Ontología y Epistemología de Descartes: Resumen
Descartes: Ontología
A partir de la evidencia del cogito, Descartes deduce la sustancia divina y la sustancia corpórea, que no es libre. Una sustancia es una res independiente. El atributo es la esencia de cada sustancia. Dios posee infinitos atributos, de los cuales conocemos algunos. El atributo del mundo es la extensión. Los modos son las distintas formas de darse los atributos.
Res Extensa
En sentido absoluto existe la sustancia divina, de la que se derivan la res cogitans y la res infinita. Existen ideas sobre realidades materiales externas porque Dios es veraz, justificando la existencia del mundo externo. La res extensa es la esencia de las cosas materiales.
La estructura ontológica del mundo se compone de sustancia pensante, sustancia infinita y sustancia extensa. El ser humano es un compuesto de cuerpo y alma, comunicándose mediante la glándula pineal. Los animales, al carecer de alma, ofrecen una visión mecanicista del mundo.
El orden físico es extensión y movimiento, deducido de Dios. El espacio es material e infinito, confirmando las leyes de inercia y conservación del momento lineal, pero negando los átomos. Descartes prescinde de las causas finales y formas aristotélicas. El mecanicismo del mundo requiere una causa eficiente: Dios, creador matemático.
La metafísica cartesiana se establece mediante la duda metódica y las evidencias ontológicas. La física es mecanicista: solo hay materia y movimiento. Al aplicar el método a otras ciencias, se descubren sus leyes, siendo la moral la más perfecta.
Descartes: Teoría del Conocimiento
Descartes busca un método universal para la ciencia y la filosofía, con la claridad de las matemáticas, mediante cuatro reglas:
- Regla de evidencia: verdadero es lo claro y distinto.
- Regla de análisis: alcanzar verdades indubitables.
- Regla de síntesis: reconstruir ideas con conexiones evidentes.
- Regla de enumeración: repasar datos para una visión global.
Estas reglas se basan en la evidencia, necesitando un punto de apoyo indubitable. Descartes usa la Duda Metódica para validar las reglas y acceder a la verdad objetiva:
- Saber tradicional: basado en argumentos de autoridad engañosos.
- Los sentidos: a menudo engañan.
- El entendimiento: con argumentaciones falibles.
- El sueño: confundido con la realidad.
- Genio Maligno: puede engañar sobre la matemática.
El Cogito (Ego cogito, ergo sum) es el único punto indubitable. La existencia como res cogitans supera cualquier duda. En el orden gnoseológico, el Cogito es la realidad primera, apareciendo el Yo como espíritu antes que como cuerpo, fundamentando el racionalismo.
El entendimiento es la potencia más independiente del Cogito. Conocer es la práctica del entendimiento liberado, dominando a la voluntad.
El Cogito contiene tres tipos de ideas:
- Adventicias: captadas por los sentidos.
- Facticias: elaboradas por la imaginación.
- Innatas: evidentes, como la res infinita (Dios).
La idea de Dios, al ser infinita y perfecta, procede de Dios mismo y existe en la realidad. Descartes valida el argumento ontológico de San Anselmo. Dios es causa sui y causa de las ideas innatas, garantizando las evidencias y dando fundamento ontológico a las verdades.