1. Antecedentes del Pensamiento Marxista

1.1 Contexto Filosófico y Científico

La formación de la obra de Marx se ve influenciada por tres corrientes principales: la economía clásica, el socialismo utópico y la filosofía alemana.

1.2 La Economía Clásica (Adam Smith y David Ricardo)

De ésta, Marx asume que el trabajo es el elemento decisivo en la creación del valor de una mercancía. La economía clásica presenta las leyes que rigen la economía capitalista como si fuesen leyes naturales. Marx, en cambio, intenta explicar el origen de la propiedad privada, que sitúa en la alienación del trabajo.

1.3 El Socialismo Utópico

Marx valora en estas corrientes la identificación de las contradicciones del capitalismo. Sin embargo, critica la idea de reformar la sociedad apelando a la buena voluntad. Marx no ve el triunfo del sistema capitalista como algo definitivo, sino como una etapa necesaria del desarrollo histórico. Defiende un análisis científico del sistema capitalista para descubrir el proceso que conducirá a su superación. Critica a los “comunistas groseros” que pretenden un reparto de la propiedad o un control estatal, lo que, según él, convertiría a todos en proletarios. Marx aboga por la abolición de toda forma de propiedad.

1.4 La Filosofía Alemana

Hegel representa para Marx la cumbre del pensamiento cristiano burgués. De él, toma la concepción dinámico-dialéctica de la realidad y el concepto de alienación. No obstante, rechaza la idea hegeliana de que la auténtica realidad es el espíritu, considerándola una filosofía invertida, de la que derivan todos sus errores. Critica que la idea de que “lo real es racional” conduce a una parálisis del progreso político y a la aceptación pasiva de la realidad. El idealismo de Hegel también implica una concepción abstracta de la naturaleza humana, al reducir al hombre a autoconciencia. Marx participa en las polémicas de la derecha e izquierda hegeliana, identificándose inicialmente con Feuerbach. Posteriormente, adopta una actitud crítica tanto ante la izquierda hegeliana como ante Feuerbach, criticando la visión mecanicista del materialismo de este último, su incapacidad para explicar el dinamismo de la historia y su concepción del ser humano como sujeto contemplativo, así como su idea de la alienación religiosa.

2. La Antropología Marxista: El Hombre Alienado

2.1 La Concepción Marxista del Hombre

Marx critica la concepción del hombre de la filosofía y la economía de su época, proponiendo la suya propia:

  • El hombre es un ser concreto, sensible y corporal: Coincide con Feuerbach en la crítica a Hegel, para quien el ser humano se define por su conciencia.
  • El hombre transforma el mundo y a sí mismo mediante la práctica (el trabajo): Transformando la naturaleza, la humaniza, y transformándose a sí mismo, se naturaliza. Marx critica la prioridad dada al conocimiento teórico contemplativo.
  • El hombre se autorrealiza a través del trabajo: Critica a la economía clásica por considerar el trabajo como elemento central en la creación de valor, pero convirtiendo al hombre en un animal de trabajo, sin ver en él el medio de autorrealización. El hombre se encuentra alienado de esta autorrealización.
  • El hombre es un ser social: Se desarrolla en una sociedad concreta que, a su vez, transforma mediante su trabajo. Esto implica que…
  • El hombre es un ser histórico: Es un producto social, pero las sociedades se transforman por la actividad humana.

2.2 El Hombre Alienado

  • La alienación en Hegel y Feuerbach: En lenguaje común, alienación significa estar fuera de sí, haber perdido la propia identidad. Para Hegel, la alienación ocurre cuando el espíritu se cristaliza en cosa, en naturaleza. Para Feuerbach, es una alienación religiosa: el hombre pone su esencia fuera de sí mismo, en Dios. Marx critica a Feuerbach por no ir más allá de la crítica religiosa. Si el hombre crea a Dios, es porque no está a gusto con el mundo. La crítica debe centrarse en las causas de este malestar.
  • El concepto marxista de alienación: Se centra en la alienación del trabajador en la sociedad capitalista, que sufre una cuádruple alienación:
    • Respecto al producto de su trabajo: el producto, en lugar de ser su objetivo, se convierte en capital ajeno.
    • Respecto a su propia actividad: el trabajo, apropiado por otro, se vuelve ajeno al trabajador. Paradójicamente, el trabajo, lo más humano, se convierte en algo extraño, mientras que el trabajador se siente satisfecho en sus necesidades animales (comer, dormir…).
    • Respecto a los demás hombres: el trabajo alienado impide la solidaridad y el trabajo para la especie.

Marx concluye que la propiedad privada es consecuencia del trabajo alienado, y que su abolición eliminaría también la propiedad privada, lo cual es el fin del comunismo. Busca la explicación de cómo el hombre aliena su trabajo. En otras obras, sostiene que es la propiedad privada la que aliena el trabajo. Coloca la alienación en el trabajo para desvincularse de la economía política, que considera la propiedad privada como la base de todo.