El Comercio en España

El comercio es una actividad básica y muy representativa del sector servicios. Se trata de una actividad tradicional obligada a una continua renovación y adaptación ante los cambios y nuevas tendencias que demandan los consumidores. La producción localizada de los bienes y la distinta ubicación de los consumidores genera importantes flujos de intercambio.

Cuando los productos o materias primas se producen fuera de un país y son adquiridos por otros, dan lugar al comercio exterior, cuya situación de equilibrio o desequilibrio se expresa mediante la balanza comercial. Si el intercambio tiene lugar dentro de un mismo país, es comercio interior. En 2014 se registró un déficit de balanza comercial. España mantiene relaciones comerciales bajo fórmulas de tratados comerciales; los dos principales socios son Francia y Alemania, tanto en importaciones como en exportaciones.

Tipos de Comercio

Comercio Mayorista (al por mayor)

Compraventa de mercancías y productos cuyo comprador habitualmente no es el consumidor final. Existe un intermediario en el proceso que adquiere el producto con el fin de venderlo a otros comerciantes, empresas o consumidores.

Comercio Minorista (al por menor, detallista, al detalle)

Compraventa de productos cuyo comprador es el consumidor final.

Pequeño Comercio

Formato comercial más extendido, comercio especialista en una sola categoría. Se asocia con el modelo tradicional: establecimientos de carácter familiar y orientado a servir a una población próxima o de barrio, comerciantes independientes, establecimientos de dimensión mediana o pequeña. En los últimos años, se observa un avance del modelo de gestión bajo franquicia. En esta categoría se integran los puestos individuales de los mercados y galerías de alimentación.

Medianas Superficies

Supermercados que ofrecen horario ininterrumpido, no suelen superar los 1000 m2, comercios especializados.

Grandes Superficies

Hipermercados, grandes superficies comerciales de más de 2500 m2. Creados en Francia en la década de 1960. Ofrecen mayor variedad de artículos que los supermercados, integrando productos más especializados. Los grandes almacenes en los centros de las ciudades, junto a las principales arterias comerciales y algunos centros comerciales, tienen éxito por su gran oferta de productos y su amplio horario comercial.

Los centros comerciales (comercios minoristas, servicios personales, establecimientos de libre servicio…) funcionan como elemento de atracción para todo el espacio comercial. Se localizan en los entornos metropolitanos y áreas de buena accesibilidad viaria. Han ido incorporando actividades de ocio no comerciales con el fin de atraer más público.

Los parques comerciales son cadenas de grandes superficies especializadas en determinadas ramas de comercio, conjunto comercial homogéneo, cada tienda tiene su propio edificio rodeado por zonas de aparcamiento.

La Red de Carreteras en España

En torno al 90% de los viajes de personas, así como el 75% de los transportes de mercancías, se realizan por carretera. La red de carreteras está organizada de manera jerárquica según su importancia:

  • Red de Interés General del Estado (RIGE): 26.073 km (15,7% de todas las carreteras), gestionada por el Estado. Incluye los itinerarios de tráfico internacional, los nacionales con tráfico de larga distancia y tráfico pesado, accesos a puertos, aeropuertos y fronteras. Forma la red de gran capacidad, que está compuesta por autopistas, autovías y vías desdobladas.
  • Red Radial: compuesta por 6 rutas que desde Madrid recorren toda la península: I: Madrid-Irún; II: Madrid-Francia; III: Madrid-Valencia; IV: Madrid-Cádiz; V: Madrid-Badajoz; VI: Madrid-A Coruña. A partir de ellas se configuran el resto de vías principales.
  • Corredores Litorales: conectan áreas densamente pobladas, industriales y turísticas, y dan acceso a puertos marítimos: Corredor Mediterráneo (toda la costa mediterránea desde Girona a Cádiz); Corredor Cantábrico (recorre las comunidades del norte); Eje Atlántico Gallego (desde Ferrol y A Coruña hasta Portugal).
  • Ejes Transversales: en el interior peninsular, los trayectos que no son radiales: Eje del Ebro (comunica País Vasco y Cataluña con Zaragoza); Vía de la Plata (atraviesa la península de Asturias a Andalucía, pasando por León, Salamanca, Extremadura hasta Sevilla); Eje del Duero (conexión del norte de Portugal con Francia); Eje Interior Andaluz (desde la frontera portuguesa en Huelva hasta Almería, pasando por Sevilla y Granada); Eje Cantábrico-Mediterráneo (parte del Eje del Ebro entre el País Vasco y Zaragoza hasta Valencia).

La conexión con Francia a través de los Pirineos tiene dos vías principales: Irún y La Junquera. Existen otros pasos fronterizos. Con el Principado de Andorra existe una conexión viaria.

La Red Ferroviaria en España

El transporte ferroviario en España se inició con retraso. Durante la segunda mitad del siglo XIX se desarrolló rápidamente, con una organización en forma radial, con numerosas líneas transversales y locales. En un primer momento fueron compañías privadas las que construyeron las líneas férreas, hasta que en 1941 la mayor parte de las mismas fueron nacionalizadas para crear RENFE.

A partir de la década de 1960 se observa una pérdida progresiva del número de viajeros del tren, obligando al cierre de las líneas deficitarias. La red ferroviaria principal presenta una anchura entre raíles mayor a la europea, lo que provoca un aislamiento respecto a las relaciones con el continente. Las nuevas líneas de alta velocidad se construyen en ancho internacional.

A partir de la década de 1980, RENFE inició una política de modernización centrada en la mejora de los servicios de cercanías y la introducción en España de la alta velocidad (AVE), en 1992 entre Madrid y Sevilla. Los esfuerzos se centran fundamentalmente en el desarrollo de la red de alta velocidad, apta para circular hasta 350 km/h. Nuevos tramos se encuentran en construcción y garantizan el acceso a la mayor parte de las provincias. De forma paralela, existen servicios de alta velocidad.

De la gestión de infraestructuras y los servicios ferroviarios se encargaban RENFE y FEVE hasta que en 2005 se crea el ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), dependiente del Ministerio de Fomento. Sus objetivos son la administración de vías, estaciones y terminales de transporte, la gestión de la circulación ferroviaria y la adjudicación a operadores. Existen algunos ferrocarriles de titularidad autonómica: en Mallorca, en el País Vasco, en Cataluña y en Valencia.