Los ingleses se establecen en América del Norte
Jacobo I concedió el permiso para colonizar América del Norte a dos grupos de comerciantes: la Compañía de Londres y la Compañía de Plymouth. La segunda compañía fracasó, pero la Compañía de Londres, en 1607, fundó Jamestown frente al territorio actualmente denominado Virginia.
La agitación política y social en Londres mantuvo ocupados a los ingleses, y mientras tanto, los políticos y religiosos europeos residentes en América fundaron colonias.
Las colonias del norte de la costa americana (New England) poseían una economía muy diversificada. Los granjeros se dedicaban a la apicultura, la ganadería y la cría de peces, y un sector importante de la región se ocupaba de comerciar los productos. Las colonias centrales se dedicaron al cultivo de cereales.
En 1670, William Penn fundó Pensilvania, junto a disidentes religiosos llamados cuáqueros. Filadelfia fue su capital y, gracias a su fuerte compromiso religioso, lograron un desarrollo económico y prosperidad.
Durante los siglos XVI y XVII, las tierras fueron dadas a diferentes comunidades religiosas, pero durante el siglo XVIII, la situación cambió y la vocación religiosa fue reemplazada por la búsqueda de negocios más rentables.
Religión y política
Los colonos creían en la predestinación y pensaban que el camino al cielo o al infierno ya estaba escrito. La idea de superación en la vida cotidiana fue tomada como un signo positivo en el camino que conducía al cielo.
Todas las colonias tenían una estructura de gobierno semejante: un gobernador, una asamblea legislativa y un consejo, el cual asesoraba al gobernador.
En la asamblea elaboraban leyes, recaudaban impuestos y supervisaban los gastos. El poder de las asambleas se basaba en ser la representación de la opinión pública y en el control del dinero.
El factor religioso fue determinante para fortalecer la cohesión social.
Tráfico de pieles y comercio triangular
La estructura económica de las 13 colonias estaba basada en el intercambio entre las mismas y con el exterior. En las Antillas y la costa de Brasil se producía melaza, la cual era llevada a las costas del norte de América, donde se producía ron. Este producto era comercializado en África a cambio de esclavos, quienes eran trasladados a las Antillas para cosechar la caña de azúcar. Esto fue el comercio triangular.
En Terranova y Labrador, los pescadores británicos y franceses comercializaban con los aborígenes. Estos les proveían pieles de castor y, a cambio, los europeos les vendían manufacturas de uso común, muy baratas.
El auge del comercio peletero cesó cuando los animales empezaron a escasear y las clases altas en Europa decidieron que ya no estaba más a la moda vestirse de esa manera. Los pueblos aborígenes quedaron cautivos del negocio declinante y, al caer este, decidieron vender sus tierras.
Presencia francesa en América del Norte
A partir de 1605, los franceses se instalaron en América del Norte, más precisamente en la península de Acadia (Nueva Escocia), en la cuenca del río San Lorenzo que recibió el nombre de Nueva Francia. Allí fundaron la ciudad de Québec (1608) y Montreal (1642). Paulatinamente ingresaron en la región de los Grandes Lagos y el valle del río Mississippi, al cual en 1682, el explorador La Salle, en nombre de Luis XIV, llamó Luisiana a la zona. Los franceses, a lo largo del arco que se extendía desde Louisbourg hasta New Orleans, fundaron fuertes, factorías y asentamientos, los cuales bloquearon la expansión inglesa hacia el oeste. Esta puja influyó en el estallido de la guerra de los Siete Años entre Inglaterra y Francia.
Trata negrera y los inicios del Brasil colonial
Los exploradores portugueses, al conquistar Brasil, hallaron árboles de cuyas raíces obtuvieron tinta para teñir tejidos; a esas maderas se las llamó palo Brasil y se exportaban a Europa.
Desde 1580 a 1680, Brasil fue el primer productor azucarero del mundo. La actividad azucarera era motorizada por el afán del lucro y ambiciones de los propietarios de un mercado europeo que demandaba los productos americanos. La producción de azúcar estuvo relacionada con la compra y venta de esclavos, trata negrera.
La Compañía holandesa comenzó un proceso que atrajo gran cantidad de capitales para la explotación de la caña de azúcar.
Casi la totalidad de la industria azucarera se montó en la costa; la falta de caminos transitables y métodos contra los accidentes naturales hicieron que los ingenios se instalaran a la vera de los ríos.
La ocupación de la tierra se realizó mediante mercedes reales otorgadas a particulares. Esto determinó una estructura social patriarcal y aristócrata basada en los fazendas. Los fazendeiros eran una clase de propietarios-empresarios, con grandes lazos con Portugal. La esclavitud fue un negocio controlado por los portugueses.
A medida que la demanda de esclavos aumentaba, se vio la posibilidad de obtener una gran rentabilidad a bajo costo, y se implementó el sistema de asientos: la corona le permitía a un particular la introducción masiva de esclavos por un tiempo convenido, y a cambio, este debía pagarle al Estado dinero, trata negrera. A partir del siglo XVIII, la trata negrera dejó de ser un negocio exclusivo de los portugueses y se expandió mucho más.
El absolutismo
Era una forma de gobierno caracterizada por la concentración del poder en la figura del rey. Este dejó de convocar a los Parlamentos, las Cortes o a los Estados Generales, y así poder concentrar todo el poder del Estado y ejercer el poder ejecutivo, legislativo y judicial.
Los reyes no eran déspotas, sino que respetaban las leyes divinas y las naturales del reino.
El absolutismo favoreció a la nobleza, al clero y a los burgueses, pero perjudicó gravemente a los campesinos y a la baja burguesía.
Los reyes absolutos recurrieron a distintas medidas:

  • Fijaron centros políticos desde donde ejercían su autoridad.
  • Unificaron el mercado nacional, regularon la economía e implementaron un sistema que perjudicaba a los campesinos y a los burgueses, pero privilegiaba a los nobles y a los más importantes del clero.
  • Crearon una burocracia estatal integrada por la alta burguesía.
  • Instituyeron un sistema diplomático.
  • Formaron un ejército nacional.
  • Se proclamaron jefes de la Iglesia Nacional.
Diferencias entre Bodin, Bossuet y Hobbes
– Bodin definió a la soberanía como el poder supremo, indivisible, perpetuo y absoluto que debía poseer un Estado para imponer orden sobre la sociedad. Según él, el origen de la soberanía se encontraba en Dios, quien la depositaba en el rey, otorgándole el derecho de dictar y derogar leyes sobre sus súbditos.
– Bossuet consideró que el pecado original transformó al hambre en un ser intratable que necesitaba un gobierno fuerte para vivir en paz, siendo este el de la monarquía absoluta. Esta debía ser sagrada, absoluta, paternal y estar sometida a la razón. El poder del rey estaba limitado por sus deberes hacia Dios y sus súbditos.
– Hobbes sostenía que el origen del poder soberano y absoluto del rey no se encontraba en Dios, sino en su contrato acordado entre los individuos y el monarca.
La guerra de sucesión española
En 1698, el rey de España, Carlos II de la familia de los Austrias, muere sin herencia. Se forman dos bandos: por un lado, Inglaterra y Alemania, que proponían un rey de la familia de los Austrias (primos del rey); por otro lado, Francia, que no quería verse rodeada nuevamente por los Austrias.
– La guerra la iba ganando Inglaterra y Alemania, pero en 1715, Francia e Inglaterra firman la paz de Utrecht y se disponía que Inglaterra dejaba asumir a un rey Borbón (Felipe V, nieto de Luis XIV) en España y, a cambio, los Borbones se dividían en dos ramas y, si alguna de las coronas quedaba vacante, uno no podía reclamar el trono del otro. También se disponía la entrega de los asientos (venta del lugar) de negros a los ingleses y se le otorgó en España el Peñón de Gibraltar (pasaje entre el Mediterráneo y el Atlántico).
Revolución inglesa
Al morir Isabel I de Tudor, asumió Jacobo I Estuardo, coronado como rey de Escocia e Inglaterra. El nuevo rey creía en el derecho divino de los reyes para gobernar.
A comienzos del siglo XVII, el capitalismo avanzó muy rápidamente en Inglaterra, lo cual posibilitó el desarrollo de los comerciantes de la:
  • La Gentry: propietarios de tierras pertenecientes a la nobleza media y baja y a la burguesía comercial y profesional.
  • La Geomanry: pequeños propietarios y terratenientes rurales. Se debilitó la alta nobleza, la cual solicitó ayuda económica a Jacobo I.

Durante el gobierno de Carlos I, el Duque de Buckingham fue asesinado; este había creado impuestos sin permiso. Entonces, el Parlamento votó la petición de derechos, estableciendo que toda creación de impuestos debía contar con su autorización y que no podía arrestarse a una persona sin previamente cumplir con lo establecido por la ley.
Hubo dos errores que debilitaron al rey:

  1. Pretendió imponer el impuesto ship money, para la construcción y conservación de los buques de guerra.
  2. Su ministro Laud quiso imponer el culto anglicano en la Escocia presbiteriana, lo cual generó una sublevación por parte de los escoceses, quienes invadieron Inglaterra. Luego, el rey convocó al Parlamento largo, en el cual se podían distinguir dos divisiones: los Tories (partidarios de la corte) y los Whigs (los de ideas liberales).


Las relaciones entre el rey y el Parlamento se fueron deteriorando y se agravaron más cuando los católicos irlandeses se sublevaron. En 1642, Carlos I se presentó en el Parlamento e intentó arrestar a cinco de los líderes; al no poder hacerlo, se alejó de Londres con el objetivo de volver e imponer definitivamente su autoridad. Así empezó la guerra civil.
Oliveiro Cromwell impuso una lucha contra la monarquía; estaba acompañado por grandes tropas puritanas, las cuales defendían la sencillez de la iglesia primitiva y sostenían la autoridad suprema de las escrituras sobre el clero. Este no dudó en convocar a los sectores populares a participar del conflicto. Cromwell depuró al Parlamento y acusó al rey de traición, lo procesó y ejecutó.
La decapitación de Carlos I de Estuardo causó:

  • Una gran impresión en Inglaterra y en la Europa absolutista.
  • El triunfo de la revolución impuso la novedosa idea de un individuo libre que, dotado de libertad de conciencia, exigía igualdad ante la ley.


El Parlamento depurado proclamó una república y mantuvo la cámara de los comunes.
El ejército le otorgó a Cromwell todo el poder; este disolvió el Parlamento y pasó a gobernar de modo dictatorial.
Tomó algunas medidas:

  • El Acta de Navegación: toda importación o exportación a Inglaterra debía hacerse en navíos ingleses.
  • Permitió el ingreso de judíos a Inglaterra, aunque sin reconocerles sus derechos políticos.
  • Ocupó grandes territorios y los unió al imperio inglés.


Cuando Cromwell murió, lo sucedió su hijo Ricardo, aunque este abdicó y pasó a ser rey el hijo de Carlos I, llamado Carlos II, coronado en 1660. Así fue como volvió la monarquía en Inglaterra.
En 1673, el Parlamento sancionó el Bill de Test, en donde se reservaban los empleos públicos a los anglicanos. Carlos II suspendió toda ley que se dirigía en contra de los no anglicanos; entonces, en 1673, el Parlamento sancionó otra ley, la cual impedía a los católicos ocupar cargos públicos, y luego, en 1679, dictó el Habeas Corpus, que consagró la defensa de los derechos individuales.
Gracias a que en 1661, Carlos II se casó con la princesa portuguesa Catalina de Braganza y recibió nuevos territorios, y a la expansión marítima y territorial, Inglaterra comenzó a tener más territorios en África y Asia.
Los africanos eran exportados a América y vendidos como esclavos.
La Gentry se fortaleció y extendió su número de arrendamientos y limitó los bienes comunales, lo cual hizo convertir a Inglaterra en gran exportadora de carne, trigo y lana.
Revolución de 1688
Carlos II fue sucedido por su hermano, Jacobo II, el cual se alió con el rey francés Luis XIV, apoyó a los católicos e impuso el régimen absolutista.
Esto no fue permitido por la burguesía capitalista, ya que Francia era uno de los competidores más peligrosos y no querían volver a caer en manos del Estado fuerte. En 1688, los notables del reino se unieron con la Gentry y obligaron a huir a Jacobo II, y en su lugar el Parlamento coronó rey al holandés Guillermo de Orange, al cual le impusieron la defensa de la religión anglicana y la aceptación de la Declaración de Derechos.