Generación del 27: Poesía y Teatro Español
1. La Generación del 27
GRUPO 27: Poetas nacidos alrededor de 1900 que comenzaron a publicar sus obras en la década de 1920 con Juan Ramón Jiménez como maestro y dejándose influir por Ramón Gómez de la Serna y las vanguardias. El grupo del 27 se identifica con este nombre porque en 1927 celebraron un homenaje a Luis de Góngora con motivo del tercer centenario de su muerte. Además, el círculo intelectual en que se mueven muchos poetas del grupo, con publicaciones como la Revista de Occidente o espacios culturales como la Residencia de Estudiantes, hacen de ellos un conjunto unitario. Según algunos críticos, no pueden considerarse una generación a este grupo porque no supone una ruptura con la Generación del 98, que sigue publicando; porque no hay un acontecimiento general que lo produzca o carecen de un líder intelectual.
Podemos citar en la poesía algunos rasgos como:
- Todos los poetas del grupo mantienen el equilibrio entre la influencia de la tradición literaria culta o popular y la renovación vanguardista en la técnica poética.
- La conjunción de lo viejo y lo nuevo se manifiesta especialmente en el cultivo del verso libre y, a su lado, el uso de esquemas métricos tradicionales.
- En todos los poetas del 27 se observa un trabajo cuidadoso en el lenguaje utilizado.
- Todos los poetas tenían detrás de su obra un trabajo teórico importante, con su conciencia teórica.
- Muchos de estos poetas fueron universitarios y profesores, con una preparación académica inusual entre poetas precedentes.
1.1 Etapas de la poesía del 27
1) Desde los años 20 hasta 1927: Es la época del vanguardismo inicial, en la que la poesía es un juego deshumanizado donde se prescinde de los sentimientos. Así, la poesía pura pretende prescindir de la historia en el poema y reducirlo solo a ideas, a la perfección formal. Destacan Pedro Salinas con Seguro azar o Jorge Guillén con los primeros poemas de Cántico. Por esta época aparece también la defensa de la poesía de tipo popular renovada con una mayor dificultad: es el neopopularismo de Rafael Alberti en Marinero en tierra o Federico García Lorca en Romancero gitano.
2) Va desde 1928 a la Guerra Civil: Es un periodo de rehumanización, donde se llena de sentimientos y preocupaciones humanas. Para llevar a cabo esta rehumanización se recurre al surrealismo, ya que a través de él aparecen las emociones más personales del autor y de la sociedad. Este surrealismo conlleva al uso del verso libre y las imágenes irracionales. En esta etapa destacan Sobre los ángeles de Alberti y Poeta en Nueva York de Lorca o La voz a ti debida de Salinas.
3) Tras el asesinato de Lorca y la victoria de Franco: Poetas como Alberti, Luis Cernuda o Guillén se exilian y en muchos de ellos aparecen el tema del desarraigo, la nostalgia de la patria perdida o el rechazo a la violencia. Los poetas muestran un humanismo angustiado. Dámaso Alonso, con Hijos de la ira, refleja la angustia existencial de aquel periodo.
2. El Teatro Anterior a la Guerra Civil
Antes de la guerra, la mayoría del público pertenece a la burguesía, lo cual condiciona tanto la ideología de las obras representadas como la preponderancia de una estética que rechaza las innovaciones formales, las relega e impide la representación de obras ajenas. Se distinguen dos tendencias:
2.1 Teatro comercial
Triunfa entre el público burgués.
1) Comedia burguesa: Ejemplificada en Jacinto Benavente, su comedia comienza con una carga hacia las instituciones burguesas con El nido ajeno. Así, en Los intereses creados, farsa cínica donde los típicos personajes de la commedia dell’arte muestran cómo los ideales de la vida burguesa actúan como una simple fachada de intereses materiales.
2) Teatro en verso: Aparición de un modernismo hueco, vacío de contenidos, basado en la pura sonoridad verbal. Se exaltan valores tradicionales a través de tramas melodramáticas y folletinescas y se busca la huida a épocas pretéritas. Destacan en esta tendencia autores como Eduardo Marquina o Francisco Villaespesa. Los hermanos Machado escriben juntos un teatro modernista en verso, aunque con una intención más popular y menos acartonada.
3) El teatro cómico: Alcanzó un gran éxito de público. Se basaba en la tradición del teatro costumbrista y en el sainete. Destacan en este género los hermanos Álvarez Quintero, que reflejan en sus obras una Andalucía de charanga y sin problemas, en la que todo el mundo es bueno. Carlos Arniches es el otro autor de éxito, con dos tipos de obras: sainetes de ambiente madrileño basados en diálogos chispeantes y tragicomedia grotesca, con una ligera relación con el esperpento de Valle-Inclán.
2.2 Tentativas de innovación
1) Teatro experimental: Miguel de Unamuno y José Martínez Ruiz, Azorín, trasladan al teatro sus preocupaciones en torno a temas profundos y complejos, sus inquietudes filosóficas o morales. Fue el carácter intelectual de esas obras lo que provocó su fracaso comercial.