El Violinista y la Luna: Una Historia de Amor Juvenil en Madrid
El Violinista y la Luna
Sinopsis
Roberto, apodado “el Violinista”, roba la moto de su primo junto con sus amigos Sebi y Mocolindo. Cuando Roberto se encuentra con Luna, surge una historia de amor entre ellos. La trama se desarrolla en el contexto de la vida juvenil en los barrios de Madrid, donde la amistad, la delincuencia y las relaciones amorosas se entrelazan.
Personajes
Mocolindo
Un chico de aproximadamente 18 años, con pelo corto y rizado, rostro ancho y mofletudo, ojos grandes y saltones. Amante de los coches, hace de “taxista” para sus amigos con su Peugeot 505. Vive en el mismo barrio que Luna.
Sebi
Alto y delgado, con una larga melena lacia. Su aspecto contrasta con el de Mocolindo.
Balta (“Calzonga”)
Dueño del bar “Calzonga” en Carabanchel. Ex-traficante de drogas, fanático del Atlético de Madrid y de Rosendo.
Lugar
La historia transcurre en diversos barrios de Madrid. Comienza en el instituto donde estudian Roberto y Luna, un instituto grande con una plaza cercana. La plaza de las Comendadoras, rectangular y sin coches, con casas antiguas, balcones, un convento y dos cafés, es un punto de encuentro importante para los personajes. Carabanchel, el barrio donde viven Luna, Mocolindo, Sebi y Calzonga, es un barrio pobre con un historial de delincuencia.
Narrador
El narrador es omnisciente, revelando los pensamientos y sentimientos de los personajes sin ser parte de la historia.
Opinión
La obra es accesible para jóvenes lectores gracias a su lenguaje sencillo y directo. Los personajes, con edades similares a las del público objetivo, permiten una mayor identificación con la historia. La trama, que combina amor, amistad y delincuencia juvenil, resulta atractiva y entretenida. Una lectura recomendable con una calificación de 8 o 9.
Creación
Luna, de rodillas en el asiento del coche, mira por la ventana trasera. Las dieciocho letras que había escrito en la pared se leen perfectamente: “Te quiero, violinista”.
Poco a poco, sus ojos se humedecen hasta que una lágrima cae. Al darse la vuelta, ve una silueta negra acercándose al grafiti. Mocolindo arranca el Peugeot 505.
Durante el camino a casa, Luna recuerda los momentos con Roberto: los mensajes en la mesa, su encuentro en la plaza… Llegan al Calzonga, donde la música de Rosendo suena desde fuera. Aparcan y se sientan a charlar.
Una hora después, al despedirse, ven una silueta extraña pero familiar acercándose.
“¡Mocolindo! ¿Cuándo piensas comprarte otro coche?” Mocolindo mira hacia atrás asustado.
“¿Quién eres? ¿Pedro?”
“¿Tan rápido te olvidas de mí?” Sebi y Luna, paralizados, lo miran.
“¡Violinista!” gritan los dos a la vez.