Alternativas Políticas Tras la Muerte de Franco

Tras la muerte de Franco en 1975, las diferentes fuerzas políticas, tanto franquistas como de la oposición, se alineaban a favor de alguna de las tres alternativas posibles para el futuro político del país:

  • Continuismo: El mantenimiento de las estructuras franquistas, con modificaciones superficiales como mucho. Esta opción era defendida por el llamado “búnker”, los sectores más reaccionarios e inmovilistas del régimen, con gran fuerza en las instituciones y el ejército.
  • Reforma: La liberalización paulatina del régimen desde dentro, utilizando las leyes e instituciones franquistas, hasta su equiparación con las democracias occidentales. Esta vía, propuesta por los aperturistas del régimen, fue la que finalmente se impuso en la transición. El rey logró situar a Torcuato Fernández Miranda al frente de las Cortes franquistas y se confirmó a Arias Navarro como Jefe del Gobierno, aunque con algunos ministros partidarios del cambio moderado.
  • Ruptura Democrática: El fin inmediato del régimen dictatorial y la restauración de la democracia. Esta estrategia, defendida por la izquierda antifranquista y la mayoría de la oposición, reclamaba la amnistía, la legalización de partidos y sindicatos, y elecciones democráticas. La oposición, inicialmente radical, adoptó una estrategia pacifista tras la muerte de cinco trabajadores en manifestaciones. El 1 de julio de 1976, Arias Navarro dimitió tras el apoyo del rey a la democracia.

El Papel del Rey Juan Carlos I

Dos días después de la muerte de Franco, Juan Carlos I asumió la Jefatura del Estado, jurando lealtad a los Principios del Movimiento Nacional. Su discurso de proclamación dejó entrever vagamente su voluntad democrática, y se concedió un indulto parcial a presos políticos.

Las intenciones del rey eran una incógnita. Los franquistas desconfiaban, y la oposición, mayoritariamente republicana, recelaba de la monarquía. Si bien la democracia era una exigencia social y la única solución para la integración europea, Juan Carlos I contribuyó a su restauración, renunciando al poder heredado de Franco.

Las Preautonomías de Cataluña y el País Vasco

Las elecciones de 1977, las primeras democráticas desde 1936, dieron representación a partidos nacionalistas catalanes y vascos.

  • Cataluña: El nacionalismo catalán se manifestaba a través de ERC (izquierda) y PDC (derecha moderada). Tras conversaciones con la Generalitat en el exilio, el gobierno decretó su restablecimiento en septiembre de 1977, y Josep Tarradellas regresó a Barcelona como presidente en octubre.
  • País Vasco: El nacionalismo vasco se canalizaba a través del PNV (conservador) y Euskadiko Ezkerra. La preautonomía no logró acabar con las actuaciones de ETA, que exigía el derecho de autodeterminación y la sustitución de la Policía Nacional por una autóctona.

La Constitución de 1978

La Constitución de 1978 fue el resultado del consenso entre grupos políticos con ideologías dispares. Define a España como un “Estado social y democrático de Derecho” con soberanía nacional. Reconoce derechos como la libertad ideológica, religiosa, de expresión, reunión, manifestación, asociación, sindicación y huelga.

En cuanto a la organización territorial, se adopta una estructura intermedia: un estado unitario de las autonomías, reconociendo las diferentes comunidades históricas con un amplio margen de autonomía.

Parte Orgánica de la Constitución

  • Jefe de Estado: El rey, con un poder limitado, actúa como árbitro y moderador.
  • Poder Ejecutivo: Recae en el Gobierno. El presidente es nombrado por el rey, pero la designación depende del Congreso.
  • Poder Legislativo: Reside en las Cortes bicamerales (Congreso y Senado), elegidas por sufragio universal.
  • Poder Judicial: Integrado por jueces y magistrados independientes.

Gobiernos de la UCD (Adolfo Suárez)

UCD ganó las elecciones de 1979, pero las municipales de 1979 dieron paso a ayuntamientos de izquierdas en las grandes ciudades. El gobierno de Suárez se caracterizó por la inestabilidad política y las críticas. Suárez se enfrentó a divergencias internas en UCD, el problema de las autonomías, la crisis económica, el terrorismo de ETA y el GRAPO, y el acoso del PSOE. En enero de 1981, Suárez dimitió. Su sucesor, Leopoldo Calvo Sotelo, debía ser investido el 23 de febrero, fecha en la que se produjo un golpe de Estado fallido. La descomposición de UCD llevó a Calvo Sotelo a disolver las Cortes y convocar elecciones en octubre de 1982.

Gobiernos del PSOE (Felipe González)

El PSOE, liderado por Felipe González, obtuvo la mayoría absoluta en las elecciones de 1982. Su programa priorizaba la lucha contra la crisis, la reconversión industrial, la racionalización de las administraciones públicas y el avance hacia el Estado de bienestar. Se modernizó el sistema fiscal, el ejército, los cuerpos de seguridad, la justicia y la administración. Se buscó la integración en la CEE y la OTAN.

España ingresó en la OTAN en 1982 y en la CEE en 1986. El PSOE volvió a ganar en 1989, pero con pérdida de votos. Alianza Popular se transformó en el Partido Popular, liderado por José María Aznar. En 1993, el PSOE perdió la mayoría absoluta y pactó con CIU y PNV, girando a la derecha en su política.