Análisis de los Palos Flamencos en la Película “Camarón”
Palos Flamencos
A continuación, se describen los diferentes palos flamencos que aparecen en la película de Camarón:
1. Soy Gitano
Palo: Tango
Se caracteriza por la armonía modal en que se utiliza la cadencia andaluza (VI-V-IV-III). El guitarrista acompaña con acordes, el tocaor marca claramente los tiempos (sobre los que van las palmas) con rasgueos secos frente al toque más seguido de la rumba. El remate con la clave del son cubano y el acompañamiento de las palmas es otra de sus características. El ritmo es binario.
2. Barrio de Santa María
Palo: Alegrías
Comienza el cantaor con “tirititrán, tran, tran”. El primero y el tercer verso se repiten. Se parece melódicamente a una jota aragonesa, pero dicha a lo flamenco. El compás es una combinación rítmica y la armonía es tonal (I-IV-V).
3. Una estrella chiquitita
Palo: Bulerías
El ritmo ternario y rápido, el repique característico de las palmas, el rasgueo propio, los jaleos. Existen muchas variantes por zona, ya que la bulería es capaz de absorber y reinterpretar lo que se le ponga por delante. La armonía, según la zona, puede ser modal o tonal.
4. Volando voy
Palo: Rumba
Tonalidad: Por rumbas pueden utilizarse las tres principales tonalidades del flamenco: la modal andaluza, y la tonal en modo mayor y menor.
Compás: El compás de la rumba es binario, cercano al tumbao de la rumba cubana, pero con acompañamiento de guaracha. La guaracha en Cuba se llama rumba en España.
Estrofa: Indiferente, todo entra, al igual que por bulerías.
La rumba se identifica rápidamente por su aire caliente y sabroso, alegre, percutivo y veloz.
5. Vámonos pa casa
Palo: Sevillanas
La melodía suele ser métrica (no melismática) y las 4 seguidillas, de música idéntica, se componen de introducción, salida (primer verso), vuelta (instrumental) y letra. Esta sería la primera sevillana. Las siguientes se suelen anunciar a viva voz: segunda, tercera y cuarta.
Ritmo ternario. Se suelen acompañar con guitarra, palmas y castañuelas. La letra de seguidilla sevillana consta de cuatro versos (heptasílabos primero y tercero y pentasílabos segundo y cuarto) al que se le añade un estribillo de tres versos, resultando una letra de siete versos como corresponde a la forma estrófica de la seguidilla.
6. La Leyenda del Tiempo
Palo: Bamberas
La bambera o bamba, surge como parte del repertorio flamenco al adaptar ciertos cantos de columpio que se encontraban dispersos en el folklore andaluz.
Tonalidad: La bambera creada por Pastora Pavón está en el modal andaluz, sin embargo, en el final de cada tercio, cantaor y guitarra modulan al tono menor. El modal andaluz y el menor tienen mucho en común y depende de las cadencias para encontrarnos ante un pasaje en menor o bien en el modal.
Compás: La bambera se ajusta al compás de una soleá (combinación rítmica) aligerada.
Estrofa: La copla de la bambera suele ser de cuatro versos octosílabos o bien el primero y el tercero heptasílabos y el segundo y el cuarto pentasílabos. La versión flamenca repite generalmente los dos primeros versos al final de la copla, o bien construye una quintilla repitiendo el segundo verso.
7. Como el agua
Palo: Tango
8. Soy esclavo de tus besos (tiriritando)
Palo: Tango
9. Nana del Caballo Grande
Palo: Nana
Los cantos de cuna, llamados en España nanas, forman parte también del inmenso repertorio estilístico del arte flamenco. Algunas de ellas han obtenido una gran acogida por parte de los cantaores y estos las interpretan aumentando el arco temático y desechando el texto de la nana original para interpretar cantes con letras amorosas, manteniendo la melodía primigenia y casi siempre sobre el compás de la soleá por bulerías. Existen en la actualidad dos versiones principales de las nanas flamencas inspiradas en la versión popular del “cante para dormir al niño”. Las letras sobre las que se entonan las nanas flamencas aceptan métricas muy variadas.
10. Saeta
Tema de Semana Santa, canto melismático. Es una copla espontánea que manifiesta afecto, devoción o súplica.
Se canta sin acompañamiento, durante las procesiones.
11. Fandango
Tonalidad: Tiene un elemento musical, en el plano armónico, que lo caracteriza. Por una parte, la alternancia de letras y variaciones instrumentales, y por otra, la tonalidad en la que se acompañan estos cantes. La letra se canta en tonalidad mayor y el ostinato sigue el siguiente orden de acordes (en Do mayor): Do – Fa – Do – Sol – Do – Fa, para cadenciar en el Mi, y dar paso así a las variaciones de la guitarra sobre el ostinato de la cadencia andaluza: La (menor) – Sol – Fa – Mi.
Compás: La métrica del fandango popular responde a un compás de 3×4.
Estrofa: La estrofa sobre la que se cantan los fandangos es de cuatro o cinco versos octosílabos de los que se repiten uno o dos versos respectivamente para formar los seis versos. Así es habitual en toda la gama de fandangos encontrar supuestas estrofas de seis versos.
12. Seguiriyas
Es cante jondo, muy poca letra y mucho quejío. Cante melismático. La métrica seguiriyera se basa en invertir el orden de la amalgama de compases de la soleá (6×8 + 3×4), y usarlo como propio (3×4 + 6×8). Tonalidad: cadencia andaluza combinada con tonalidad mayor.