Argumentos a Favor y en Contra de la Existencia de Dios
Clasificación Conceptual
- Teísmo: Existe Dios, es posible conocer la naturaleza de Dios, interviene en la historia.
- Deísmo: Posición característica de la Ilustración. Afirma que podemos creer que exista Dios, pero que no sabemos su naturaleza ni si interviene en la historia.
- Panteísmo: Todo lo real es Dios. Es característico de las religiones orientales. No debemos confundir una parte con el todo.
- Agnosticismo: No negamos ni afirmamos la existencia de Dios (no es posible), vivo al margen del tema.
- Ateísmo: Niego la existencia de Dios, no existe Dios.
- Anticlericalismo: En contra de la institución del clericalismo (Iglesia).
Argumentos a Favor
- Lógicos: Basados en el principio de no contradicción: San Anselmo y Gödel.
- Metafísicos o Cosmológicos: Basados en la observación de un hecho real: Santo Tomás, San Agustín, Descartes.
- Existenciales: Basados en la necesidad de dar sentido a la existencia: Pascal y Kant.
Argumento Ontológico de San Anselmo
- Tengo en mi mente la idea de un ser mayor del cual no puede pensarse otro.
- Tiene que existir no solo en mi mente, sino también en la realidad.
- Si digo que no existe (en la realidad) ese ser mayor del cual no puede pensarse otro, entonces, la idea de ser mayor del cual no puede pensarse otro no sería tal idea (la de un ser…) pues podría pensar otro mayor que sí existiera en la realidad.
Metafísico: Santo Tomás (s. XIII)
Hecho = explicación (Dios)
- 1ª vía: Movimiento = Primer Motor Inmóvil.
- 2ª vía: Seres causados = Primera Causa Incausada.
- 3ª vía: Seres contingentes = Ser Necesario.
- 4ª vía: Grados de perfección = Ser Perfecto.
- 5ª vía: Orden en el mundo = Inteligencia Ordenadora.
Metafísico: San Agustín (s. IV)
No observo como perecedero, imperfecto y finito; pero tengo en mí verdades eternas inalterables. Solo pueden estar en mí, por Dios. La verdad reside en el interior.
Existenciales: Pascal (s. XVII)
Ante el problema de Dios podemos optar:
- Afirmando en mi vida (creer)
- Negarlo (no creer)
¿Qué me conviene más?
- Si creo y no existe: he perdido algunos placeres.
- Si no creo y existe: pierdo la vida eterna.
Existenciales: Kant (s. XVIII)
Si no existiera Dios, no tendría sentido la conciencia del deber, de hacer lo correcto y hacerlo incluso contra nuestros intereses y los deseos. ¿Qué sentido tendría el esfuerzo de algunos hombres al actuar por deber si no existe Dios?
Ateísmo Filosófico
Ateísmo no es igual a agnosticismo:
- Agnosticismo: Niega la posibilidad de conocer la existencia o inexistencia de Dios (puede ser más o menos indiferente).
- Ateísmo: Negación de la existencia de Dios.
- Rechaza la religión por:
- Falsa o nivel cognoscitivo: No existe más realidad que la realidad material.
- Perversa o nivel moral: Impide la realización del hombre sometiéndolo a un orden inexistente.
Comte
Al estudiar el desarrollo total de la inteligencia humana, desde sus orígenes hasta nuestros días, creo haber descubierto una gran ley fundamental. Esta ley consiste en que cada rama de nuestros conocimientos, pasa sucesivamente por tres estados teóricos diferentes. De aquí 3 clases de filosofías o de sistemas generales de reflexión: el primero es el punto de partida necesario de la inteligencia humana, el tercero su estado fijo y definitivo y el segundo está destinado únicamente a servir de transición.
- Estado teológico: El espíritu humano al dirigir esencialmente sus investigaciones hacia la naturaleza íntima de los seres, se representa los fenómenos como producidos por la acción directa y continuada de agentes sobrenaturales más o menos numerosos, cuya arbitraria intervención explica todas las anomalías aparentes del universo.
- Estado metafísico: Los agentes sobrenaturales son reemplazados por fuerzas abstractas, inherentes a los diversos seres del mundo capaces de engendrar por sí mismas todos los fenómenos observados.
- Estado positivo: El espíritu humano, reconociendo la imposibilidad de obtener nociones absolutas, renuncia a buscar el origen y el destino del universo y a conocer las causas íntimas de los fenómenos, para dedicarse únicamente a descubrir, con el uso bien combinado del razonamiento y de la observación, sus leyes efectivas, sus relaciones invariables de sucesión y similitud.
Argumentos Contrarios
- Comte: La religión corresponde a estados primitivos de la humanidad.
- Marx: Alienación ideológica, el opio del pueblo.
- Feuerbach: Proyección al límite de nuestras cualidades, buscando completitud.
- Nietzsche: Dios es el fundamento ficticio de una moral contranatural originada en el resentimiento de los débiles.
- Freud: Anhelo de protección de la figura del padre.
Feuerbach
La religión no es más que el deseo humano, por eso, el secreto de la teología está en la antropología. La religión pasa en la humanidad por 3 momentos:
- El hombre por necesidad crea la imagen de un ser superior en el que proyecta las mejores cualidades humanas. Es el momento de la alienación del hombre en Dios.
- Este dios va progresivamente alejándose de su creador hasta ser considerado un ser independiente al que se adora y se teme. Es el momento de la total separación.
- El hombre recupera la confianza en sus cualidades propias, supera la idea de un dios separado recuperando su propia esencia.
Marx
Para Marx todas las religiones están al servicio de un sistema económico y productivo y por tanto al servicio de una clase privilegiada dentro de ese sistema. Es posible que ni la clase privilegiada ni la clase sometida sean conscientes del servicio que la religión presta al sistema. Para Marx la religión es “el opio del pueblo”, un medio para evitar la rebelión de los desfavorecidos; la religión promueve la resignación y la pasividad al posponer la esperanza de salvación en un más allá imaginario.
Nietzsche
Dios es un concepto de vacío; un concepto completamente alejado del único mundo existente: el material. El concepto de dios ha sido creado desde el resentimiento de los débiles para fundamentar un trasmundo ideal que justifique su débil existencia. Además este dios, falso fundamento de un falso mundo, avalará también una moral contranatural que impide la realización del hombre, en especial, de los valerosos y vitales. Finalmente toda una cultura ha terminado por tragarse el engaño y creer en su ficción. Para liberar al hombre hay que matar a Dios.