, aunque es más humana, siendo el papel de la mujer más activo, no es nada trágica sino optimista y de final feliz.

La idealización total preside su visión del mundo, el amor es siempre virtuoso, los caballeros valientes. Este idealismo procede del platonismo renacentista. Los moros son tratados en un nivel de igualdad. Son narraciones en las que las costumbres y hábitos de los moros se encuentran ausentes, porque estos se comportan igual que un caballero español cristiano.

El Abencerraje

La historia de los amores de Abindarraez y Jarifa es la creadora del género y la más representativa.

Novela pastoril

Tradicionalmente no ha sido muy valorado este género hasta los últimos años.

Desde antaño se establece una relación entre la pastoril italiana y la española, basada en la influencia de la Arcadia de Sannazaro y las églogas de Virgilio, que tiene siempre presente la concepción clásica del bucolismo.

En esta filiación influye además de factores literarios otros filósofos e históricos: el neoplatonismo renacentista. Los personajes son siempre arquetipos de virtudes y belleza física, de allí derivan también las constantes descripciones paisajistas de las cualidades.

Los protagonistas se alejan del zafio pastor teatral y son cultos, refinados y melancólicos. El amor es el principal motor de estos relatos, es puro, honesto, casto y virtuoso con raíces puramente espirituales.

Se diferencia de los relatos amorosos y sentimentales medievales, en la confianza en el hombre, en la vida y la naturaleza, eliminando los elementos tormentosos.