Guión de la Entrevista

A pesar de que muchos autores hablan de la inexistencia de guion en las entrevistas en profundidad, lo cierto es que su formulación favorece el control del proceso, especialmente si se da el caso de que las entrevistas han de ser realizadas por distintas personas de un mismo equipo de investigación. Este guion servirá, en este último supuesto, para garantizar que se toquen todos los aspectos o facetas imprescindibles del tema que se tiene bajo estudio. No tiene por qué seguirse un mismo orden en todos los casos, como ocurre cuando trabajamos con entrevistas estandarizadas, pues este orden lo configura el discurso que vaya elaborando el sujeto entrevistado.

El guion de la entrevista recoge los temas o preguntas relevantes para el objeto de estudio y el investigador irá adaptando la secuencia al ritmo del entrevistado. A lo largo de la entrevista, es preferible mirar la guía en contadas ocasiones con objeto de mantener en la medida de lo posible la ilusión de una conversación cotidiana. Lo más indicado es recurrir al guion cuando la entrevista esté muy avanzada, como si se tratara de repasar algunos momentos de la conversación. Por supuesto, el lanzamiento de la pregunta ha de ser relevante desde el contexto temático y dinámico de la entrevista, es decir, debe ser significativa con respecto al tema y a la relación interpersonal que se va generando.

En cualquier caso, también hay que resaltar que no existen personas ideales para ser objeto de entrevista. Existen personas difíciles y personas fáciles, pero no todas las que hablan más fluidamente proporcionan información más significativa. Algunas veces, en discursos más breves se obtiene información más relevante. Para resolver parte de esta problemática volvemos a reclamar la figura del entrevistador experimentado y habilidoso.

Criterios para Evaluar la Calidad de la Entrevista (Kvale)

  1. Las contestaciones del entrevistado han de ser espontáneas, ricas y específicas, dando amplia respuesta al entrevistador.
  2. Las preguntas serán breves y las respuestas amplias.
  3. El entrevistador sigue y aclara los significados contenidos en las respuestas.
  4. La entrevista ideal se interpreta en gran medida durante la entrevista misma.
  5. El entrevistador intenta verificar sus interpretaciones de las respuestas.
  6. La entrevista es comunicable por sí misma; no requiere muchas descripciones ni explicaciones adicionales.

El Rol del Entrevistador

Los gestos faciales y corporales, los roles adoptados por el entrevistador en cada momento oportuno. El control sobre todos estos factores es otro de los objetivos del investigador en el desarrollo de la conversación. Ha de manejar la situación y reaccionar con una actitud flexible ante cualquier imprevisto.

La apariencia entendida «como imagen propia definida en términos de características aprobadas socialmente» debe ser controlada por el entrevistador de acuerdo al contexto donde se sitúe la entrevista. Íntimamente unido a la apariencia, destaca el rol desempeñado por el investigador. Es decir, en el caso de que se vaya a entrevistar a una mujer maltratada con hijos, una investigadora podrá hacer prevalecer su rol de mujer e incluso de madre para fijar cierta empatía; en el caso de que sea varón, éste podría hacer destacar el hecho de ser padre o de residir en un barrio similar al de la entrevistada. En algunos casos en los que, por ejemplo, por la forma de vestir se pueda ofrecer cierta sensación de superioridad con el entrevistado, el investigador tendrá que ser capaz de valorar si esta percepción le favorece o si debe «renegociar la» o transformarla a lo largo de la entrevista.

La Comunicación Gestual

«La coherencia expresiva requerida para toda actuación señala una discrepancia fundamental entre nuestros sí mismos demasiado humanos y nuestros sí mismos socializados. Como seres humanos, somos, presumiblemente, criaturas de impulsos variables, con humores y energías que cambian de un momento a otro. En cuanto caracteres para ser presentados ante un público, sin embargo, no debemos estar sometidos a altibajos. Como lo señaló Durkheim, no permitimos que nuestra actividad social más elevada siga la huella de nuestros estados corporales como lo hacen nuestras sensaciones y nuestra conciencia corporal general. Contamos con una cierta burocratización del espíritu que infunda la confianza de que ofrecemos una actuación perfectamente homogénea en cada momento señalado»

Quizá resida en esa burocratización del espíritu de Goffman la clave para que en la situación de entrevista los gestos, los movimientos del cuerpo y las palabras del investigador muestren coherencia y sean utilizados como un espejo en el que llanamente se acepte y refleje el discurso del sujeto observado.

Si todos los requisitos reflejados hasta aquí logran cumplirse, estaremos muy cerca de conseguir la situación de control de los afectos o de empatía controlada de la que habla Alonso.