1. Antecedentes de la Guerra Civil Española

1.1 Inestabilidad Política y Social

La Guerra Civil Española tuvo sus raíces en la profunda inestabilidad política y social que caracterizó a la Segunda República. El gobierno del Frente Popular se enfrentó a una creciente agitación social, marcada por huelgas, ocupaciones de tierras y la quema de iglesias, en respuesta a la lentitud de las reformas sociales. Esta inestabilidad se vio agravada por la radicalización política y los discursos incendiarios y violentos por parte de líderes políticos. La violencia y el pistolerismo se convirtieron en una constante, tanto por parte de grupos de extrema derecha, como los falangistas, como de extrema izquierda, como los anarquistas.

1.2 Conspiración Militar

Paralelamente, se gestaba una conspiración militar para derrocar al gobierno del Frente Popular. Coordinada por el general Emilio Mola y apoyada por importantes generales, la conspiración buscaba el respaldo de los sectores conservadores de la sociedad. El alzamiento militar se planeó de forma simultánea en todas las guarniciones, con el objetivo de tomar Madrid. La tensión alcanzó su punto máximo a inicios de julio de 1936 con el asesinato del teniente Castillo, de la Guardia de Asalto, por pistoleros de ultraderecha, seguido del asesinato de José Calvo Sotelo por guardias de asalto en represalia.

2. El Golpe de Estado y el Inicio de la Guerra

2.1 La Sublevación Militar

La Guerra Civil Española superó en alcance, duración, destrucción y recursos movilizados a cualquier otro conflicto interno europeo anterior. Los españoles se enfrentaron en una lucha ideológica marcada por venganzas y enemistades personales. El 17 de julio de 1936, las guarniciones militares en África (Melilla, Ceuta y Tetuán) se sublevaron contra el Gobierno. La sublevación se extendió el 18 de julio a otras guarniciones en la Península, triunfando en Castilla y León, Galicia, Logroño, Pamplona, Canarias, Baleares (excepto Menorca), gran parte de Aragón, Baja Andalucía y ciudades como Sevilla, Granada y Oviedo. Contaron con el apoyo de la Guardia Civil y grupos de extrema derecha (falangistas y carlistas). Las sublevaciones fracasaron, generalmente, en las grandes capitales como Madrid y Barcelona, y en lugares donde las autoridades civiles repartieron armas a los obreros, quienes resistieron y vencieron a los sublevados (como en Barcelona).

2.2 La Adhesión de Franco y la División del Territorio

El 19 de julio, Francisco Franco, comandante militar de Canarias, se unió al golpe de estado, llegando a Tetuán para liderar el Ejército de África y las operaciones en el sur peninsular. En la Península, algunas tropas se unieron al alzamiento, otras permanecieron fieles al Gobierno, y en algunos lugares la resistencia obrera derrotó a los golpistas. El territorio español quedó dividido en dos.

2.3 El Vacío de Poder y la Formación de Bandos

El golpe de Estado generó un vacío de poder en muchos lugares. El presidente del Gobierno, Santiago Casares Quiroga, dimitió, oponiéndose al reparto de armas a las organizaciones obreras. Diego Martínez Barrio intentó negociar con el general Emilio Mola, director de la conspiración, pero fracasó. José Giral, su sucesor, autorizó el reparto de armas, pero el poder del gobierno se vio limitado por la aparición de comités revolucionarios. El golpe de Estado del 17 y 18 de julio dio paso a una larga contienda entre dos bandos:

  • La España republicana: Con 21 capitales de provincia (incluyendo Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao) y 14 millones de habitantes. Controlaba la industria pesada, la textil, la minería, la comercialización de frutas y las reservas de oro del Banco de España. Contaba con la aviación y la mayor parte de la flota, aunque con problemas de operatividad. Inicialmente, se formaron milicias obreras, que luego fueron sustituidas por el Ejército Popular de la República. Recibieron apoyo soviético y de las Brigadas Internacionales.
  • El bando nacional: La Falange y los carlistas (requetés) organizaron sus propias unidades armadas, integrándose posteriormente en el Ejército Nacional.