ARQUITECTURA GÓTICA: LA CATEDRAL, LA LONJA Y EL AYUNTAMIENTO. LAS CATEDRALES ESPAÑOLAS. (BURGOS, TOLEDO, LEÓN Y PALMA DE MALLORCA).

Introducción

La denominación Arte Gótico es incorrecta, pues parte de la suposición de que este arte tiene su origen entre los godos, es decir, en Alemania. Hoy en día se sabe que nació en Francia. Por eso, a veces  se utiliza el concepto Arte Ojival (ojiva es el nombre que recibe cada uno de los arcos apuntados que sostiene las bóvedas góticas). De todos modos, el concepto Gótico es el más famoso y utilizado y por inercia continuamos usándolo nosotros.

El Arte Gótico se inicia en Francia, en concreto, en la Región de París (Ile de France), a mediados del siglo XII. En ello tuvo un gran protagonismo el Abad Suger, canciller del rey de Francia Luis VI, que sintetizó los principales logros arquitectónicos del Románico avanzado y del Estilo Cisterciense en un nuevo estilo artístico. El primer edificio gótico es la girola de la Abadía de Saint Denis (París) mandada construir por el Abad Suger como Panteón de los reyes de Francia hacia1141.

Suger coincide con San Bernardo en considerar la luz como la expresión de la gracia divina. Así, el nuevo estilo debe ser luminoso, y  por ello la girola de Saint Denis es un espacio intencionalmente diáfano y luminoso.

El Estilo Gótico se expande a buena parte de Europa durante el siglo XIII, y en parte, sirve como propaganda de la monarquía francesa, que en los siglos XII-XIII consigue afirmar su poder en el Reino de Francia (frente a los ingleses y otros señores feudales).

La Catedral Gótica es también la expresión de riqueza y poder de las nuevas ciudades medievales, enriquecidas por la artesanía y el comercio. Efectivamente, en el siglo XIII, las ciudades de Europa Occidental empezaban a desarrollarse gracias al comercio y al auge de los grupos burgueses. La mole de la catedral destaca sobre la ciudad siendo visible a muchos kilómetros de distancia. Ese inmenso edificio simboliza el nuevo poder de la ciudad frente a los campesinos y señores feudales del campo. Sus esculturas están inspiradas  por el nuevo “realismo burgués”, un estilo más naturalista que el Románico y más acorde con los principios estéticos urbanos.

Las catedrales son costeadas por los nuevos poderes de la ciudad: el obispo, el cabildo y los gremios. El enorme coste de éstas provoca que las obras se prolonguen durante muchos años, e incluso siglos.

Los maestros de obra son los verdaderos arquitectos de las catedrales. Puede que no se trate de personajes con conocimientos excepcionales, pero tienen mucha experiencia. Los maestros se suceden  uno tras otro conservando los proyectos de sus predecesores o bien realizando transformaciones sobre la marcha.  Junto a los maestros trabajan gremios especializados (canteros, vidrieros, escultores, plomeros, etc.). La movilidad de los maestros, canteros, etc., contribuye a difundir el estilo  y a que las catedrales  se influyan entre sí por su planta, alzado y detalles decorativos. Un ejemplo de esto lo encontramos en la planta de la catedral de León cuya cabecera imita claramente la de la Catedral de Reims.

Materiales y técnicas: los edificios góticos se construyen con muros de doble línea de sillares con relleno de ripio. Los sillares están realizados por canteros especializados y  unidos con argamasa, no hay novedades, por tanto, respecto a los sistemas de construcción del Románico, aunque las grandes catedrales exigen proyectos más ambiciosos. Las bóvedas también son más anchas y elaboradas y se realizan con cimbras de madera individuales para cada arco. Por el contrario, el sistema tectónico de las catedrales góticas es muy diferente al de las iglesias románicas, pues consiste en concentrar las cargas de las bóvedas en puntos concretos del muro, estas cargas se transmiten a  los botareles o contrafuertes exteriores a través de los arbotantes (rcos externos a la nave central del edificio). Al concentrar el peso de la bóvedas en puntos concretos, amplias superficies del muro quedan libres de cargas y en ellas se pueden abrir grandes vanos que se cubren con vidrieras. Las vidrieras están compuestas por fragmentos de vidrios de colores (aunque los detalles se pintan en la superficie de estos vidrios). Estas vidrieras se sostienen, a su vez en  una estructura de plomo que descansa sobre una tracería de piedra. Estas tracerías evolucionan, se complican y con el tiempo se hacen más caprichosas y complejas.

Planta: la planta de la catedral gótica se inspira  en la de la románica pero introduce novedades importantes. Tiene planta de cruz latina con número impar de naves, siendo más ancha la central. Lo que más destaca frente a los edificios románicos es el crecimiento enorme de la cabecera, casi siempre con girola e incluso doble girola a la que se abren capillas de planta poligonal. El crucero se aleja del altar lo cual genera un profundo presbiterio. En algunos casos como Laon o Notre Dame de París, el crucero se sitúa casi  en el centro de la longitud del templo. El crucero es muy complejo, frecuentemente tiene tres naves y no se marca en planta París, o bien se marca algo menos que en los edificios románicos (Reims). Es frecuente que entre el crucero y el presbiterio haya cinco naves y entre el crucero y la fachada occidental  tres naves (Chartres, Reims, Amiens). En las catedrales góticas se multiplican las fachadas: una en cada brazo del crucero (norte y sur) y otra en la parte occidental (ésta última es la fachada principal y adquiere una forma canónica, pues está enmarcada por dos torres gemelas: Laón, París, Reims, etc.). Cada tramo de la nave central se corresponde con uno de las naves laterales.

Alzado:

Una de las realizaciones más espectaculares de las catedrales góticas es el desarrollo de una fachada monumental en el extremo occidental del templo. La fachada occidental es canónica y responde a un diseño convencional como podemos ver en la Catedral de Reims: división de la fachada en tres calles que evidencia la división interna del edificio en tres naves. Superposición de cuerpos (triple pórtico, rosetón, galerías y coronamiento de las torres). Otra de las novedades de las catedrales góticas es la desaparición de la torre cimborrio en la mayor parte de los casos (aunque a veces encontramos un chapitel de madera sobre el crucero como en París, Reims o Amiens). La nave central gótica se eleva enormemente sobre las laterales especialmente en los ejemplares del gótico clásico del siglo XIII (Chartres, Reims, Amiens), ello se debe a la  desaparición de las tribunas (que aún encontramos en ejemplares de transición del siglo XII (Laón, París)). En lugar de las tribunas se suele realizar el triforio, un pequeño pasillo fruto del vaciamiento ornamental del muro por encima de los arcos formeros. Sobre el triforio se sitúa un enorme nivel de clerestorio en el que el muro ha sido vaciado y sustituido por enormes vidrieras. En casos avanzados, el clerestorio se amplia incluso por detrás del triforio, como ocurre en Amiens y en León. Uno de los alzados más atrevidos del gótico francés es el de la Catedral de Beauvais (de hecho, el primer proyecto se derrumbó). Es un auténtico “rascacielos” medieval cuya nave central se eleva a 47 metros de altura. Su perfil externo se eleva sobre un bosque de arbotantes y pináculos, mientras la bóveda interior parece flotar mágicamente sobre una enorme pared de vidrio.

Elementos Formales.

Elementos Sustentantes: como ya hemos dicho, los muros son de doble hilera de sillares con ripio en el interior. Los pilares son muy robustos y tienen columnas adosadas coronadas con capiteles individuales o corridos en forma de frisos vegetales. A medida que avanza el tiempo se van complicando estos pilares, de modo que en el Gótico Final o Flamígero del siglo XV se llevan a cabo pilares fasciculados rodeados de pequeñas columnitas adosadas llamadas baquetones. Aparte de esto, lo más llamativo de las catedrales góticas es que buena parte de la estructura sustentante se encuentra en el exterior del edificio: así, los muros están reforzados a tramos con gruesos contrafuertes o botareles que se elevan como pequeñas torres y se coronan con pináculos. En ellos se apoyan los arbotantes, arcos exteriores que transmiten los empujes de las bóvedas de la nave central hacia éstos.

Elementos Sustentados: el arco característico del Gótico es el arco ojival, que también se denomina arco apuntado o de dos centros. Este arco tiene evidentes ventajas sobre el arco de medio punto: en él hay flexibilidad entre la anchura (luz) y la altura (flecha), es más fácil de construir con cimbras individuales, y genera cargas oblicuas tendentes a la vertical. Otros tipos de arcos son el rebajado, el escarzano y el conopial o flamígero (de carácter más ornamental). La bóveda típica del Gótico es la de crucería. Ésta se parece a la bóveda de arista, pero es más compleja, pues está formada por arcos apuntados que se cruzan en el centro, o sea, en la  clave de bóveda, y que reciben el nombre de nervios ojivos. Los espacios vacíos entre los nervios se cubren con bóvedas triangulares llamadas plementos. Las ventajas de la bóveda de crucería son muchas, pues se adapta a una gran variedad de plantas (cuadrada, rectangular, triangular, poligonal), y también son más fáciles de construir). Las bóvedas de crucería más antiguas son relativamente simples: sexpartitas, cuatripartitas o de terceletes. Sin embargo, en el Gótico Flamígero del siglo XV se da una progresiva complicación y multiplicación del número de nervios y surgen las bóvedas estrelladas y caladas. Por último, las catedrales góticas están coronadas por un tejado a dos aguas muy inclinado y cubierto con placas de plomo.

Elementos decorativos: Las catedrales se decoran profusamente con relieves de piedra geométricos y naturalistas: baquetones con arcos ciegos, capiteles individuales o corridos (en los capiteles dominan los motivos vegetales y desaparece casi totalmente  el capitel historiado). Las portadas se decoran con cientos de estatuas, galerías de reyes, rosetones y ventanales con complejas tracerías de piedra. Los tejados y cornisas están rematados de gabletes, pináculos, cresterías, gárgolas, etc. La pintura tiene mucha menos importancia que en el Románico debido a que desaparecen amplias superficies de muro. En sustitución de la pintura se generalizan las vidrieras, vidrios de colores cuyos detalles se pintan y que se apoyan en complejos armazones de plomo y tracerías de piedra. Nuevamente, la decoración es más simple en los siglos XII y XIII y se complica extraordinariamente en el Gótico Flamígero del siglo XV. 

Valoración estética.

Exterior: en la catedral hay un dominio de las líneas verticales sobre las horizontales (contrafuertes, pináculos, torres, chapiteles y demás agujas de piedra enfatizan las lineas verticales de edificios de gran altura en cuyas proporciones dominan las líneas verticales. Así hay que destacar la gran elevación de la nave central sobre las laterales. También hay un dominio del vano sobre la masa favorecido por los amplios ventanales y vanos y  la disposición externa de complejos sistemas sustentantes que semejan auténticos bosques de elementos arquitectónicos.

Interior: el interior de la catedral es diáfano y bien iluminado. Existe  compartimentación espacial, debido a los gruesos pilares, aunque la sensación es menor que en el Románico. Las líneas decorativas y estructurales (columnas adosadas y nervios) resaltan las verticales y conducen la mirada del visitante hacia las bóvedas. Como todo el sistema de sustentación es externo las bóvedas parecen flotar mágicamente sobre paredes de vidrio como podemos ver en Beauvais.  La iluminación es intensa, especialmente en la nave central. Sin embargo, no se trata de una luz natural y blanca como la de los edificios cistercienses (en Amiens vemos esta iluminación “blanca”, pero esto se debe a la destrucción de las vidrieras originales). La luz original debía ser muy distinta, modificada por las vidrieras de colores, mágica y cambiante. Así ocurre en León, Chartres, o en la Santa Capilla de París.

Funcionalidad y simbolismo:

Funcionalidad religiosa, la catedral simboliza la “Jerusalén Celeste”, la representación del Reino de Dios en la tierra, un escenario sobrenatural y mágico en el que se representan los milagros de la fe cristiana, especialmente  la eucaristía. Además, la catedral suele ser un receptáculo de reliquias, un cofre lujoso y gigantesco que custodia las principales reliquias de la Cristiandad. Así, la Santa Capilla de París es el lugar en el que se guarda y custodia la corona de espinas de Cristo, en la Catedral de Chartres se guarda el manto de la Virgen, etc.

Funcionalidad Política y de Prestigio: La inmensa mole de la catedral simboliza el poder económico de la ciudad y sus gremios ante el campo circundante. Los gremios y otras instituciones urbanas se hacen representar en capillas y vidrieras dejando evidencia de su contribución en la construcción de la catedral. El Arte Gótico es también el principal medio de propaganda de la Monarquía Francesa en plena expansión durante el siglo XIII. Desde que Suger reconstruyó Saint Denis, los reyes de Francia propagan un “arte superior”, refinado  y excelso que muestra su preponderancia cultural sobre otros señores feudales de Francia y legitima su poder y preponderancia sobre ellos. La coronación del Rey de Francia se hace en la Catedral de Reims, un escenario inigualable por su belleza. La Abadía de Saint Denis es el panteón donde se entierran los reyes de Francia. Los reyes toman muchas veces la iniciativa de la construcción de las catedrales gracias a su alianza con los obispos, verdaderos gobernadores de las ciudades: así ocurre con el rey Fernando III de Castilla y el Obispo Mauricio en la Catedral de Burgos.

La Catedral representa también un microcosmos “racionalmente ordenado” que encaja con la construcción tomista del mundo. Según Santo Tomás la Creación divina puede ser comprendida por la razón y la Filosofía Aristotélica.

Gótico Castellano del siglo XIII.

Las primeras influencias del Gótico Francés llegan a Castilla a fines del siglo XII: el Maestro Fruchel en San Vicente y la Catedral de Ávila, las bóvedas sexpartitas de la Catedral de Cuenca, etc. Sin embargo, fue a principios del siglo XIII, cuando el rey de Castilla y León, Fernando III patrocinó la construcción de las grandes catedrales castellanas de dicho siglo. En este patrocinio participaron otros grandes personajes como el Obispo Mauricio, gobernador de Burgos.

La influencia francesa es enorme en Castilla durante el siglo XIII. Del mismo modo que había ocurrido con el Románico, el Arte Gótico Francés penetra de la mano de arquitectos franceses a través del Camino de Santiago, hasta el punto de que las catedrales castellanas imitan estrechamente algunas catedrales francesas (la planta de León se copia de la planta de Reims, la fachada de Burgos se inspira en la de París, el triforio de Burgos copia el de Bourgues, etc.). Sin embargo las peculiaridades castellanas se hacen también presentes muy pronto. Así ocurre en la Catedral de Toledo. Este edificio se diseña en un principio siguiendo los modelos franceses como demuestra su planta que recuerda a Notre Dame de París. Sin embargo, al levantarla, los constructores españoles no muestran ningún interés por destacar la nave central sobre las laterales, sino que la naves se escalonan en altura a la manera románica. Además en ella hay elementos decorativos mudéjares, como se puede apreciar en el triforio de la girola.

Las tres catedrales castellanas más importantes del siglo XIII son:

La Catedral de Burgos (1221-1260) fue una construcción impulsada por el Obispo Mauricio. En principio trabajó un autor desconocido, después se le atribuye al Maestro Enrique (-1277), que también realizó la traza de la Catedral de León y que probablemente era francés. Hoy en día la Catedral muestra un aspecto muy distinto del que debió tener en el siglo XIII, ello se debe a los numerosos añadidos que se le hicieron en los siglos XV y XVI y que modificaron radicalmente su aspecto. La planta original muestra una iglesia de tres naves, con girola simple y cinco capillas absidiales. Su crucero larguísimo de planta única da a entender que el proyecto primitivo fue realizado conforme a los moldes cistercienses, de manera similar al Monasterio de las Huelgas, pero éstos se abandonaron por iniciativa del Obispo Mauricio. La catedral del siglo XIII muestra las influencias francesas en su presbiterio curvo (como Notre Dame de París), el triforio similar al de Bourgues y sobre todo, la fachada occidental, canónica e inspirada en París o Reims. En el siglo XV, diversos añadidos modificaron el aspecto de la catedral convirtiéndola en el edificio airoso y recargado que vemos hoy en día. Así, Juan de Colonia añadió los chapiteles calados de piedra de influencia alemana que coronan la fachada occidental, mientras que su hijo Simón de Colonia construyó la Capilla del Condestable, capilla funeraria de planta centrada y estilo isabelino rematada por  una bóveda estrellada y calada. Por último, a mediados del siglo XVI se reconstruyó el cimborrio sobre el crucero, rematado por bóveda estrellada, calada y con rasgos de estilo flamígero y plateresco.  

La catedral de Toledo se inició en 1226. Participaron en su construcción el Maestro Martín y Petrus Petri que diseñaron un enorme templo de cinco naves con el crucero no marcado en planta situado junto al presbiterio (esta planta tiene algunas similitudes con la de París). Tras el presbiterio se sitúa una doble girola con siete capillas. La nave central no se eleva mucho sobre las laterales, sino que existe un escalonamiento gradual y armónico de las naves, lo cual rompe con la influencia francesa y crea la tendencia posterior del Gótico Castellano. Asimismo, los arcos polilobulados del triforio denotan una influencia mudéjar típicamente hispánica. La Catedral de Toledo será uno de los edificios que más influya en las construcciones españolas posteriores (por ejemplo, en la Catedral de Segovia, Granada, etc.).

La catedral de León  se realizó entre 1255-1302 y fue construída por el Maestro Enrique y Juan Pérez. Su planta tiene una clara influencia de Reims con cinco capillas poligonales, presbiterio profundo y crucero de tres naves. Hacia el lado de los pies, la iglesia es muy corta y probablemente está inacabada. El alzado muestra un vaciado de las paredes en favor de las extraordinarias vidrieras, que continúan tras el triforio (como en Amiens y Beauvais). La gran diferencia de altura entre las naves permite abrir un enorme clerestorio. El interior mágicamente iluminado es uno de los más bellos del Gótico Español. La “Pulchra Leonina” es así la más “francesa” de las catedrales castellanas. La fachada occidental es muy extraña con dos torres desiguales separadas del cuerpo central por unos arbotantes.

Gótico Catalán del siglo XIV

Durante el siglo XIV la Corona de Aragón y especialmente Barcelona, se convierte en una gran potencia mediterránea tanto en el plano económico como político. Consiguientemente también se convierte en el gran centro del Gótico Hispánico. Al contrario que las castellanas, las catedrales catalanas muestran una importante influencia del sur de Francia (Gótico del Midi presente en la catedral de Albi o los Jacobinos de Tolouse). Estas catedrales de la Corona de Aragón se caracterizan por la gran anchura de su nave central y la utilización como capillas de los espacios entre estribos o contrafuertes. La planta más comúnmente utilizada es la de salón sin crucero y con las naves prácticamente a la misma altura (hallenkirche). La iluminación de la nave central es indirecta, pero bastante intensa, hecho que se ve favorecido por la delgadez y separación entre pilares. Dichos pilares son a veces ochavados, de planta octogonal sin columnas adosadas. Los arbotantes carecen de importancia pues las naves laterales son muy altas, domina el muro sobre los vanos verticales y estrechos dando una imagen externa maciza. Las iglesias de tres naves se diseñan buscando la unidad espacial, para ello se disimula la compartimentación haciendo una nave central muy ancha y adelgazando y separando los pilares situados entre las naves. Los arcos resultantes son enormes y muy atrevidos cubriendo luces muy anchas. La decoración escultórica es mínima o nula por influencia cisterciense y franciscana. Las torres son de planta poligonal y acaban en plano.

La Catedral de Palma de Mallorca (siglos XIII-XVI) tiene planta de salón, sin crucero, con tres naves, capillas entre los contrafuertes y cabecera rectangular, carece de torre y en su exterior destaca el sugerente efecto del bosque de pináculos y chapiteles. Interiormente las naves laterales se elevan casi hasta la altura de la nave central, apoyándose en unos finísimos pilares ochavados. La decoración es muy simple y en ella hay que destacar el efecto lumínico de los rosetones afrontados en los lados menores de la iglesia.

Probablemente el ejemplo más logrado del Gótico Catalán es  Santa María del Mar (1328) en Barcelona, realizada por Guillermo Metge y Berenguer de Montagud. Esta extraordinaria iglesia se caracteriza por el gran adelgazamiento y separación entre los pilares que generan una ilusión de unidad espacial única. El espacio interno de Santa María del Mar es uno de los más sugerentes y mágicos del Gótico Catalán, además es un ejemplo de precisión en las medidas y proporciones, algo inesperado en un edificio medieval. Otros templos son las Catedrales de Barcelona y Gerona.

En la Corona de Aragón también hay que mencionar la importante arquitectura civil de los siglos XIV-XV. El Gótico Civil, muy importante en los países mediterráneos, tiene en el ayuntamiento y la lonja sus principales manifestaciones. El Gótico Civil utiliza los elementos formales de la Catedral Gótica pero los adecua a una funcionalidad distinta.

En Barcelona destaca el Barrio Gótico con varios edificios entre los que se encuentra el Palacio de la Diputación (Generalitat), auténtico edificio de gobierno del Principado de Cataluña. Este palacio se caracterizada por tener patio interior y galería con finísimas columnas, lo cual muestra una gran influencia italiana.

Las lonjas son uno de los edificios más sugerentes de la Corona de Aragón. Su función es comercial, y para ello utilizan la planta de tipo Hallenkirche con todas las bóvedas a la misma altura y pilares delgados y muy separados entre sí. Entre las principales lonjas destacan las de: Palma de Mallorca (1426-1448) y Valencia (1482-1498). La Lonja de Palma es un edificio rectangular de tres naves separadas por pilares de fuste helicoidal, fue realizada por Guillem de Sagrerá. También destacan las columnas helicoidales de la Lonja de Valencia de Pere Compte. Estas lonjas son la manifestación del poder de los gremios y la importancia de las actividades comerciales en las ciudades marítimas de la Corona de Aragón.

VOCABULARIO

Arbotante

Arco apuntado/ojival

Bóveda de cañón apuntada

Luz (de vano)

Cimbra

Botarel/Estribo

Vidriera

Tracería

Rosetón

Pináculo

Bóveda de crucería

Nervio ojivo

Clave

Plemento

Bóveda de crucería sexpartita

Bóveda de terceletes

Baquetón

Galería de reyes

Gablete

Crestería

Gárgola

Testero

Sala capitular

Fahda-pantalla

Calado (de la piedra)

Hallenkirche/Planta de salón

Pilar ochavado

Pilar fasciculado

Arco flamígero/arco conopial

Arco carpanel/arco rebajado

Bóveda estrellada

Bóveda pinjante

Bóveda calada

Chapitel calado

Arco tudor

Bóveda de abanico/bóveda palmeada

Bóveda reticulada

Heráldica

Polsera/Guardapolvos

Arco mixtilíneo

Fachada-retablo