Arte Griego

Arquitectura

Predomina la piedra. La arquitectura es arquitrabada. Los órdenes son:

  • Orden Dórico:

    Es un estilo sobrio y robusto. La columna dórica es la única que no tiene base, se apoya directamente sobre el estilobato. El fuste es estriado y está compuesto de varios tambores con un éntasis acusado. El capitel está formado por un elemento curvo, el equino, rematado por el ábaco. El entablamiento está encima del capitel y está compuesto de arquitrabe, friso y cornisa. El arquitrabe es liso. El friso es decorado con estrías verticales y metopas. Sobre el friso destaca una cornisa sobresaliente que formaba la base del frontón triangular, decorado con esculturas en su interior. El tejado era a doble vertiente para proteger el edificio de las lluvias y se decoraba en los laterales con gárgolas.

  • Orden Jónico:

    La columna se apoya sobre una base formada por una pieza cóncava y otra convexa. El fuste presenta acanaladuras y carece de éntasis. El capitel está decorado con volutas rematadas por un ábaco ornamentado que sostiene el arquitrabe. El entablamiento presenta un arquitrabe de tres bandas y un friso corrido.

  • Orden Corintio:

    Se diferencia del jónico por su capitel decorado con hojas de acanto y pequeñas volutas en los ángulos.

El Templo

Es el alma de la polis, alzado en honor a la divinidad y situado en la parte más noble de la acrópolis. El templo es la casa de la divinidad. El culto se realizaba fuera del templo. El interior era más austero, a él solo tenía acceso los sacerdotes que se encargaban del cuidado de la estatua y del tesoro de la divinidad. La planta de los templos es generalmente rectangular, aunque en algunos casos pueden ser circular.

Las partes del templo son:

  • Naos o cella: la sala rectangular que alberga la estatua de la divinidad.
  • Pronaos: conduce a la naos y normalmente tenía dos columnas.
  • Opistodomo: situado en la parte posterior del templo y simétrico al pronaos.

Según la disposición y el número de columnas pueden ser:

  • In antis: cuando tiene uno o dos pórticos de dos columnas.
  • Prostilo: cuando tiene cuatro o seis columnas en la fachada delantera.
  • Anfiprostilo: tiene cuatro o seis columnas en la fachada principal y en el opistodomo.
  • Períptero: si está rodeado por una hilera de columnas.
  • Díptero: si dos hileras de columnas lo rodean completamente.

Dependiendo de sus columnas pueden ser:

  • Dístilo: si tiene 2.
  • Tetrástilo: si tiene 4.
  • Hexástilo: si tiene 6.
  • Octástilo: si tiene 8.

El Teatro

Los teatros griegos no estaban cubiertos. Al principio no eran estructuras duraderas, simplemente se escalonaba un lugar y se colocaban asientos de madera. Luego apareció la gradería de piedra.

Las partes del teatro:

  • Una gran orchestra circular para la danza y el coro con un altar dedicado a Dionisos.
  • Un auditorio semicircular situado sobre la falda de una colina. Era el graderío para los espectadores y estaba dividido en dos grandes niveles.
  • El escenario donde se colocaban los decorados.

Escultura Griega

Características:

  • Búsqueda de la belleza que se basa en la proporción y el equilibrio de las partes.
  • Naturalismo.
  • El estudio del cuerpo humano se convirtió en objetivo prioritario.
  • Materiales: piedra, mármol y bronce.

Escultura Arcaica

Las figuras son hieráticas, se presentan de pie con la pierna izquierda adelantada, en posición de marcha y los brazos pegados al cuerpo. La anatomía es estilizada: anchas espaldas, pliegue inguinal muy marcado, pómulos muy salientes, ojos almendrados, cabellos largos y rizados.

  • Kurós: la estatua masculina más característica de la época arcaica. Representa a jóvenes atletas desnudos, que siguen fielmente las características arcaicas. Estas esculturas pueden tener carácter funerario.
  • Koré: una estatua femenina vestida. Tiene actitud rígida, la sonrisa enigmática y el geometrismo en los cabellos, pero algunas insinúan un cierto movimiento, tanto al intentar recogerse el vestido con una mano como en los pliegues de los mismos. Son figuras de bulto redondo realizadas de piedra o mármol.

Escultura Clásica

En la etapa clásica se produce un avance hacia el naturalismo. Se abandona la frontalidad y se consigue un movimiento más natural, se elimina la rigidez y se dota a la figura de mayor equilibrio y armonía. Los rostros presentan una expresión más serena y los cabellos y ropajes reciben un tratamiento más naturalista. La anatomía humana se conoce mejor, llegando a la belleza ideal.

Escultura Helenística

Se caracteriza por un naturalismo pleno. Se representa la realidad en un estado más puro, de ahí el realismo de las escenas.

Arte Romano

Escultura

En escultura conviven influencias helenísticas y etruscas a partes iguales. De influencia helenística son las numerosas esculturas de tema mitológico: Las innumerables Venus, Dianas, Júpiter, Marte, etc., que no son sino copias que los romanos hacían en serie sobre las originales griegas de época clásica y helenística. Muchos de estos originales se perdieron y hoy conocemos la escultura griega clásica a través de las copias romanas.

El Retrato

Es capítulo aparte ya que los romanos lo cultivaron con especial esmero. A diferencia del griego, el romano es un retrato realista, que resalta los rasgos individuales, sin omitir los defectos. Parte del retrato helenístico pero lo supera ampliamente. También influye el retrato realista etrusco pero, sobre todo, en él se plasma el sentido objetivo, realista y positivista del romano. El retrato siempre iba policromado aunque quedan pocos restos de color. El origen de este afán por el retrato quizá esté en las Imagines Maiorum, máscaras de cera que solían hacerse a los difuntos para guardarse en el larario como recuerdo y veneración a los antepasados. Era el positivo de un negativo real con lo que el parecido era absoluto.

En la época republicana el interés se centra en la cabeza y sólo se retrata de cuello para arriba. Luego el retrato se irá ampliando. Son retratos de gran realismo, reproduciendo arrugas y expresiones severas. La técnica de fundición es etrusca pero el personaje es sin duda romano, se trata del Libertador que en el año 509 expulsó al último rey etrusco de Roma. Los ojos son de pasta vítrea para acentuar la profundidad de su mirada, el rostro es grave y severo, la expresión seria pero serena. Hay una buena técnica en pelo y barba. El siguiente es el retrato de Pompeyo el Grande y es un retrato sólo de la cabeza. Hay un absoluto dominio técnico mediante el cual se realiza un estudio psicológico del personaje. Se esculpe un rostro que emana virtudes: una esbozada sonrisa que refleja la bondad, integridad, pureza y serenidad mental. Justo la imagen que debía dar un político.

En el Imperio, a partir de Augusto se impone la moda griega, sobre todo para las clases altas, con un realismo distinto al republicano: se evitan los defectos que puedan afear los rostros y surge una cierta idealización, sobre todo cuando se trata de representar a los emperadores, como si el artista tuviera miedo, como si el retrato debiera servir para dignificar al representado. En el retrato de Augusto de Prima Porta vemos un retrato idealizado que no refleja la expresividad de los anteriores republicanos, con buena técnica sobre el mármol pero se nota la voluntad propagandística al realizar la obra. En época de Adriano aumenta la idealización pero con dos innovaciones: la aparición de la barba y la incisión de las pupilas en el iris que dan gran expresividad a los retratos. El busto abarca cada vez más cuerpo, llegando ahora por debajo del pecho. En la época de los antoninos el retrato se recarga, se “barroquita”. La barba y la cabellera se rizan y entrecruzan desmesuradamente, practicando el trépano constantemente. Aparece una mayor idealización para una mayor dignificación y nace así el retrato ecuestre, por ejemplo el de Marco Aurelio, realizado en bronce y situada en la plaza del capitolio de Roma, una escultura que va a tener mucha importancia en el renacimiento italiano. Caminamos hacia una idealización cada vez mayor que conlleva una “estereotipación” y decadencia del retrato, una decadencia que coincide con una decadencia económica, militar y política de todo el Imperio.

A partir del siglo III comienza la lenta agonía del Imperio Romano de Occidente y con ella el retroceso cultural más importante que ha sucedido en toda la Historia. Con la dinastía de los Severos en el poder, comienza la decadencia del retrato. Aparece el retrato de Caracalla, retrato de perfil ampliado por debajo del pecho y en bronce. Mucho más idealizado que real y expresivo. Con un pelo y una barba muy rizados tal y como era la costumbre y unos pliegues muy duros en la túnica que lleva. A partir de Constantino el retrato se aparta cada vez más de la realidad preludiando la estilización bizantina y el primitivismo medieval.