Introducción

El castellano o español deriva del latín, lengua hablada en el Imperio Romano. Es decir, ha heredado una parte significativa del léxico y de los sistemas fonológico y morfosintáctico. Forma parte, por lo tanto, de las lenguas y dialectos románicos.

Origen del Castellano

El Sustrato Prerromano

Antes de su romanización, la Península Ibérica carecía de unidad lingüística, ya que estaba habitada por multitud de pueblos que tenían sus propias lenguas, como los vascos, íberos y celtas. A partir de finales del siglo III a. C. se inició la romanización y la latinización. El latín, en un principio, convivió con las lenguas prerromanas, pero progresivamente se fue imponiendo y provocando su desaparición, salvo el vasco.

La Latinización de la Península Ibérica

La latinización fue progresiva y lenta. Se produjo en tres estadios:

  1. Periodo de bilingüismo con las lenguas prerromanas.
  2. Implantación del latín en todos los ámbitos comunicativos, excepto el familiar, donde conviven las lenguas prerromanas.
  3. Latinización completa.

La modalidad que se propagó fue el latín vulgar.

El Superestrato Germánico

La fragmentación del Imperio Romano provocó la disgregación del latín. Los visigodos llegaron a la Península ya romanizados y su lengua germánica convivió durante una época con el latín hablado por los hispanorromanos para ser abandonada finalmente.

Por influencia del superestrato germánico pasaron al latín hablado palabras como ganso o gavilán.

La Influencia Árabe

A partir del año 711 se rompe la unidad lingüística de la Península Ibérica al ser invadida por los árabes. A partir de ese momento, las distintas variedades del latín hablado deben convivir con la lengua de los invasores, el árabe. La convivencia con el árabe dejó una inmensa huella. Después del latín, la lengua árabe es la que más palabras dejó en herencia al castellano (alrededor de unas 4.000). A estas palabras se las llama arabismos.

La característica más peculiar de los arabismos es la anteposición del artículo /al-/ en nombres comunes (almacén, alfombra) y propios (Alhambra, Albacete).

Desarrollo del Castellano

Del Latín al Castellano

Durante los primeros siglos de dominación musulmana, las variantes del latín van evolucionando y convirtiéndose en dialectos, como el mozárabe, el gallego-portugués, el astur-leonés y el navarro-aragonés. Las preposiciones fueron sustituyendo a las terminaciones. El sistema vocálico del latín vulgar de diez vocales (cinco abiertas y cinco cerradas) fue sustituido por un sistema vocálico con cinco vocales. Las consonantes sufrieron distintas transformaciones:

  • La /f-/ inicial latina desapareció.

El léxico latino se adapta al castellano por dos vías: el léxico patrimonial (MULIEREM) y cultismos (CANONICUS).

El Castellano Medieval

El castellano, al igual que las otras lenguas románicas, nació en la Alta Edad Media como evolución del romance primitivo. La independencia de Castilla y su expansión militar y política a lo largo de los siglos XIII, XIV y XV en forma de cuña invertida de norte a sur y desde el centro hacia el este y el oeste conllevó también la extensión del castellano en la Península Ibérica.

En esa expansión fueron asimilados el mozárabe, el astur-leonés y el navarro-aragonés. Sobre el origen del castellano no hay testimonios orales (obviamente), por lo que hay que basarse en testimonios escritos. Son las famosas glosas Emilianenses y silenses.

En los siglos XII-XIII, las obras del Mester de Clerecía consiguieron que el castellano se convirtiera en lengua literaria.

El Castellano en los Siglos XVI-XVII

Durante el reinado de los Reyes Católicos (1475-1516) tienen lugar cinco acontecimientos muy significativos:

  • La expansión se logra con las conquistas militares y colonización de América y con la enorme difusión que tuvo en Europa.
  • La consolidación se consiguió al convertirse en la lengua de comunicación peninsular.
  • La normalización se consigue gracias a la unificación de la lengua literaria en la vasta producción del Siglo de Oro.

El léxico castellano se sigue enriqueciendo con la aportación de galicismos (batallón, servilleta), italianismos (centinela), lusismos (mermelada), pero destacan los préstamos de las lenguas indígenas americanas (patata).

El Español Moderno (Siglos XVIII-XIX)

El siglo XVIII se inicia con un cambio de dinastía. Los Borbones inician un proceso de cambios en muchos ámbitos: políticos, sociales, económicos, culturales… imitando el modelo francés. En el ámbito de la lengua se funda la Real Academia Española en 1713, con el lema “limpia, fija y da esplendor”, es decir, pretenden preservar la pureza del idioma. Los avances técnicos y científicos trajeron consigo un nuevo vocabulario.

El Español Actual (Siglos XX-XXI)

El español actual es el resultado de un proceso de evolución histórica desde el latín vulgar. Actualmente, el español (o castellano) se ha convertido en una de las lenguas de comunicación y cultura más importante con cerca de 400 millones de hablantes repartidos por todo el mundo. El español presenta unos rasgos lingüísticos característicos:

  • Tiene un sistema vocálico simple de cinco vocales. Posee un sistema ortográfico bastante fiel a la pronunciación.
  • Dispone de dos formas de tratamiento: tú – usted.
  • Presenta una morfología verbal y pronominal muy compleja. Para finalizar, el español actual está fuertemente influido por otras lenguas, especialmente por el inglés.